Sara Borjabad Orzaez 1º de E.S.O.

La fuente de los leones

Según una de las muchas leyendas populares, que circulan por la ciudad de Granada, sobre la fuente de los leones de la Alhambra. Os voy a contar la siguiente:
En el siglo IX el Emir Ali I. Preparó una fiesta en honor a su amada Sherezade con la cual se iba a casar dos meses después.
Decoraron todos lo palacios, invitaron a nobles, jueces, reyes de otros reinos…
Todas sus mujeres vestían sus mejores galas, muy perfumadas y muy elegantes para la gran fiesta.
Cuando llegó la hora de la fiesta todos lo invitados muy elegantes se dirigían hasta el palacio del Emir. Cuando todos estaban presentes Alí les dio las gracias a todos. Sólo faltaba por llegar la gran anfitriona, al entrar por la puerta, todos se quedaron boquiabiertos de lo hermosa que iba Sherezade ; vestía un vestido blanco ,largo con algunos dobleces bordados en oro.
El Emir había invitado a los mejores bufones, malabaristas, domadores de todo el Islam para la fiesta.
Todos se lo estaban pasando muy bien comiendo, bebiendo, bailando…Todos menos un joven domador de leones. Era un joven llamado Azán muy apuesto. Que se había enamorado de Sherezade y lo estaba pasando mal, sabiendo que ella se casaría con el Emir y nunca se fijaría en él.
Sherezade lo vio sólo, apartado del resto de la gente y le dio pena, se acercó y le preguntó que qué le pasaba, el joven no respondió por respeto a la princesa. Esta le levantó la cabeza y vió que era el joven más apuesto que nunca podría imaginar. Sherezade le invitó a pasar la noche en su palacio. Azán aceptó la invitación. Se habían enamorado, pero la princesa sabía que su corazón le correspondía al Emir Alí y que se casaría con él en dos meses.
En cambio Azán sabía que no tenía ninguna oportunidad, ella se casaría y él no lo iba a impedir.
Azán le pidió al Emir que si podía quedarse más días, Alí aceptó su petición. Sherezade y Azán pasaron mucho tiempo juntos y se fueron conociendo mejor. El Emir empezó a desconfiar del domador y de su amada, estaba muy celoso y enfadado con ambos.
Alí, de lo enfadado que estaba tomó una decisión, mandó llamar al mejor mago del reino. Al cual, le dijo que se deshiciera del joven cuanto antes.
El mago hizo un conjuro y convirtió al joven en una gran taza de mármol blanco y a sus doce leones en piedra, formando la fuente de los leones.
La princesa se casó con Alí pero no era nada feliz con él. Ella nunca supo lo que le pasó al joven domador que había robado su corazón.
Esta es la leyenda que circula por las calles de Granada desde hace siglos. Hay más leyendas sobre las fuentes de Granada cómo la del Triunfo o la Fuente de las Batallas. Pero eso son otras historias.

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