“Tiempo de leones” es una historia de fe, tormento, pasión y guerra en un mundo condenado a desaparecer»

 

(NOTA: Si lo prefiere puede escuchar esta interesante entrevista en GOEAR)

 

– Ilusionado con la presentación de su primera novela?

– Sí, muy ilusionado. Es un proyecto, un sueño que se ha ido gestando a lo largo de más de dos años y que desde el primer momento ha estado rodeado de amigos y de mucho cariño y, por lo tanto, es una cosa muy especial para mí.

 

– ¿En qué momento se plantea la posibilidad de escribir esta novela histórica?

  «Me llamó sobremanera la atención que un héroe tan popular durante toda la Edad Media se hubiera perdido por completo para la memoria de nuestro tiempo»   

– En aquel momento me encontraba preparando mi tesis doctoral, estaba con las investigaciones previas a la redacción de la misma y se me ocurrió de repente. Durante estas investigaciones yo me había encontrado con Heraclio y me llamó sobremanera la atención que un héroe tan popular durante toda la Edad Media, que había soyuzgado tanto la imaginación de los pueblos de Europa se hubiera perdido por completo para la memoria de nuestro tiempo. Él fue el primer caballero cristiano, fue el primer cruzado y fue el último emperador romano digno de ese nombre y mi propósito fue comunicárselo a los demás de forma asequible y sencilla y así empecé a redactar la novela que me ha llevado a un periplo de más de dos años de gestación.

  Portada de Tiempo de Leones

– ¿Cómo está estructurada esta obra?

– La novela intenta ser muy fiel a la época. Todos los personajes y hechos principales que aparecen en la novela son plenamente históricos. Están documentados por completo. Al mismo tiempo intenta ser una novela asequible, moderna, cercana, de manera que cuando cualquier persona pueda acercarse a ella y disfrutar de una lectura que cuenta con mucha aventura, con mucha batalla, con mucha intriga, con mucho amor también. Fue una época de sangre y espada, de intriga y aventura, de héroes legendarios y mujeres fascinantes. Intenta también sin llegar a ser cargante, si se me permite la expresión, recrear  el ambiente y lenguaje de la época. De manera que hay también muchos ecos heroicos y épicos, tomados de Homero y Virgilio, que eran grandes figuras todavía para los literatos de la época. También para otros escritores del mismo período como  y de esa manera intentar llevar no sólo el ambiente y la historia si no también los sonidos, los olores, los sabores de una época que fue determinante para la Historia de nuestro mundo.

 

  «Oír es en cierta manera mi forma de ver, pues lo que ve es nuestro cerebro»   

– ¿Cómo se puede hacer eso de llevar los sonidos y los olores?

– Bien yo soy ciego. Oír es en cierta manera mi forma de ver, pues lo que ve es nuestro cerebro. Y yo he intentado que esa sensación de ver a través de los sonidos se refleje a través de la novela. Los sonidos son muy importantes. El sonido de una espada saliendo de su vaina, o el crujir de la seda de la túnica de una emperatriz o el estallido que se produce cuando una flecha golpea una armadura son sonidos que traen a nuestro cerebro visiones de una época y esas visiones de esos sonidos están en la novela para que el público pueda disfrutarlo.

 

– Por tanto, ¿Es una novela que pueda ser llevada fácilmente al cine?

– Hay gente que dice que es muy visual. Es una novela que está hecha para ver quizás porque yo tenga esa necesidad. Las descripciones son muy detalladas. Los personajes están muy perfilados, su descripción física, de manera que la gente que la ha leído siempre dice lo mismo «parece que estoy viéndola».

 

   «Fue también la época en la que se estaba ya gestando lo que iba a ser en breve el Islam»  

– Hablamos de los siglos VI y VII ¿Cómo era la sociedad en la época del emperador Heraclio?

– Fue una época de crisis, por lo tanto parecida a la nuestra, fue una época de cambio, de cambio del mundo antiguo, del Imperio Romano a un mundo nuevo que era el medieval. Fue una época donde el Imperio Bizantino, Roma, seguía siendo Roma, seguía batallando con su enemigo secular  que era la Persia sasánida por el control del mundo y por el control de las reliquias de Cristo  que tenían un valor simbólico y propagandístico fortísimo. Y fue también la época en la que sin que estas dos grandes potencias lo advirtieran se estaba ya gestando lo que iba a ser en breve el Islam. De ese enfrentamiento entre bizantinos y persas surgieron las posibilidades del Islam y su triunfo. Entonces, para mí acercar esa época al público era muy importante porque si no entendemos como surgió nuestro mundo, y nuestro mundo surge entonces dividido entre un occidente cristiano, la cristiandad de la Edad Media de la cual somos hoy herederos, un oriente ruso y griego y un sur y un oriente musulmán no podemos entender lo que hoy nos enfrenta, nos divide o nos acerca.

  Mujeres fascinantes

– Luego, ¿ahí están las claves para que su novela pueda interesarle a un lector o a un público de hoy?

– Sí, yo creo que sí. Primero está la cuestión que es muy apetitosa de las reliquias de Cristo. He intentado contar aquí lo que de cierto sabemos sobre ellas. He procurado transmitir también cómo les fascinaba en la época, como los grandes reyes necesitaban apoderarse de ellas para usarlas en sus fines políticos. Fue también una época muy violenta, de guerras entre las dos grandes potencias de la época y fue también una época de mujeres muy modernas y eso también me llamó la atención desde el primer momento. Las mujeres de esta época fueron mujeres que llegaron a tocar el poder con sus dedos eran mujeres muy parecidas a las de nuestro mundo y, por lo tanto, mujeres fascinantes.

Adela Calvo y José Soto muestran algunas de las ilustraciones
Adela Calvo y José Soto muestran algunas de las ilustraciones

– ¿ Qué nos puede decir de las ilustraciones?

– Bueno, es algo realmente bonito porque Adela y yo nos conocemos desde que tenía 16 años. Empezamos como novios y hasta hoy en día. Hemos hecho casi todo junto. Cuando yo escribí la novela inmediatamente pensé en que fuera ella la que la ilustrara. Ella es pintora y a través de la documentación y de los indicios que yo le fui proporcionando ha conseguido una portada que debe ser una maravilla por lo que me cuentan, que refleja estupendamente el espíritu de la novela y aparte, en cada una de las cuatro partes en que se divide la novela, hay una lámina, hay un motivo también salido de su pluma o de su lápiz que ilustra perfectamente la época. Son motivos que lo que hacen es intentar si cabe traer la época, traer el mundo perdido de Heraclio y sus contemporáneos a la retina de los lectores

 

– ¿Qué importancia ha tenido la familia a la hora de poder terminar la carrera universitaria y escribir esta obra?

 

  «De todo se puede prescindir excepto del amor de la gente que te rodea»   

– Fundamental, fundamental. Lo realmente esencial en la vida, es la conclusión a la que yo he llegado siempre es la gente que te quiere. Eso es fundamental. Lo demás es todo superfluo. De todo se puede prescindir excepto del amor de la gente que te rodea. La carrera para mi fue algo muy importante era una ilusión que yo tenía desde pequeño. Fue Adela, mi mujer la que me animó, una vez tenido el accidente, a encarrilar mi vida profesional a través de la carrera de Historia. Fue ella la que me acompañaba, la que me llevaba a las clases, la que me traía. Fueron ella y mi hermana las que me dieron su apoyo fundamental durante los años de estudio. Así que se lo debo prácticamente todo, sin su apoyo realmente hubiese sido mucho más difícil, si no imposible.

 

Dificultades no, desafíos

 

– ¿Qué dificultades ha tenido que superar para conseguir doctorarse?

– Yo no hablaría tanto de dificultades como de desafíos. Evidentemente para cualquier persona con deficiencias o minusvalías físicas supone un desafío acercarse a la Universidad y llevar a cabo una carrera primero y una tesis doctoral después, pero también creo que lo importante  en la vida no son las limitaciones si no la actitud que nosotros tomamos ante ellas y mi actitud desde el primer momento fue positiva, es decir, tengo una serie de obstáculos, tengo una serie de problemas, tengo que buscar soluciones, dentro de mis posibilidades. Yo no encontré ningún obstáculo insalvable. También es cierto que conté con el apoyo de mi familia como antes he dicho y muchos profesores también me alentaron y me acogieron con naturalidad que era lo que yo buscaba y en igualdad de condiciones que era lo único que pedía.

 

– En un texto escrito por José Torices éste destaca su profunda vitalidad…

– Sí, y me lo dice mucha gente. Yo amo profundamente la vida. Creo que, a menudo no

   «Sé que la vida es muy importante porque la he visto perderse muchas veces y he estado a punto de perderla también» José Soto en su época de soldado en Bosnia 

entendemos el significado de la vida, quizás porque no nos vemos en situaciones límite como las que yo me he visto y cuando alguien tiene algo como algo seguro no lo aprecia. Yo sé que la vida es muy importante porque la he visto perderse muchas veces y he estado a punto de perderla también ¿no?  La vida no se detiene por muchos acontecimientos funestos que nos acontezcan, si no que sigue siempre adelante y yo siempre he optado por estar a su lado, por continuar, por vivir. De manera que yo no rechazo nada de lo que me ha ocurrido, creo que la vida, viene al completo con lo bueno y con lo malo, y no puedes descartar nada y tengo una actitud positiva. Nunca he visto como algo irremediable, irreparable o algo terrible ninguna de las circunstancias que en mi vida me han afectado. Las he aceptado con naturalidad  y a partir de ellas he intentado sacar el máximo provecho a los días de mi vida.

 

– ¿Que fue lo que en su momento le hizo inclinarse por la carrera militar?

 

–  Bueno, eran los comienzos de los años 90, una época de crisis como la que ahora vivimos. Yo había sido muy mal estudiante, sobre todo, porque siempre había tenido algo más importante que leer los libros que había en el colegio y en el instituto, así que inmediatamente enfoqué mi vida a buscar trabajo. Realicé diversos trabajos: carpintero metálico, en un aserradero etc. Después de haber llevado a cabo mi servicio militar en el año 92/93 me encontré con que estaba en paro. Me había gustado el ejército, me había gustado mucho la vida militar y decidí que ¿por qué no?. Se estaba profesionalizando en ese momento el ejército, y decidí que podía ser una salida. Había sido una buena experiencia  y que había encajado bien allí, así que inmediatamente me convertí en soldado profesional, primero en Alicante, luego fui destinado a la Brigada 10  en Cerro Muriano y ello me dio la oportunidad de formarme como militar, de aprender muchísimo, de estimar una profesión que está llena de grandes valores como son el honor, el sacrificio, el valor, y también me dio la oportunidad de ir a Bosnia y con ello abrir los ojos ante circunstancias y realidades que fueron decisivas en mi vida.

 

– ¿De ese paso por Bosnia Herezegobina que otros recuerdos mantiene?

– Bosnia fue en cierta manera una escuela de madurez para mí. Yo era muy joven, tenía 23 años. La guerra seguía en toda su virulencia. Yo fui destinado a la región de Mostar. Fue una experiencia, no enriquecedora porque la guerra nunca enriquece, pero sí clarificadora sobre la condición humana. Uno se da cuenta de que los hombres que matan y que mueren en las guerras

   «Lo único que nos separa de la violencia y del mal es una línea muy delgada»  

son hombres normales, completamente normales y que esos hombres que un día están acariciando el pelo de sus hijos, besando a su mujer o bromeando con sus amigos al día siguiente pueden estar como francotiradores y matar a un anciano o a una mujer indefensa. Que lo único que nos separa de la violencia y del mal es una línea muy delgada y que todos nosotros podemos cruzarla. También aprendí que el bien está muy arraizgado en nosotros y que aún en circunstancias terribles y difíciles hay gente capaz de sacrificarse por los demás. Hay gente que es capaz de sacrificar su vida por la de otro. Todo ello me hizo valorar mucho más a las personas como tales y mucho más a la vida porque contemplé cosas terribles como, por ejemplo, niños que lo habían perdido absolutamente todo a veces incluso sus miembros y que, sin embargo, seguían llenos de vitalidad. Y cuando a mi llegó el turno de vivir una experiencia traumática eso me sirvió de empujón porque me decía así mismo que si ellos seguían sonriendo y podían seguir viviendo, yo no tenía ningún derecho a quejarme.

 

– ¿Cuánto tiempo estuvo de militar?

– Como militar profesional sólo estuve unos veinte y pocos meses y en Bosnia Herzegovina estuve destinado cuatro meses.

 

Inútil empecinarse

 

– ¿Cree en el destino? Lo digo, por ese terrible accidente que le ha marcado en su vida pero que al mismo tiempo le ha brindado la oportunidad de realizar unos estudios universitarios…

– No, yo no creo en el destino. Lo que sí creo es que la vida va cerrando y abriendo puertas. Me explico: yo creo que hay que estar atento a lo que ocurre a nuestro alrededor, que el hombre es esclavo, por decirlo de alguna forma, entre comillas, de las circunstancias que le rodean y que es

   «Fue una situación muy dura, pero también se me abrieron muchas puertas después del accidente»  

inútil empecinarse en atravesar una puerta que está cerrada, que lo correcto e inteligente es decir no puedo continuar por aquí pero sí por allá. A mí se me cerraron muchas puertas cuando tuve el accidente: estuve a punto de morir, perdí la vista, perdí una pierna,… fue una situación muy dura, muy dura, pero también se me abrieron muchas puertas después del accidente, tras recuperarme y rehabilitarme me di cuenta de que tenía tiempo, de que no tenía una urgencia excesiva en buscarme un modo nuevo de vida, de que contaba con el apoyo y cariño de mucha gente  y, que ¿por qué no? podía, en ese momento, dar cauce a mi otra gran vocación desde niño que era la Historia. No vi el accidente como un corte, como algo que dijera hasta aquí has llegado, este es tu destino, se ha cumplido, a partir de ahora,..  No lo vi simplemente como un hecho más en mi vida a partir del cual yo tenía que construir en otra dirección.

 

– En el accidente hubo un fallecimiento y otros soldados afectados ¿sigue en contacto con ellos?

– Tengo muchísimo contacto con mi gran compañero y amigo Julio Ríos, militar como yo que sufrió el accidente conmigo. También he mantenido el contacto con otros compañeros pues fue un accidente muy aparatoso. Murió el teniente que estaba al mando de las maniobras, fue una muerte terrible la que sufrió este hombre, además con el agravante de que su estaba recién casado y su mujer embarazada por lo que había una nota más triste en aquella desgracia. He intentado mantener el contacto pero evidentemente nuestras vidas han transcurrido por senderos muy separados.

 

José Soto, junto al ordenador en el que ha escrito
José Soto, junto al ordenador en el que ha escrito

 

 

– ¿Cómo se organiza  su vida? ¿Cómo se “pelea” con la informática?

– La informática es decisiva. Gracias a Dios en los últimos años ha dado un salto de gigantes. Yo trabajo con un ordenador plenamente normal lo único que ocurre es que lleva consigo un

  «Con la informática no me siento por debajo de las posibilidades de cualquier otra persona que conserve la vista»  

programa que se llama y Jaws sirve de intermediario entre el ordenador y el usuario ciego. Me explico: lo que los demás ven como icono a mí Jaws me lo procesa como información de voz. Además con un escáner y un programa, un OCR bueno, cualquier libro periódico o revista impresa puedo acceder directamente. Se escanea el programa lo pasa directamente a word y el programa me lo va a leer en voz alta. Para escribir como cualquiera simplemente que conforme yo voy escribiendo Jaws  va hablando, va diciendo en voz alta lo que yo voy escribiendo, lo que va apareciendo en pantalla. Así que, realmente en una mesa, en un despacho  o en una clase cuando he impartido clases no me siento por debajo de las posibilidades de cualquier otra persona que conserve la vista. No noto esa limitación.

 

– Volviendo a la novela ¿Tendrá continuación? ¿Tiene otro proyectos literarios?

– Sí, tengo pensado porque “Tiempo de leones” comenzó como una diversión para sacarme el estrés que toda tesis doctoral genera en su último recorrido. Era una manera de divertirme con lo que estaba haciendo y de alejarme de la seriedad de una tesis doctoral pero se fue apoderando de mi imaginación y de mi corazón y como además los amigos que iban leyéndola les iba gustando mucho y me preguntaban cómo terminaba la historia pues inmediatamente me he puesto a escribir la segunda parte y Editorial Victoria tiene mucha ilusión de que esa segunda parte vea también la luz. ¿Otros proyectos de futuro? Pues sí hay muchos. Yo creo que la verdadera vocación, el verdadero cometido del historiador y de ello nos olvidamos con frecuencia, no es escribir para otros historiadores si no acercar la historia a la gente corriente, divulgarla, y esto se puede hacer de dos maneras: a través de la divulgación histórica y de la novela histórica que es una manera mucho más amena de enseñar historia a la gente y creo que seguiré intentando acercar la historia a través de la novela.

 

– ¿Se ha planteado participar en concursos de novela histórica como el que se organiza en Granada?

– Sí y un gran premio ¿Quién sabe? ¿Por qué no? Tal vez en el futuro

 

– ¿Qué fue antes: Editorial Victoria o Tiempo de Leones?

    “Tiempo de leones” es un libro que se ha gestado, que ha ido creciendo y se ha alimentado de la amistad  

– Es una historia muy hermosa. “Tiempo de leones” es un libro que se ha gestado, que ha ido creciendo y se ha alimentado de la amistad. Uno de los primeros lectores fue José Torices, un gran amigo mío y el verdadero propulsor de todo este proyecto. A través de él llegamos a otra persona realmente importante y especial, Rafael Sánchez Alcalá, un sevillano que también quedó fascinado con la novela, tanto que decidió arrojarse a este mundo de la literatura y de crear su propia editorial con este título como primera obra, lo cual para mi es un orgullo como escritor y es también una auténtica emoción que haya apostado tan fuerte por una novela mía que es una novela de un autor primerizo. Así que, la novela fue primero y ha hecho que naciera Editorial Victoria.

 

– Supongo que también estará muy contento de que la profesora Encarnación Motos Guirao le haya escrito la Introducción?

– Eso es muy importante para mí. Es una introducción preciosa. Ella es una persona de referencia en el mundo de la bizantinística y del medioevo en España, junto a su marido Moschos Morfakidis, los directores del Centro de Estudio Bizantinos, Neogriego y Chipriotas granadinos que, aunque los granadinos no lo sepan  es uno de los grandes centros de referencia a nivel mundial y el más importante a nivel iberoamericano en su género y yo le pedí a ella la introducción porque ella es mi maestra y mi amiga, así mismo fue la directora de mi tesis doctoral, también compañera de investigaciones en el Centro de Estudios Bizantinos. La escribió en Grecia donde pasa los veranos y es muy importante para mi porque es la persona que me ha formado como historiador y que ella apareciera en este proyecto era para mi algo especial.

 

– Para finalizar ¿desea añadir algo más?

– Yo les diría que si quieren sentirse dentro de una gran batalla, que si quieren asistir al lujo de la corte de Constantinopla o estar dentro de una intriga cortesana, o sentir como un mundo está condenado a morir o cómo es inevitable de que otro surja pues que lea Tiempo de leones porque no les va a defraudar y, además, le va a traer a sus ojos, oídos y boca un tiempo hoy perdido pero que aún hoy llena de eco nuestro propio mundo.

 

– Muchas gracias por habernos recibido en su domicilio.

 

Sinopsis de TIEMPO DE LEONES

 

 
 
«Tiempo de Leones», narra la vida de del emperador Heraclio, dibuja la sociedad de su época y el mundo convulso de unos siglos que cambiaron la historia.
La novela está ambientada en la Constatinopla del año 678, en el cuarto año de asedio de la ciudad por los ejércitos sarracenos. Un viejo soldado, Flavio Valerio Jorge, recuerda sus días de juventud cuando el Islam aún no había nacido y el imperio romano y su gran rival, Persia, batallaban por el dominio del mundo y por la posesión de las reliquias de cristo. Relata su juventud, y cómo se enfrentó a una sensual y turbadora mujer , además de  estar dispuesto a no fracasar en su misión: guardar la vera Cruz e impedir que caiga en manos de los persas.   
 

 

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