En el viejo barrio de las mancebías granadinas

 Por aquello de conocer algunas de las estrechas callejas del barrio donde discurre su historia quedamos en las inmediaciones de la calle Ganivet. Mientras ascendemos por la calle San Matías van contando con su habitual fluidez verbal los entresijos de una historia de pasiones donde este rincón granadino tiene un protagonismo muy especial. De vez en cuando nos detenemos para tomar una foto y nos parece que de un momento a otro podría aparecer por el otro extremo de la calle algunas de las mujeres que pueblan su obra que son conocidas por sus motes: ‘La Panocha’, ‘La Raspa’, ‘La Yegua’ o ‘La Coja’, y, cómo no, Lorenza, ‘La Limones’ cuyo sobrenombre le viene por su origen en el Valle de Lecrín y turgentes pechos.

 “Mi libro es un paseo por Granada y el amor que yo siento por mi tierra” nos reconoce esta granadina que durante un par de décadas ha residido en Melilla. Esta separación de su ciudad natal, (nació en la calle Fuentenueva, estudió en el IES Ángel Ganivet y terminó la carrera de Magisterio en La Normal) le provocó el deseo de conocer más profundamente su historia, su  rico patrimonio artístico y darlo a conocer. Para ello, imaginó un personaje femenino de gran carácter, capaz de superar las adversas circunstancias de su existencia que, al mismo tiempo, le sirviera de base  para exponer todo lo que quería contar de Granada. “Quería que fuera una mujer fuerte, con garra, capaz de  superar situaciones complicadas, por lo que tenía que proceder de un ambiente bastante deprimido, complicado y difícil. Sin menospreciar a las mujeres que ejercen la prostitución, creí que este ambiente del antiguo barrio de la Manigua, de la mancebía granadina, de alcahuetas y rameras podía ser el ideal para que mi protagonista comenzara a crecer y convertirse en la señora que yo quería convertirla”, explica.

Hechos históricos

El marco temporal de esta la novela son los últimos años del XIX y principios del XX, por lo que además de edificios su autora ha recogido los principales acontecimientos históricos acaecidos en este período, desde el terremoto de Alhama de 1884 o la epidemia de cólera padecida un año después. Casi 700 páginas por las que desfilan muchísimos edificios y monumentos granadinos junto con acontecimientos como el embovedado del río Darro, los diferentes puentes con que contaba, la edificación de la Gran Vía de Colón, que le dio a Granada un aire más moderno. Así mismo, ofrece un repaso por todos los conventos existentes por entonces y que la desamortización de Mendizábal dio al traste, las casas señoriales de Ágreda, de los Pineda, de los marqueses de Villa Alegre, de los Tiros,… En sus paseos por Granada, Lorenza también habla del Hospital de San Juan de Dios, de la Catedral, de los centros de beneficencia, del Hospital Rea, del Beaterio de Santo Domingo, e incluso, del asilo de San José, localizado junto a la albaicinera iglesia de la que toma su nombre.
Ysabel Sánchez Ballesteros en la calle Jazmín
Ysabel Sánchez Ballesteros en la calle Jazmín

“Granada es una ciudad sencillamente hermosa”, insiste esta autora que ya tiene otro libro en el mercado,  ‘La infanta de un Reino de Canela’ (2010) y que reconoce su deuda con muchos autores en los que se ha documentado: Gabriel Pozo, Barrios Rozúa, Miguel López, Antonio Gallego Burín, Juan Bustos, Arturo Gutiérrez, César Girón, Julio Belza, Alvaro Salvador o Cristina Viñes,… , entre otros “que me han hecho ver que ha habido mucha gente interesada y enamorada en esta tierra”. También ha utilizado como fuente archivos históricos, hemerotecas e Internet, que le han valido para localizar anécdotas, que aunque sean anacronismo, ha incluido en ‘Hija de la Manigua’. “Me he permitido –añade- jugar con el tiempo en algunos pequeños detalles porque se adaptaban mejor al relato. Tal es el caso de la inauguración de los Almacenes ‘La villa de París’ que en la novela tiene lugar en el año 1898 cuando en realidad ocurrió hacia 1904”.

Con todo ello esta autora que empezó a escribir esta novela en el verano de 2010 y la finalizó en enero de 2012 y ha recuperado para sí la Y isabelina busca la verosimilitud en una apasionada historia donde su protagonista pasa por etapas de tristeza y dolor,  pero que al final, siempre ayudada y favorecida por los señores de la florecerte industria azucarera y alcoholera consigue salir adelante. “Hago un parangón de la vida de Lorenza y la Gran Vía, pues de la misma forma que esta vía salió de una zona y callejas para convertirse en una calle amplia y luminosa, la protagonista que vive en la Manigua, con sus callejas sucias y donde daba miedo entrar, consigue hacer de su vida algo bonito e importante”. Para ayudar a sus lectores, que no tienen por qué ser exclusivamente mujeres, ha incluido al final un pequeño glosario y un una cronología de  acontecimientos.

Portada de 'Hija de la Manigua', diseñada por Ágata Lech

 

Ficha

Título: Hija de la Manigua

Autora: Ysabel Sánchez Ballesteros

Páginas: 630 pp

Editorial: Dauro Ediciones

Precio: 22 euros

Presentación: Miércoles, 17 de abril, Instituto Padre Suárez. Acompañarán a la autora Ladrón de Guevara, Wescenlao, C. Lozano y Lola Martín.

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Sinopsis

Hija de una prostituta y nacida en el viejo barrio de las mancebías granadinas, Lorenza Valdivia se enfrenta a un destino oscuro e incierto, herencia de una infancia que se desarrolla en un ambiente sórdido y procaz. Las veleidades del destino la conducen por derroteros insospechados, sacándola de ese mundo y descubriéndole un universo nuevo, donde se mezclan el azote de la soledad y el desamparo, con la experiencia decisiva de un amor intenso capaz de mantenerse a través del tiempo. Todas estas vivencias la llevan a descubrir su fuerza y a encontrar su dignidad.

En la Granada de finales del siglo XIX y principios del XX, cuando el enriquecimiento de la burguesía surgida del cultivo de la remolacha trajo consigo la creación de florecientes industrias azucareras y alcoholeras que propiciaron la apertura de la calle principal de la ciudad, Gran Vía de Colón, un abanico de heterogéneos personajes nos muestran las distintas facetas de la condición humana, desde sus instintos más bajos, hasta ese deseo de superación que anida en el hallazgo de la propia entereza, pasando por el aprendizaje del desengaño y, sobre todo, por la lucha que cada cual libra con la existencia.

Hija de la Manigua es un recorrido por la Granada de la época, sus calles, ríos y rincones, y una minuciosa descripción de sus gentes, costumbres, comercios, festejos, prensa y riqueza patrimonial, unas veces conservada y otras destruida. Un recuento de sucesos que, fielmente ambientados, dan una idea de lo que fue la ciudad y su entorno en un pasado no tan lejano, y llevan de la mano al lector por unos escenarios que convierten la novela en un relato apasionante.

 

 

 

 

Pasear por la Granada de ‘Lorenza, la hija del sol’ (Hija de la Manigua)

(Se recomienda encender los altavoces, dar al play y poner a pantalla completa)

 

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