Otra Navidad en el Museo de la Casa de los Tiros

Taller de corazones. Teatro de Títeres y Objetos.

Espectáculo de títeres para familias con niños mayores de 5 años. Sábado, 21 de diciembre a las 12 h. Entrada libre hasta completar aforo.

En la plaza del pueblo hay un taller de corazones. Matías, con hilo de plata, cose corazones rotos, y con pinzas de olvido, ajusta la hora de los corazones que atrasan. Sus vecinos le tienen cariño, pero nadie sabe por qué está tan triste, ni por qué por las noches, cuando las calles callan, de su taller surgen sonidos misteriosos. Resulta que Matías tiene un secreto…

Al hilo de cuentos breves

El 4 de enero de 2014 las familias que lo deseen podrán realizar con sus hijos en un recorrido con cuentos por el Museo de la Casa de los Tiros y el jardin. Será a las 12 h. y es necesaria la reserva previa en los teléfonos 600 143175 / 600 143176

La obra invitada. Los museos viajan. Muñeca autómata. Siglo XIX Del 5 de diciembre al 5 de enero de 2014 Cuadra Dorada. En horario de museo

A mediados del siglo XIX se pusieron de moda las muñecas autómatas, casi todas fabricadas en París, centro de la moda internacional en esos momentos. De 1860 a 1910 varias familias de artesanos (Lambert, Phalibois o Bontems), prosperaron en esa ciudad perfeccionando bailarinas, pájaros cantores y doncellas chinas que servían el te. Eran un artículo de lujo y curiosidad para las clases urbanas acomodadas por lo que no constituían una fabricación en serie, sino que se fabricaban por encargo. En su realización intervenían tres tipos de artesanos: relojeros suizos que se ocupaban de los mecanismos para el movimiento; los ceramistas encargados de hacer las cabezas y manos; y los diseñadores de los vestidos, generalmente las esposas o familiares de los dueños de las empresas.

Leopold Lambert fue uno de los fabricantes más conocidos por el volumen de su producción, especializado en la creación de muñecas autómatas, en las que utilizaba cabezas de biscuit, material cerámico a base de caolín, cuarzo y feldespato y al que se da una sola cocción resultando una cerámica blanca, mate y frágil. Los cuerpos de las muñecas, como no se veían al estar cubiertos con hermosos vestidos, se hacían de composición, un material duro y económico compuesto de pulpa de madera, escayola y cola. La muñeca autómata que se exhibe aquí mide 52 cm fue realizada en Francia entre 1880 – 1899 en la fábrica del artesano Leopoldo Lambert, pero la cabeza procede de la alemana Simón & Halbig, una de las fábricas de muñecas más importantes de Alemania.

La muñeca autómata que se exhibe en el Museo Casa de los Tiros, procede de la colección del Museo de Arte y Costumbres Populares de Sevilla. La podemos contemplar gracias al programa de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte “Los Museos viajan. La obra invitada“ Por su singularidad, se expone en la Cuadra Dorada, espacio más significativo del edificio del Museo Casa de los Tiros. Se ha dotado a la pieza de un montaje estudiado para esta ocasión y una iluminación que no sólo confiere el protagonismo que merece la pieza sino que aporta al visitante una vision distinta de la Cuadra Dorada. Muñeca con cabeza y manos de biscuit, el cuerpo es de composición (mezcla de pulpa de madera, escayola y cola combinada con cartón prensado) y metal en los ensamblajes y mecanismos para el movimiento. El mecanismo autómata se sitúa en una peana sobre la que se coloca a la muñeca, dicha peana va tapada por la falda del traje simulando que la muñeca tiene mayor tamaño del real. La cabeza es de tipo bombilla abierta y marcada en la nuca con la letras «DEP» (Deponiert) que significa registrado y que indica que fue patentado por el fabricante. Los números «1300» que aluden al modelo y «6» que indica la talla de la muñeca, así como «S&H» iniciales de Simon & Halbig. Los ojos son fijos de cristal del tipo rayón o pisapapeles, en azul con pestañas postizas. Las orejas están perforadas para los pendientes. La muñeca lleva vestido de baile de encaje mecánico de seda marfileña, imitando un tul bordado. Posteriormente sobre este encaje se le ha añadido en la pechera, caídas delanteras y contorno bajo de la falda, un entredós de tul bordado de tono más claro y diseño floral. Debajo lleva otro vestido de sarga con efectos adamascados, del cual sólo las mangas jamón quedan a la vista. En la cabeza lleva un tocado de plumas y en la mano una rosa de tela. La muñeca lleva incorporada sonería musical, posiblemente suiza, que se acciona cuando se pone en marcha el mecanismo por el que se acerca a la cara la mano en la que lleva una flor, en el acto de olerla. El mecanismo se acciona mediante cuerda en la parte trasera. Corresponde esta muñeca, aparte de su carácter de autómata, al tipo de muñeca ´lady´ por representar a una dama adulta con vestidos a la moda. Este tipo fue muy frecuente hasta 1870 cuando empezó a generalizarse la reproducción de muñecos con cuerpo y expresión de bebés. Aunque los muñecos autómatas se consideran genéricamente juguetes, lo cierto es que constituían un artículo de lujo y curiosidad destinado a las clases urbanas acomodadas y en ningún caso un entretenimiento destinado a los niños.

Cómo no podía ser de otra forma, París como centro de la moda internacional y especializada en la producción de artículos de lujo realizados por fabricantes exclusivos, se convirtió en el centro más importante de fabricación de muñecos autómatas, la mayoría de ellos realizados según demanda por lo que existen muy pocos ejemplares del mismo modelo. Leopold Lambert fue uno de los más conocidos por el volumen de su producción, singularmente alta, que se especializó en autómatas con forma de muñeca y, cómo era habitual en estos casos, utilizaba cabezas de biscuit realizadas por otros fabricantes, como en este ejemplar de Simon & Halbig (Alemania). Esta es la razón por la que estos fabricantes registraban su marca en las nucas de las cabezas de los muñecos para identificar claramente su autoría. Como en la mayoría de las muñecas francesas, esta pieza destaca por el cuidado y detalle de su indumentaria, que en este caso es coetánea de la muñeca, y seguramente realizado por modistas que reproducían en miniatura la indumentaria que las damas adquirían en las boutiques de moda de París. Una característica común a casi todos los muñecos autómatas y que las diferencia extraordinariamente de otras muñecas sin mecanismo, es que los cuerpos eran muy poco sofisticados ya que todo lo que tapara la ropa no se decoraba ni se acababa con esmero. 

– Visitar web del MUSEO DE LA CASA DE LOS TIROS DE GRANADA

 

 

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