Juan Franco Crespo: «Reflexiones viajeras por el Mediterráneo Oriental: Egipto»

Pon tu confianza sólo en los hechos y no te fíes de las palabras”

(Demófilo)

De nuevo estábamos por la región que no deja de sorprendernos y, en donde siempre te acabarás haciendo preguntas ante el crisol de civilizaciones que allí dejaron sus huellas y que, en cierta medida, son nuestro “poso”, nuestro origen cultural a pesar del nihilismo que invade a la sociedad europea del XXI; estamos ante una región realmente maravillosa y donde nunca te sientes un extraño a pesar de los idiomas y los diferentes alfabetos aunque, para el viajero, encontrar información y material para su deambular no será difícil, sobre todo si le apasiona el mundo de los faraones o la egiptología. Otra cosa es el caos que parece reinar pero que a ellos les funciona.

El viaje al país de las pirámides realmente es maravilloso, aunque debemos colegir que demasiado denso para un mortal en el último tramo de su existencia y, si además, le añadimos una serie de inconvenientes, acabas realmente agotado y sólo deseas descansar.

ARRIBA: Simpática toma con los guías, el nuestro El Talleb Mahmood, un reputado profesor de Egiptología, a la derecha AQUI: Mapa de Egipto, el Nilo o el río de la vida, abajo el lago Naser y los templos de Abu Simbel, trayecto del agotador viaje ::JFC

Inicialmente el viaje era compartido, una parte terrestre y otra acuática, pero ahí comenzó el dilema cuando nos acabaron llevando a un barco: PAPYRUS con graves deficiencias estructurales, pocas condiciones de salubridad y muchas taras en navegabilidad [aunque no seríamos los únicos que lo padecimos, porque luego otros viajeros iban explicando sus contratiempos y constantes cambios de planes por parte de los prestatarios del viaje que religiosamente has pagado en España después, investigando en las redes, comprobamos que ese es también un mal endémico en los operadores y que Octubre ha sido realmente de locos ante los millones de turistas que han llegado] y nos plantamos.

Comenzamos a enviar mensajes a las agencias en España, llamamos al guía y le planteamos no embarcar [aunque ya estaban todas las maletas del grupo en el barco] éste llamó a El Cairo y consiguió autorización para llevarnos al Hotel en el que nos alojaron de manera provisional la noche anterior en la que apenas dormimos un par de horas por retrasos en el vuelo: una habitación realmente VIP, algo que ya no sería así cuando, tras el percance del barco, nos devuelven al hotel y la habitación ya será estándar y que difícilmente superaría a una casa rural en España a pesar de pagar un sobreprecio para tener hoteles de mejor categoría en la agencia con la que contrataba el viaje en España..

Las antenas que aseguran no sólo la radio, sino toda las comunicaciones en esa remota área de Abu Simbel ::JFC

El tema COVID ya parece que se relajó y nada de códigos QR, negativos o papeleo. Por supuesto, de las mascarillas en todo el periplo, desde que montas en el avión de bandera egipcia, nada de nada. O, parafraseando a Karl von Clausewitz, una parte de la información obtenida en la guerra [COVID] es contradictoria, otra parte todavía más grande es falsa, y la parte mayor es, con mucho, un tanto difusa. Y de nuevo te preguntas ¿qué pasa en la UE que nos ha acorralado, acojonado, idiotizado y encerrado? Porque, si realmente fuese lo que nos han dado como placebo, esta gente habría muerto como chinches y sin embargo ahí están, con condiciones sanitarias que dejan mucho que desear, una de las cosas que descubrimos al tener que realizar todo el viaje por carretera y cruzar poblaciones que realmente te hacen decir: ¡Qué bien estamos!

Y evidentemente no estamos hablando del medio natural, ya sabemos que estamos en el desierto y que a veces las condiciones son duras, mucho más para un occidental. Esa introspección por el país de los faraones hará que te preguntes ¿cómo teniendo tanto han llegado al estadio en el que están? Y aquí podríamos colegir que las opciones son múltiples pero, lamentablemente, llegas a la conclusión de que, si cedes una vez, acabarás perdiéndolo todo.

La sorpresa que aparece en cualquier encuadre, yo me puse a reír ante el animal que estaba viendo ::JFC

En medio siglo de viajes –tras mi fugaz paso por LUXOR hace tres décadas- uno queda alelado ante la magnitud de lo que contempla… Hay que recordar que hay más de cinco mil años de historia ante nuestros ojos. Sorprende la cantidad y calidad de aquellas faraónicas obras que ahí están, muchas de ellas saqueadas o destrozadas por el clima, las tormentas de arena y, sobre todo, por la ambición de los que acometieron en su día la búsqueda de esos tesoros enterrados en lo más profundo de unas edificaciones que no tienen equivalencia en todo el orbe.

Tras el agotador viaje, de nuevo a casa para reponerse. ¡Qué dura ha sido la experiencia! Y también para disfrutar de la estolidez que nos caracteriza, nada más salir de la Terminal de Barcelona, para acceder al autobús, el chófer, que hace de flamante Hombre de Harrelson, te larga una imperativa que te deja alelado: Póngase la mascarilla y así ya hasta llegar a casa ¿si fuera de la UE la gente no la lleva y no se mueren como moscas, por qué seguimos padeciendo la dictadura del bozal?

Todavía quedaba pasar el control de la RENFE, trato de hacerlo con mi abono, pero la máquina lo rechaza, se me acerca el vigilante de turno y me pide el mismo, se lo dejo y me suelta: “este abono no le permite acceder en esta Terminal porque usted tiene que tomar el tren en la Estación de Francia”, me quedo con cara de idiota. Vaya como si tomando la Alsina en Santa Cruz del Comercio para ir a Granada, me hubieran largado usted tenía que subir en ALHAMA que es el origen de este abono. Vaya, que sin quererlo uno se acuerda de las payasadas de los Hermanos Marx o del gran Charlot.

Una de tantas rocas en esta parte del Nilo, en este caso es ya perteneciente a la isla Elefantina ¿por qué ese topónimo? Un poco de imaginación y contemplando la imagen podemos pensar el motivo ::JFC

Pero esto no se ha creado en un solo día porque hace más de tres décadas ya me sucedió algo similar, a nivel profesional, con las titulaciones a la hora de presentar unos documentos me decían que no servían porque estaban por encima de los requisitos que pedía la convocatoria. O sea, que la excelencia, ahora, por causa de tanto necio, tenemos que valorarla en negativo.

Pues igual en el caso del tren, tengo un billete que vale para 100 kilómetros, intento montar en un tramo de 80 y no puede ser porque el genio que ha programado las máquinas considera que ese billete ya no tiene validez. ¡Quedan lejos los tiempos en que me montaba en San Fernando y para llegar a Valls iba cambiando de tren, sin ningún tipo de control –bastaba enseñar el billete al revisor cuando te lo pedía y no pasaba nada si siendo de largo recorrido te montabas en uno de inferior categoría o de cercanías-, ni máquinas que te cerraban el paso pero, curioso, entonces estábamos viviendo en una dictadura!

 

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Juan Franco Crespo

Maestro de Primaria, licenciado en Geografía

y estudios de doctorado en Historia de América.

Colaborador regular, desde los años 70, con publicaciones especializadas

del mundo de las comunicaciones y diferentes emisoras de radio internacionales.

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