Nacho Guerreros: «El acoso escolar es un problema nacional, al nivel de la violencia de género»

En mayo pasado, Ediciones Versátil, sacaba a la venta el libro ‘Yo también sufrí bullying’ cuyos autores son la periodista Sara Brun y el actor, Nachos Guerreros (Calahorra, La Rioja, 1970). A éste muchos le recordarán por su interpretaciones en se­ries televisivas como: Manos a la obra, Ala…Dina, A las once en casa, El secreto, La casa de los líos, y sobre todo en Aquí no hay quien viva donde interpretó a José María, un personaje marginal que fue pre­cursor de Coque, el conserje de La que se avecina, al que lleva dando vida desde hace una década. Su sueño desde pequeño siempre fue aparecer en la revista Fotogramas. 

– Hola, Nacho, ¿Cómo está?
– Estoy fenomenal y de todas las series la verdad es que me han hecho popular es ‘La que se avecina’ y ‘Aquí no hay quien viva’. En las anteriores hice muy poquito pero también sirven porque generan tu trabajo y curriculum, por ello les estoy muy agradecido, pero la popularidad me llegó con ‘Aquí no hay quien viva’.

– ¿Sigue pendiente el sueño de salir en la revista Fotogramas?
– La revista Fotogramas la tengo como revista de cabecera desde que era adolescente y quería ser actor. Si he salido alguna en sus páginas vez será por haber sido uno de los protagonista de las últimas series de televisión. Yo lo que quería salir como el protagonista de una película española pero por ahora no lo he conseguido.

– ¿No sería mejor salir en ‘Cuadernos de Pedagogía’? Lo digo por la temática del libro..
– A mí todo me parece interesante, creo que soy un tío que no se deja llevar por las modas. Creo que mi oficio me ha llevado de la mano y no al revés. Era necesario que yo escribiera este libro y que partiera de la más pura casualidad. Fue una conversación con la coautora y amiga mía, y aprovechando mi popularidad en una serie de televisión -quizás si hubiera sido cine no hubiese tenido la popularidad que me ha dado el estar diez años entrando en los hogares de este país- y quizás el libro no hubiese tenido tanta repercusión, o sea que yo agradecidísimo de hacer televisión, de escribir este libro y, por supuesto, de estar en todas las publicaciones que sea hablando de este libro o de otra cosa relacionada con mi trabajo, puesto que de mi vida privada no me gusta hablar mucho, porque creo que tiene muy poco interés.

– El libro que tiene una finalidad benéfica pues parte de los ingresos de su venta se destinarán a la Fundación ANAR, comienza con el párrafo “Tuve una infancia feliz. Soy hijo único, así que me acostumbré a jugar solo en casa y desarrollé mi imaginación creando un montón de personajes al mismo tiene” que hacía presagiar su dedicación a la interpretación…
– Yo tenía una vocación clarísima, quería trabajar en televisión desde pequeño, quizás porque nací con esa vocación aunque no sabía si lo mio iba a caminar por Shakespeare, por el cine o la televisión, quería pertenecer a este mundillo. En mis juegos infantiles yo jugaba a que hacía televisión, lo que sí que es cierto que a partir de este acoso que yo sufí con 13 años fue el empujón definitivo para decidir dedicarme a lo que me dedico ahora, al encontrarme a esos dos individuos que decidieron que no era como ellos y me tomaron como una víctima fácil.

– ¿Tuvo la oportunidad de contarla a alguien de su entorno cercano?
Nunca lo manifesté. Incluso mis amigos de toda la vida se enteraron por el libro y mi familia también. Nunca se lo conté a nadie porque sentía pudor

– ¿Hasta qué punto le ha servido para liberarse el contar su testimonio?
– Primero el saber que no estás solo, que no he sido el único que ha sufrido una experiencia traumática de este tipo sino que hay muchas otras personas que también lo han sufrido y que muchísimos lo están sufriendo ahora. Para mi y para todos los que hemos participado de alguna forma u otra en este libro ha sido como una terapia. El conocer a Carlos Alonso o a Lucía, ha sido una experiencia muy dura, en la que sufrieron más que yo y, de verdad, los considero héroes. Mi experiencia traumática duró un año y tenía claro que me tenía que ir pero ellos estuvieron años y años aguantando a sus acosadores. Yo tenía clara mi vocación y el conocerlos me dio el empujón, pero ellos no tenían opción porque eran muy pequeños. Carlos Alonso sufrió acoso desde los cuatro años y durante toda su etapa escolar. Con esa edad, sin una vocación definida, si no tienes claro lo que te está pasando, es muy duro. Con mi edad, yo era adolescente, ya sabía que no quería vivir esa situación

Nacho Guerreros, (Coque, en la serie LQSA), coautor de ‘Yo también sufrí bullying’/ED. VERSÁTIL

– De todos los testimonios personales que se recogen en el libro que terminan con unas reflexiones suyas ¿cuál le conmovió más?
– Cada caso lógicamente es distinto pero todos tienen muchas cosas en común. A mi me sigue conmoviendo mucho el niño de ocho años, Víctor, que desde los 4 estuvo sufriendo acoso escolar y que asistí a un día de terapia con su psicóloga tal cual lo hemos descrito en el libro, y que llega a decir “esta semana me ha ido bien, no me ha pegado nadie”. Eso me conmovió mucho y los dibujos que ilustran el libro son suyos pues nos dieron permiso su mamá y su terapeuta para poder incluirlos. Quizá el hecho de ser reciente y que le esté pasando ahora es de los que más me conmovió y luego, conocer a Carlos, ha sido una maravilla porque es un príncipe y como digo en la reflexión «ya quisieran tus acosadores llegarte a la suela del zapato. Nunca te podrán igualar porque despiertas envidia». Es un señor con 20 años, educadísimo, inteligente, buen profesional, de hecho está triunfando en EE.UU mientras que sus acosadores nunca van a llegar a nada, pues siempre se suelen quedar a mitad de camino del acosado.

– ¿Qué opiniones le han llamado más la atención?
– En este libro hay muchos testimonios y muchas asociaciones, tampoco me puedo quedar con ninguna porque todas nos han aportado mucho y hemos adquirido tantos conocimientos desde la Fundación ANAR, el AIPIS, la Asociación de Navarra,… Todas nos han ayudado enormemente, sin ellas no habría libro. Era mi testimonio pero queríamos incluir otros testimonios más.

– Se están cumpliendo las expectativas planteadas a la hora de escribir el libro?
– Se están cumpliendo con creces pues realmente los medios nos han acogido con los brazos abiertos. Hemos llegado a muchos sitios, lo hemos presentado en muchas ciudades y nos han enseñado tanto en estas presentaciones. Una señora en Pamplona que manifestó el acoso a su hijo hace 17 años y que desgraciadamente su hijo ya no lo puede contar pues no está. Otro señor en Logroño que por primera vez y en primera persona habló de su propio acoso echándose a llorar. En Murcia tuvo la suerte de participar con 300 alumnos junto con la consejera de Educación, todo lo que se formó allí fue impresionante porque los críos están muy concienciados con este tema con lo cual para mi ha sido una experiencia enriquecedora cien por cien, y no solo ha cumplido las expectativas sino que lo ha cumplido con creces.

– ¿Cree que en los próximos años se reducirán los casos de acoso escolar? ¿Podemos ser optimistas?
– Las redes sociales son un arma de doble filo, por un lado nos hacen visibles pero por otro lado crean el efecto contrario. Lo que me fascina y me indigna es que un menor de 14 años pueda colgar cualquier tipo de contenido en la red sin un filtro. Para empezar, las personas a las que pagamos sea Ministros o Diputados deberían planteárselo pues el acoso escolar es un problema nacional, del nivel de la violencia de género que, según dicen las estadísticas, uno de cada cuatro alumnos en edad escolar está siendo víctima de acoso. Soy optimista pero tenemos que trabajar mucho todos, no solo yo y Sara y las personas que nos han ayudado si no también los papas de los acosadores deben hacer frente al problema que tienen en casa y no ponerse de inmediato del lado de su hijo que es lo que suele pasar. Se ponen del lado del hijo sin escuchar la otra voz. Cuando se produce esta llamada famosa del instituto oiga su hijo está haciendo esto. Lo primero es decir mi hijo no. De entrada tenemos que escuchar la otra parte y después actuar . Siempre lo he dicho que es un libro para todos los públicos, incluso si no se tienen hijos y recomiendo la lectura a todo el mundo, porque se trata de un problema en este país y en otros países civilizados

– ¿Cómo se presenta el otoño?
– Por ahora acabo de empezar hoy el descanso veraniego. En septiembre comenzamos otra vez con la promoción del libro, también rodaré un corto, comienzan los ensayos de una función de teatro, y el rodaje de nuevos epidosrios de la que se Avecina…

 

Sara Brun, coautor de ‘Yo también sufrí bullying’/ED. VERSÁTIL

Sara Brun (Pamplona, 1972) es licenciada en Comunica­ción Audiovisual. Autora de cuatro libros de gastronomía vinculados al programa España Directo, de algunos artícu­los y libros sobre la historia de los pueblos Figarol, Rada y Carcastillo, de Navarra. Es autora de la novela ‘De Sofía al cielo’. También ha colaborado en Madre hay más que una, de Samanta Villar, y publica semanalmente artículos rela­cionados con la infancia y la juventud en el blog de Kamira. La cogemos en Lanuza, un pueblo precioso de Huesca, en los Pirineos «con un paisaje espectacular», donde llegó para el Festival Pirineo Sur. Cuando le comentamos que tenemos su libro lleno de subrayados y anotaciones indica que «es la mejor utilidad es que escribir sobre los escrito».

– Hay un gran cambio en la temáticas de sus anteriores libros y el que nos ocupa, sobre acoso escolar ¿Cómo surge?
– Soy escritora y llevo seis años viviendo de ello. Abordo muchas temáticas y este último surgió de casualidad pues un día estaba hablando con mi amigo Nacho Guerreros al que conozco desde hace 20 años, y me contó que cuando tenía 13 años había sufrido acoso escolar. La verdad es que de este tema hay mucho escrito pero enfocado a profesionales pero no hay un libro de testimonios de víctimas, acosadores, profesores que lo pueden estar sufriendo también que cuenten en primera persona de qué va esto, qué les pasa a estos niños y cuál es su reacción, de traumas que son para toda a vida. por ello nos decidimos a publicar eso y aquí estamos con Yo también sufrí bullying

– ¿Cuál fue el modus operandi para ir dando forma a esta publicación?
– Fue un proceso duro del que realmente me he dado cuenta ahora una vez que el libro ya lleva un mes en la calle pues ha sido cuando he comenzado a gestionar en mi cabeza todo lo que habíamos vivido que ha requerido una relación muy estrecha con todas las víctimas que aparecen y sus familias, tanto como que hemos convivido en sus casas, acompañado a las madres a ir a recoger a los hijos al colegio, acompañando a los niños en sus terapias psicológicas, ha sido una inmersión profunda en lo que es el acoso escolar con las víctimas y sus familias, y que nos ha permitido saber lo que supone ser víctima de acoso escolar. Estamos deseando que el libro sirva para algo y se empiece a trabajar bien desde el principio.

– En la foto de la solapa tiene cara de niña ¿sufrió acoso en su etapa escolar?
– Yo no sufrí acoso escolar. Fui una niña como muy alegre y teatrera y me considero una privilegiada pues no me pasó nada de eso. En el prólogo de Jordi Sánchez (Antonio Recio) dice que el había vivido con muchos de sus amigos que cuando veían un pájaro medio moribundo había quienes le ponían un petardo en la boca para que explotara y otros que le cuidaban. Yo siempre habría sido y sigo siendo de los que cuidan.

– ¿Qué valoración hace de las distintas asociaciones y colectivos que trabajan por la erradicación de esta lacra?
– Es fundamental porque todas las asociaciones se han creado porque son padres de víctimas de acoso, gubernamentalmente no hay nada que esté funcionando ahora mismo. Se dice que son cosas de niños y se intenta tapar ¿cuál es el porcentaje real? Estamos hablando de que1 de cada 4 niños sufre actualmente acoso escolar. Las asociaciones funcionan porque son todas de padres de víctimas que han pasado por ese infierno antes y cuando acude un padre o una madre desesperada saben exactamente el proceso que les van a contar que no les va a gustar porque es una verdadera mierda pero es real y ya no se siente tan solo. Ahí hemos encontrado dónde está realmente el acoso escolar y qué hay para solucionarlo, pero gubernamentalmente parece que no hay interés saber dónde está el acoso escolar y qué hay para solucionarlo. Una solución es medirlo. Un profesor no puede estar atento a los 33 niños que tiene en el aula ni a todo un patio, si con un test válido en septiembre y otro en mayo sabes donde puede estar el acosador y el acosado, con lo cual la prevención será total. Queremos hacer hincapié en que se mida esto pues nos parece primordial que se sepa como está ese niño en el aula.

– ¿Cuál debería ser el papel de los centros educativos ante este tema, y de los padres y madres pues en muchos casos son los últimos en enterarse?
– Bueno esto tiene sus razones. Un niño que está sufriendo acoso escolar puede que no lo cuente en casa porque no sepa lo que le está pasando hasta pasados unos meses. El acoso escolar no es algo que te pase de repente, es un gota a gota , primero es un empujón, luego es un insulto, hasta que resulta que acaba siendo todos los días. Cuando el niño no quiere ir al colegio ningún día de la semana, pueden haber pasado meses y los padres no se han enterado. Cuando el niño se cree que le pasa algo a él, porque siempre sabe que le algo le pasa malo porque siempre se cree el culpable puede que no lo cuente en casa por no preocupar a sus padres y por las posibles represalias de los acosadores si se chiva por lo cual puede pasar más tiempo hasta que los padres se enteran. Cuando ocurre esto normalmente van al colegio a protestar y puede ocurrir que un maestro no haya visto todos los días. Que un colegio diga que sí hay un caso de acoso escolar supone que se abra un expediente lo cual es un marrón para el colegio entonces o miran para atrás o hacia otro lado o se enfrentan a ello normalmente llamando a los padres del acosador y ellos van a decir que su hijo no es acosador, que su hijo es bueno, y ahí comienza la bola de nieve que es difícil de desentrañar.

– ¿Hasta qué punto considera crucial trabajar con las familias de los acosadores?
– Claro, el problema es que la Ley del Menor dice que si un niño menor de 14 años es imputable. A la víctima se le pone a la orientadora de refuerzo cuando a lo mejor tendría que ser al acosador pero si los padres no dan ese consentimiento para que sean atendidos por un orientador no va a ir, con lo cual los padres de los acosadores son los que realmente tienen la llave para mejorar eso, pero si no es así hasta puede ocurrir que los padres del acosador denuncien al colegio porque se están metiendo con su hijo

– ¿Qué testimonios u opiniones les están llegando tras la publicación del libro?
– Salen muchos en las presentaciones que están siendo multitudinarias donde acude gente que al ver un espacio en el que se está hablando íntimamente de este tema la gente se lanza a hablar y contar sus historias. Por eso son presentaciones muy emotivas y donde se escuchan testimonios de personas que están contando su caso por primera vez. También están sirviendo para poner padres y asociaciones en contacto que les ayude a no sentirse solas ni las familias ni las víctimas.

– Hasta qué punto es relevante que el autor del testimonio sea un actor de televisión conocido?
– Es muy positivo porque las víctimas tienden a sentirse culpables de lo que les está pasando. Piensan que hay algo raro en él, que hace que me acosen, cuando eso es totalmente falso. Este sentimiento de culpabilidad, al ver a Nacho Guerreros en la portada diciendo ‘Yo también sufrí bullying’ les está haciendo pensar de que a lo mejor la culpa la tiene el otro, no yo por ser alto, bajo, con gafas,… pues no hay un perfil de víctima, cualquiera puede serlo, entonces desculpabilizar a esa víctima y a sí mismo.

– ¿Desea añadir algo más?
– Estamos muy contentos con la presencia mediática que estamos teniendo no para entrevistarnos a nosotros sino para que se pongan en contacto con todos los profesionales que aparecen en el libro y les hagan caso e intenten buscar soluciones con esos profesionales. Si sirve para que todas estas asociaciones y expertos se comuniquen y les hagan caso pues bienvenido sea.

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