El salón de actos del Hospital Virgen de las Nieves acoge un centenar de pinturas realizadas por niños de la Fundación Escuela de Solidaridad

En la mañana del jueves, 3 de agosto, se inauguraba una singular exposición en el salón de actos del Hospital Universitario Virgen de las Nieves. Su título ‘Este es mío’ y acoge un centenar de obras realizadas por niños y niñas de la Fundación Escuela de Solidaridad que se podrán contemplar hasta mediados de septiembre, en horario de 8 a 15 horas. En el acto de inauguración, al que acudieron varios de los jovencísimos artistas, intervino la gerente de este hospital, Pilar Espejo, y el director de la Fundación, Ignacio Pereda que agradeció la acogida de la exposición por parte de la institución médica y de forma muy especial a las monitoras, Loly y a Pili, el trabajo artístico fundamental que han desarrollado, en especial por su perseverancia y constancia ya que «es difícil manejar tantos pequeños pues en algunas sesiones se reúnen hasta 20 niños. Sin ellas nosotros no hubiéramos podido hacerlo». Por su parte, la gerente agradeció a sus compañeros del hospital el hecho de prestar su tiempo y trabajo, y, en especial a la Fundación Escuela de Solidaridad, no solo por el trabajo que realizan sino también «por permitir que el Hospital Virgen de las Nieves forme parte de su proyecto y convertir este espacio en una prolongación de la Escuela».

Las monitoras del taller de pintura junto a Dora Fanelli, Pilar Espero, gerente del H.U. Virgen de las Nieves y el artista plástico, Juan Zívico/A.ARENAS

Loly Lozano, licenciada en BB AA y colaboradora artística de la Fundación Escuela de Solidaridad, explicó que la conoció a través de una compañera de la Facultad que solía trabajar mediante grupos. «A mí se me ocurrió que lo hicieran individualmente cada uno su forma. Soy de la opinión de que a los más pequeños hay que dejarlos que lo hagan espontáneamente. Les he hecho hincapié que lo hagan a base de pinceladas y que no restregaran lo cual entienden muy bien». Las de edades de los autores oscila entre los 2 a 14 años. De David, un chico de 14 años resaltó las grandes cualidades que tiene y su gusto por copiar a Picasso. También nos habla de Shión un chico japonés en cuyas obras se nota la influencia de su cultura, o de Chaima que con solo cinco años empezó pintando abstracto y ahora con 8, lo hace más figurativo y que entre otras obras presenta un retrato de su mamá y otro de la monitora.

Loly añade que en los cuatro años que lleva desarrollando este taller los martes, de 17 hasta las 20,30 h, les ha hablado también de los colores complementarios, que algunos han captado perfectamente. Este es el caso de Paola, de origen africano, «que aunque han vivido en España se nota como su cultura se proyecta posiblemente a través de sus mamás porque la mayoría vive con ellas». O de Hraja, una chiquilla siria refugiada de 4 años que es «una artista integral pues le gusta la pintura y el baile, además es una niña que trabaja con muchas texturas y con bastante empaste». Al igual nos habla de Soraya, de Libertad, una chiquilla japonesa, de Hugo, de Mozambique en cuyas obras se notan su orígenes, como también es el caso de Suleika, de orígenes africanos y españoles, que «con dos años hace unos cuadros increíbles».

Aclara que «yo no me meto ni en el color ni en la forma, solo les aconsejo colores limpios y a bases de pinceladas». Las obras se ha realizado sobre cartón y en algunas casos se han protegido con telas, dado que trabajan con acrílicos y al ser niños tan pequeños mayoritariamente con témperas. «La témpera al pintar sobre cartón se oscurece y al ponerle una tela como que los colores se quedan más brillantes y más puros», insiste la monitora antes de añadir que «nos vendría muy bien que la gente colaborara comprando obras de los niños para tener algo de dinero para la compra de materiales».

Alumnos participantes en el taller junto a sus obras expuestas en el Virgen de las Nieves /FOTOS: ANTONIO ARENAS
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