Sandra Raya: «Quiero a mis personajes y sufro con ellos»
Sandra Raya Porcel (1980) es una granadina de La Zubia, donde cursó sus estudios primarios, para después licenciarse en Periodismo por la ESCO. Ha trabajado en radio y prensa digital y tras la buena acogida de ‘Una vida por error’, que salía en abril pasado, ahora presenta su continuación que ha titulado ‘Un destino sin corazón’, publicadas ambas en Ediciones Crisol en tanto que ultima la tercera que estará en la calle en cuestión de pocos meses. La presentación tendrá lugar el sábado, 25 de noviembre, en Patio Andaluz de La Zubia (C/ Eras del Calvario) donde le acompañará su editor, José Carlos de la Cueva (20 h). «Desde hace un tiempo me dedico a plasmar en un papel lo que pasa por mi mente. Lo que suelo escribir forma parte de mi imaginación aunque es indiscutible que la vida cotidiana en cierto modo afecta a la hora de escribir. Mi novela es una novela actual, fundamentalmente dramática, bastante sencilla con la que el lector se identifica por muchos motivos ya que puede suceder un día cualquiera en cualquier parte del mundo», explica la autora.
Los lectores se van a encontrar a los mismos personajes, Salma, protagonista de la primera novela, Irene, su pequeña Lucía, los abuelos Antonia y Pedro; Rubén y María, los hijos, el tío Andrés, aunque en esta entrega en la que se convierte en protagonista Rubén. «El niño adolescente se ha convertido en adulto con su trabajo y algo que llevará a Rubén al abismo y que sumergirá a toda la familia en un auténtico drama», indica. Y junto a la historia de Rubén que pasa por momentos muy complicados, y de su pareja, hay otra historia paralela entre María, la hija de Salma, y la pequeña Andrea que en opinión de la autora «pienso va a gustar mucho. Volvemos al drama, al humor, y también a la pena ya que el protagonista pasa por momentos muy complicados. Aunque se trata de una segunda parte cada libro tiene su propio principio y final y no es imprescindible haberte leído el primero, « te ayuda pues ya te has familiarizado con los personajes a los que llegar a coger cariño».
Tanto es así que afirma «yo quiero a mis personaje y sufro con ellos, y cuando escribo los visualizo, me voy a su realidad. Una cosa es la idea que tengo en mi cabeza y otra lo que te pide el personaje. Hasta que no está terminada no suelo titularla pues tiene que estar íntimamente ligado con la historia del libro». Como lo tiene que estar la imagen de la cubierta, en este caso una imagen impactante en la que se aprecia sobre un fondo negro, un corazón que se rompe en mil pedazos y cada pedazo de ese corazón tiene un trocito de la historia. Su editor, José Carlos de la Cueva, destaca de la autora su «desbordante imaginación y sensibilidad que nos adentra en un mundo que, no por complejo, deja de ser real. La autora, una madre no exenta de sus quehaceres cotidianos, de nuevo nos demuestra su gran capacidad argumentativa».
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