Antonio Ubago: «El Centro Artístico y el teatro. Hermanamiento con la Compañía Mira de Amescua»

El Centro Artístico, Literario y Científico de Granada nació a finales del siglo XIX (1885) al amparo de la necesidad sentida por los artistas y creadores de la época de tener un lugar donde compartir y exponer sus inquietudes, al mismo tiempo que servir de auditorio para mostrar sus creaciones. A lo largo de su historia, ha puesto en marcha proyectos que el tiempo ha convertido en simbólicos, como su Boletín, la cabecera periodística más antigua de la provincia (1886) -cuyo número 4 de la cuarta época fue presentado con todos los honores el pasado noviembre en el Salón de plenos del Ayuntamiento-; la primera caseta de feria en el Corpus (1912), situada en el Paseo del Salón, el primer Festival de Cante Jondo (1922), en el Patio de los Aljibes de la Alhambra, y los Festivales de Música del Palacio de Carlos V, que, tras cuatro ediciones de notable éxito, fueron convertidos en el actual Festival Internacional de Música y Danza de Granada o la resurrección de los autos sacramentales en 1927, con prohibición gubernamental desde 1765.

En el desván de la actual sede, en el edificio del Teatro Isabel la Católica, fueron halladas unas cajas con documentación en la que destaca el libro de socios donde figura inscrito en 1915 el nombre de Federico García Lorca; igualmente fueron encontrados los trajes de los Reyes Magos, algunas de cuyas piezas se consideran las originales de las que usaron sus Majestades de Oriente en la primera Cabalgata de Reyes que el Centro organizó en 1912.

Entre las muchas actividades desarrolladas por El Centro Artístico, el teatro ha ocupado un lugar preferente a lo largo de sus 132 años de vida, no sólo promocionando el arte escénico, sino también sufragando gastos de interesantes puestas en escena. He aquí alguna muestra. En el capítulo de conferencias son de destacar, verbigracia, la de Eduardo Marquina, en mayo de 1924, “Consideraciones acerca del teatro de hoy” o la de Cipriano Rivas Cherif, en abril de 1929, uno de los mejores directores de teatro del momento, “Ensayo de un teatro de imaginación”. Fue ocasión señalada la actuación de Margarita Xirgu en el Palacio de Carlos V en 1936, invitada por el Centro Artístico.

Antonio Gallego Burín ya como alcalde de Granada o desde los diversos cargos que desempeñó en el Centro Artístico (presidente, vicepresidente, bibliotecario…), colaboró decididamente a promocionar el teatro granadino y muy especialmente a José Tamayo, creador del TEU, que se transformaría en la Compañía Lope de Vega, interviniendo en numerosos espectáculos teatrales de nuestra ciudad hasta que marchó a Madrid para hacerse cargo de la dirección del Teatro Español de 1954 a 1962, empresario del Teatro Bellas Artes y director del Teatro Lírico Nacional. Influyó de manera importante en la vida teatral, musical y artística de Granada. Remodeló la actual plaza de las Pasiegas para representaciones teatrales, autos sacramentales en particular y fue el primero que se atrevió a poner en escena, junto a otros prohombres granadinos, un auto sacramental de Calderón de la Barca, durante las Fiestas de Corpus de 1927, prohibidos desde 1765.

Sede del Centro Artístico de Granada hasta principios de los 90

En la planta sótano del actual Centro Cultural de Puerta Real, que fue sede del Centro Artístico hasta los primeros años de la década de los 90 del siglo XX, existió un pequeño escenario por el que desfilaron los grupos teatrales más importantes de Granada en los años 60 y 70: Juventudes Musicales, bajo la dirección de Alfredo J. Curiel Aróstegui de la Plata., TEU o Teatro Popular que ofreció numerosas representaciones con su creador Manuel de Pinedo. También en este Teatro del Centro Artístico, sobre un escenario circular, José Martín Recuerda dirigió `Las sillas´, de Eugenio Ionesco o en 1976 Alfredo J. Curiel Arostegui representó `La Camisa´, de Lauro Olmo… No podemos seguir. El fallecido actor Antonio Morell Casas fue director del Grupo de Teatro del Centro Artístico, fundado en los años 70, con el logro de brillantes interpretaciones.

La presidenta del Centro Artístico, Celia Correa, no quiere olvidar esta continuada línea de apoyo y fomento de la entidad al teatro y ha formulado, en el caso que nos ocupa, una propuesta de hermanamiento a la Compañía Mira de Amescua. Fundada por Germán Tejerizo en 1993, especializada en autos sacramentales y que ahora celebra su XXV aniversario, sorprendida y honrada, ha aceptado complacida tal honor. El 7 de enero tendrá lugar el acto en el teatro Isabel La Católica, al tiempo que la Compañía Mira de Amescua pondrá en escena el drama teológico ‘El condenado por desconfiado’ de Tirso de Molina.

Los miembros de esta compañía, integrada en su mayoría por profesores y músicos, tienen dilatada experiencia teatral, aunque no son profesionales. Incorporan a su trabajo los medios técnicos actuales, cuidadas puestas en escena, rigurosa interpretación, selectas ilustraciones músico corales…, para poner de relieve el elemento estético y, sobre todo, las hondas vivencias espirituales de un género literario, en el que son considerados especialistas, que puede ayudar a superar el cargado materialismo ambiente.
Tras un cuarto de siglo ya de continuada dedicación de esta compañía a avivar el profundo sentimiento cultural y religioso que los autos sacramentales suponen en la festividad del Corpus, esta ciudad expresa así, con su presencia y estímulo el fervor continuado con la tradición secular, y la Mira de Amescua quiere manifestar, al tiempo, el reconocimiento a las autoridades locales por la asunción del papel de patrocinio que vienen asumiendo, como de antaño tuvieron, así como a los medios de comunicación por su tarea fundamental de hacerse eco mantenido de estos sones eucarísticos áureos. El abrazo fraterno que gentilmente el Centro Artístico brinda ahora a esta agrupación teatral será estímulo constante en su tarea.

Antonio Ubago

Publicado en la edición impresa de IDEAL, 20/12/2017

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