Todavía recordamos esa magnífica novela de intriga, misterio, suspense y acción, perteneciente al subgénero literario conocido como “novela negra”. Como no puede ser de otra manera, nos estamos refiriendo a la obra de Umberto Ecco “El nombre de la rosa”, una obra maestra de la novela histórica, que fue llevada al cine por el director Jean-Jacques Annau, protagonizada por el famoso actor Sean Connery, en 1986. En ella, se pone de manifiesto como la Iglesia Católica ha preservado, cuidado, mantenido y legado la cultura a occidente.
Durante el milenio que duró la Edad Media aproximadamente, fue en los monasterios y los monjes los que copiaron y preservaron la cultura clásica, gracias a las órdenes benedictinas, cisterciense, jerónimas, dominica…, se conservaron las obras clásicas de Grecia y Roma, y han llegado hasta nosotros. Muchos monasterios eran auténticos templos del saber en cuyos scriptoria se copiaban los libros del saber, desde los clásicos greco-latinos a las obras más destacadas del Islam, pasando por las obras de los Padres de la Iglesia como “La Suma Theológica” de Santo Tomás de Aquino, las obras de San Agustín de Hipona, San Isidoro de Sevilla, etc. Por ejemplo, gracias a la Iglesia Católica, hasta nosotros han podido llegar, primero traducidas al latín, posteriormente al castellano, las obras más destacadas de los filósofos andalusíes: Averroes, Aben Al-Abbar, Ibn Jaldun, Ibn Al-Jatib, Ibn Al- Qaysî al Basti, Al-Qalasadi, o el judío Mahimonides. Por supuesto, todos estos grandes filósofos, científicos y teólogos, cristianos y musulmanes, bebieron de las fuentes clásicas: los filósofos pre-socráticos, los sofistas, Protágoras y Gorgias; Sócrates, Platón, Aristóteles, Hesíodo, Séneca, Cicerón, Marco Aurelio, Virgilio…
El Obispado de Guadix, la Diócesis más antigua de España, heredero de esta antigua tradición cultural, se ha convertido en un “mecenas” de la cultura. Una diócesis rural –como diría monseñor Ginés García Beltrán, actual mitrado de Getafe− tan pequeña y austera como es ésta, está llevando a cabo una labor cultural impresionante. En este año, 2018, se conmemora el treinta aniversario de la fundación del antiguo Instituto, hoy Centro de Estudios “Pedro Suárez”. Fue un par de semanas antes de los idus de marzo de 1988, cuando un nutrido grupo de personas, entre ellos profesores de Historia, Literatura, Arte, Filosofía y Latín, y algunos sacerdotes, tomaron conciencia del rico patrimonio artístico y documental que posee esta diócesis. Al amparo y mecenazgo ejercido por monseñor Ignacio Noguer Carmona, quedó fundado el Instituto de Estudios “Pedro Suárez”, cuyo ámbito geográfico de estudio sería y es la diócesis de Guadix, que está formada por las comarcas de Guadix, Baza y Huéscar. En la actualidad, y desde el año 2004, esta institución cambió de denominación y pasó a denominarse Centro de Estudios “Pedro Suárez”, (CEPS). Cambió el nombre pero no los fines. Este centro es la principal institución que tiene la diócesis para poder ejercer ese patrocinio cultural. Con anterioridad y posterioridad a ese año de 1988, los obispos de Guadix siempre han tenido una especial sensibilidad por la cultura que poseen las tres comarcas antes mencionadas. Una tierra, la de la diócesis, que es muy rica en historia, puesto que está compuesta por las antiguas diócesis de Acci (Guadix) y Basti (Baza-Huéscar), a su vez sufragáneas de la primada cartaginense en época visigoda, primero con sede en Cartagena y después en Toledo. Este centro, cuenta con un nutrido número de miembros, su junta directiva, a cuyo frente se encuentra el presidente, y su consejo rector, a cuyo frente se encuentra el ordinario del lugar, es decir, el Sr. Obispo diocesano. Los fines que pretende el mismo son la preservación, conservación y puesta en valor del vasto patrimonio artístico y documental que posee la diócesis, y la investigación histórica, antropológica y artística sobre la misma. Anualmente, el centro edita el Boletín del Centro de Estudios “Pedro Suárez” (BCEPS), una prestigiosa revista de carácter científico donde se publican los diversos trabajos originales e inéditos de investigación humanística que se ciñen al ámbito geográfico de la diócesis. También se editan monografías que tengan que ver con el ámbito de estudio de la diócesis. De igual forma, el centro celebra, como mínimo, dos conferencias, una de inauguración al inicio del curso académico (en torno a mediados de noviembre) y otra de clausura, a finales del junio. Los ponentes que han pasado por el salón de actos del palacio episcopal han sido “primeras espadas” en sus respectivos ámbitos de estudio y campos de trabajo. Todo un privilegio para la diócesis y sus habitantes.
Una realidad muy interesante que tiene en la actualidad el obispado es la creación de la “Biblioteca Diocesana”. Imagínense, amables lectores, una gran biblioteca diocesana, que alberga los fondos del riquísimo archivo histórico diocesano, los volúmenes de la biblioteca del CEPS. Esta gran biblioteca diocesana contribuye a la investigación, preservación y difusión cultural en la diócesis de una forma extraordinaria.
Para ir concluyendo, tenemos que mostrar nuestro orgullo y honor por ser habitantes y feligreses de esta diócesis de Guadix, donde se encuentran nuestras respectivas parroquias, la de Benamaurel y la de Caniles. Una diócesis que, como bien hemos titulado a este artículo, es una gran mecenas con su rica cultura y su vasto patrimonio; la “Historia del Obispado de Guadix-Baza” del Dr. Pedro Suárez, publicada a finales del siglo XVII. Los cánones del Concilio de Elvira, aunque se celebró en Granada, fue presidido por Félix, obispo de Acci. El Sínodo de Martín Pérez de Ayala celebrado en 1554, su amplio contenido quedó recogido en ocho Títulos fundamentales, sumando un total de 254 Constituciones. La elaboración de “Baza Histórica” por don Luis Magaña, en la primera mitad del siglo XX. La S.I. Catedral de Guadix, la Iglesia Mayor de Baza y la Iglesia Santa María la Mayor de Huéscar, constituyen los tres templos más significativos de la diócesis. Sin embargo, la mayoría de las parroquias de ésta datan del siglo XVI y son de estilo mudéjar, destacando la de Santiago de Baza, Santa María y San Pedro de Caniles y la de Cortes de Baza. Un amplio patrimonio artístico y cultural que la Iglesia vela por su conservación, mantenimiento, mejora y difusión.
TEXTO:
JUAN ANTONIO DÍAZ SÁNCHEZ. Centro de Estudios Históricos de Granada y su Reino.
MARÍA CASTAÑO JIMÉNEZ. Diplomada en Magisterio Musical. Universidad de Granada.