Teresa Rancaño, profesora de la Escuela de Arte de Granada, convierte los vellones de lana en objeto artístico

Hasta ahora habíamos visto esculturas de arcilla, piedra, madera o hierro, pero nunca de lana. La oportunidad de ver este material convertido en obra de arte la brinda la profesora y artista, Teresa Rancaño Lejárraja (1965), una madrileña de nacimiento, aunque su vida ha transcurrido entre Almería, Sevilla y, sobre todo, Granada, donde ha desarrollado su actividad profesional en la Escuela de Arte. Muy cerca, en el espacio de arte Menfis, (Pescadería, 6) muestra hasta el 29 de mayo su original exposición ‘De pura lana’, un conjunto de 28 piezas, «fruto de diez año de trabajo y de una investigación larga y pausada». Cabezas, en su mayor parte femeninas, sin una gran descripción de rasgos, realizadas con vellón de lana cardado natural y, a veces, teñida con procesos artesanales que han sido realizadas con la técnica del fieltrado con aguja en seco también conocida como needle felting. Así consigue estas piezas tan singulares y delicadas que por primera vez expone al público en este espacio cercano a la plaza Bibramba.

 

Al interrogarle sobre el origen de esta original técnica, Teresa explica que «este trabajo partió de una colaboración con el Archivo Manuel de Falla, a partir de una propuesta de maniquíes para Antonia Mercé, ‘La Argentina’. Fue ahí donde empecé a trabajar sobre el concepto de la cabeza y la simplificación de los rasgos. Después lo desarrollé durante bastantes años con arcilla, con barro refractario, que culminó con una exposición en el espacio de Arrabal & Cía en 2007. A partir de ahí con el conocimiento de la lana y de las posibilidades expresivas del vellón de lana he realizado una investigación durante la última década. La lana es un material muy versátil que me permite una descripción muy exacta de lo que yo quiero hacer con ella». Igualmente comenta que la técnica aunque puede resultar misteriosa no lo es tanto cuando se ve hacer con una pieza de acero que permite «tras introducirla en el vellón, ir picando una otra vez, millones de veces, y la aguja va enredado la fibra natural de lana cardada. Lo importante es el dominio de la forma».

Dos de las piezas que Teresa Rancaño expone en Menfis en la muestra  ‘De pura lana’: A. ARENAS

Teresa comenta que ha buscado cosas parecidas en internet y no ha encontrado nada. «He localizado productos fabricados con fieltro pero con un concepto completamente distinto y con otro tratamiento muy diferente», aclara antes de añadir que «aquí la lana se muestra en su faceta natural, del vellón tal y como viene de fábrica, lana cardada sin proceso de hilado. La forma compacta la realiza la aguja y mi trabajo con ella, al igual que la disposición del material, que para mi es pieza clave a la hora de conseguir con éxito lo que yo quiero fabricar». En tanto nos va mostrando una de las figuras cercanas aclara que están trabajadas en hueco, sin ningún elemento interior que le dé la forma, comenzando por la base y montando la figura que va tomando la forma. En ocasiones coge trozos de ese material teñido que surge de la misma pieza o que realiza aparte para después añadirlo. En cada una de las piezas, calcula que puede tardar «de un mes y medio a dos meses, con horas imprecisas de trabajo, y uniendo millones de veces el material con la aguja hasta que adquieran esta consistencia». Teresa se muestra muy agradecida al público que abarrotó la sala durante dos horas en el momento de la inauguración, entre ellos profesores y alumnos de la Escuela, de Arte y, especialmente, al director de la sala, Joaquín Villegas y a Luz López por «su cariño y por tenerme en este espacio, muy acorde con este tipo de trabajo pues son piezas destinadas a un espacio interior».

Teresa Rancaño se formó en la Escuela de Bellas Artes de Sevilla donde realizó la especialidad de Escultura. Sacó rápidamente las oposiciones y en 1990 empezó a trabajar en la Escuela de Arte de Granada, en el Departamento de Volumen. Como docente siempre le ha interesado desarrollar la investigación con sus alumnos mediante proyectos y su visualización a través de exposiciones. Asimismo, en su trabajo personal, ha tenido la oportunidad de mostrar su faceta relacionada con la creación de títeres y marionetas. Entre las producciones en las que ha participado destaca ‘El retablo de Maese Pedro’ producida por el Archivo Manuel de Falla, la OCG y la Escuela de Arte que contó con la colaboración de tres profesores y el alumnado del taller. Experiencia que califica de «maravillosa y exitosa» ya que se presentó en el Teatro Alhambra, en Murcía, Cádiz, Sevilla y Brooklyn.

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