Selfies, memes y doblajes para acabar con el ciberbullying en institutos de Granada

Qué expresamos con nuestras fotos en redes sociales, cómo nos relacionamos con otras personas dentro y fuera de internet o qué es machismo y qué feminismo son temas fundamentales para las y los adolescentes pero, ¿cómo trabajarlos sin que se desconecten en cuanto abrimos la boca? El proyecto ExpresArte de la ONGD granadina ASAD ha dado con las herramientas: las artes y las nuevas tecnologías.

Durante 6 meses, ha trabajado en varios centros de secundaria de la provincia aplicando la comunicación no violenta a la foto, el teatro y el audiovisual para que el alumnado reflexione de la única forma que engancha, creando sus propios mensajes. Tras más de 7 años haciendo este tipo de proyectos en institutos, han identificado que la mejor forma de empezar es hacerles ver que se van a divertir, que se van a implicar, y, sobre todo, que se les va a escuchar. Para eso, llegan con «sesiones de impacto», jornadas de gincana con varias «estaciones» como habitaciones con audiovisuales inmersivos e interactivos, con pruebas teatrales y fotográficas, con set de televisión que manipulan las noticias, con «opinómetros» donde negociar la posición del grupo sobre temas como la importancia de los cuidados o las migraciones, etc.

Después de eso, las sesiones se convierten en talleres creativos en lo que el alumnado hace sus propias fotos, vídeos, memes, dobla vídeos cambiando los mensajes o incluso hace flashmob y acciones artivistas en las calles, como ha pasado en ediciones anteriores. Para crear esos mensajes, las y los adolescentes tienen que ir reflexionando sobre los temas de los que hablan, como la diversidad cultural en sus barrios, la igualdad real entre hombres y mujeres o el respeto al medio ambiente. «Para que hagan ese trabajo propio, les hacemos reflexionar sobre situaciones cotidianas que las chicas y chicos viven cada día, identificando qué parte de lo que hacen es comunicación violenta, que puede generar miedo, culpa o vergüenza, también en las redes sociales», explica Inmaculada Tena, técnica del proyecto.

Para terminar el aprendizaje, el propio alumnado organiza una especie de galas en las que muestran a sus compañeras y compañeros de otros cursos lo que han aprendido poniendo en práctica en vivo y en directo las técnicas artísticas y de comunicación.

Un alumno de 4º de ESO del Colegio Padre Manjón (Granada) señala que «Hemos aprendido a tratarnos bien, a cómo hay que expresarse, ¡muchas cosas!» mientras que una alumna de mismo curso pero del Instituto Laurel de la Reina (La Zubia) dice que «lo más divertido para mí ha sido hacer los vídeos y los teatros, me ha encantado».

En paralelo, la ONGD, que está especializada en trabajar con comunicación para el cambio social también con otros públicos y en diversos países, hace una retransmisión intensa en redes sociales de lo que va pasando, y compartiendo las creaciones del alumnado, para llegar a miles de personas a través de instagram, facebook, etc. «Es un componente esencial para ampliar el alcance del proyecto y también para que las participantes vean que realmente sus mensajes tienen un impacto más allá del aula, que se han convertido en comunicadoras y comunicadores para el cambio social», afirma la portavoz de la organización Sofía Peula.

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