Profesionales de la Educación Social y familias de la pública de Andalucía reclaman un programa de refuerzo alimentario infantil más amplio y eficaz

Ambas organizaciones evidencian graves deficiencias a la hora de seleccionar a los menores atendidos hasta ahora, problemas organizativos y carencias en la calidad de los menús.

La Confederación de AMPA de Andalucía (CODAPA) y el Colegio andaluz de Educadores sociales (CoPESA) reclaman una ampliación del programa de Refuerzo de Alimentación Infantil (PRAI), que tiene como objetivo garantizar las tres comidas diarias al alumnado en riesgo de exclusión social, y que la selección de beneficiarios se haga con criterios transparentes, con plazos suficientes y a propuesta de los servicios sociales comunitarios junto con los equipos directivos de los centros, que son quienes conocen en profundidad a las familias que lo necesitan.

Las dos organizaciones evidencian graves deficiencias en la selección de menores que, hasta ahora, reciben el servicio, así como problemas organizativos y carencias en la calidad de los menús. Lamentan, además, que el nuevo protocolo publicado por la Junta para el programa no contemple las propuestas formuladas en abril por la CODAPA y CoPESA.

Tanto el colectivo de madres y padres, el de mayor representación de Andalucía, como los y las profesionales de la Educación Social andaluza, lamentan que la ampliación del servicio se llevara a cabo de forma “precipitada” y con un único criterio de selección: la rapidez en su comunicación. “Una vez completada la lista con 11.000 nuevos menores atendidos, se cerró la prestación por parte de la consejería de Educación por motivos presupuestarios”, sostienen ambos colectivos.

Esta premura -denuncian- dejó atrás a numerosos menores cuyos centros tardaron más en informar, obviando criterios objetivos como el grado de necesidad o de desamparo, cuyo análisis por parte de los servicios sociales comunitarios requirió más tiempo.

Las madres y padres de la pública de Andalucía y profesionales de la Educación Social reparan en el “desigual y poco organizado reparto de menús”, lo que ha provocado que algunas familias no pudieran acceder a su recogida por tener que desplazarse a zonas lejanas del domicilio en pleno confinamiento con dificultades para la movilidad, un problema al que se suma la falta de contacto con los hogares beneficiarios para conocer su situación y dificultades, recriminan.

Denuncian, asimismo, la dispar calidad de los menús, “muy deficitaria” y “mediocre” en el caso de algunas concesionarias, así como la “poco transparente” selección de las empresas adjudicatarias del servicio en grandes localidades, donde la administración podía escoger entre varias.

Para ambas organizaciones resulta ilógico que la atención se haya limitado a familias de primaria, dejando desamparados a los hermanos en secundaria que sufren las mismas carencias. Critican, por último, que los menús no se hayan adaptado a las peculiaridades de las familias, como se hace en los centros educativos, “no respetando por ejemplo a la comunidad musulmana”.

Tanto la CODAPA como CoPESA resaltan, por contra, las buenas prácticas llevadas a cabo en las localidades más pequeñas, donde equipos directivos de centros, AMPA, ayuntamientos y voluntariado han conseguido llegar a las familias que más lo necesitaban. El servicio también ha resultado más eficaz en aquellos municipios con servicios sociales comunitarios dotados de suficiente personal. Destaca también el desarrollo del programa en el CEIP Gómez Moreno de Granada, donde la asociación de madres y padres gestiona el comedor. “La calidad de los menús y la buena comunicación con las familias han sido claves para el buen funcionamiento en este caso y, por otra parte, la escuela rural ha demostrado mayor equidad y éxito en esta situación de vulnerabilidad frente a las grandes localidades”, aplauden.

Ambos colectivos reseñan, por otra parte, que pese a que no todas las familias beneficiarias del PRAI han podido recoger su menú, no se han desperdiciado, ya que, ante tanta necesidad, los equipos directivos, AMPA y ayuntamientos han sabido redistribuirlos a otras familias del entorno escolar muy necesitadas y excluidas del programa.

Las AMPA y profesionales de la Educación Social de Andalucía defienden la necesidad de ampliar nuevamente el PRAI -coordinado por las Consejerías de Educación y Deporte, e Igualdad, Políticas sociales y Conciliación- para que dé servicio a aquellos menores que quedaron excluidos, pese a necesitarlo, y demandan que Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación aporte más fondos al programa, así como una mayor “coordinación” entre ambas consejerías, algo inédito hasta ahora, para mejorar su eficacia.

“A día de hoy constatamos que todavía en el curso actual no se ha producido la incorporación de todo el alumnado propuesto para la ampliación del PRAI. Tampoco se ha concretado la promesa del consejero de Educación, Javier Imbroda, quien anunció en el parlamento la continuación del programa de refuerzo alimentario durante el período estival, ya que, al consultar a las empresas adjudicatarias del servicio de catering, señalan que la única indicación que tienen es que finalizan su servicio el 22 de junio”, lamentan la CODAPA y CoPESA.

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