Virtudes Montoro: «¿Cómo sé que estoy haciendo lo correcto?»

Viktor Frankl, fundador de la Logoterapia, apuntaba que hacer lo correcto se relaciona con hacer lo que responsablemente se debe hacer, libre y en consonancia con los propios deberes basados en el compromiso. Compromiso que se adquiere cuando decidimos buscar el sentido de nuestra vida. Estamos el camino acertado cuando realizamos nuestra misión en el mundo, somos de conocedores de ello, elegimos ese camino libre y responsablemente (soy padre, por ende, mi rol hace que debe ser un modelo lo más acertado posible; lo sabré cuanto más contribuyo a construir y desarrollar en mi hijo, su propia búsqueda de su sentido vital) lo desarrollamos.

También lo podemos saber, cuando somos conscientes de nuestras emociones destructivas y sabemos que éstas se producen por una percepción errónea de la realidad, es decir, si noto ira y mido la situación en la que aparece, por ejemplo, nuestra amiga llega tarde a la cita y pienso que lo hace porque es una desconsiderada, porque no me muestra respeto y obvio que quizá ha tenido un percance, es normal que el tropel de ira sea desproporcionado con la situación en sí. Puede que la situación sea más grave, nos insultan, venga el caso, si me enervo y pierdo toda la compostura habida y por haber, contribuyo a que esa situación sea aún más sinsentido. No se trata de aceptar ninguna vejación, se trata de no personalizar la misma, a través de una sana reflexión: no me ataca se ataca a sí misma. Se trata de decidir alejarse, salvando así nuestro estado mental.

¿Cómo sé que estoy tomando la mejor decisión? Cuantas más personas se vean favorecidas y beneficiadas con la tomada más certera será.

Hacer lo correcto es mostrar respeto a los demás, es decir “buenos días”, “¿cómo te ha ido el día? ¿Cómo te sientes? Es saber esperar, sonreír y dejar paso. Es querer mostrar gratitud, y saber que los demás también andan tan equivocados como nosotros mismos.

Cuando ya no añoras nada; creces

Ya no te retumba la culpa, aprendes a caminar sola y lento,

como un acordeón desgastado

Elevas tu ira como un panfleto publicitario,

reconoces en ti más emociones pasionarias

No adelantas, ni delatas. Te sumerges en ti,

como un sabio cosechador que hizo de la espera su himno

Amas mucho, careces de soberbia y amargura

Todo tiene poca importancia, ya lo sabes

No tienes reloj, te sientas al sol

y ves con curiosidad como se pasea la vida como una novia a la fuga

Indagas tus inquietudes, te desborda una sonrisa plena;

la que se conoce a sí misma

Aprendiste mucho como activista protagonista de tu paradero

De vez en cuando olvidas todo esto

y empiezas de nuevo, como si nada hubiese sido descubierto

Te amas y lo intentas todos los días.

Virtudes Montoro López. Clavícula Rota.

 

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Virtudes Montoro López

Psicóloga especializada en Mindfulness y
Terapia de Aceptación y Compromiso

Correo E:
aceptayrespira@gmail.com

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