Daniel Morales Escobar: «Cartas de una hermana»

Cuando han pasado más de cuarenta y seis años de la muerte del dictador quiero, solamente, transcribir tres cartas que en 1938, durante la guerra, una mujer llamada Encarnación mandó a su hermano político y a su hermana, Pepa, encarcelados ambos en la prisión provincial de Granada –aunque en distintos módulos–. El matrimonio tenía un hijo pequeño que en ese momento, “huérfano” de padre y madre, cuidaba su tía, la autora de las cartas.

Carta del 30 – VIII – 1938 (anverso)
Carta del 30 – VIII – 1938 (reverso)

La primera de las tres, a su cuñado, está fechada el 30 de agosto:

Querido hermano; Deseo que al recibo de esta te encuentres bien nosotros a Dios gracias seguimos inmejorables.

Por lo que Teresa* nos dice estas muy contento nosotros tambien lo estamos y Pepa lo estará todavía mas, gracias a Dios ha llegado la hora en que El proteja a los que nunca le ofendieron a los que siempre en El esperaron.

El niño no te puedes hacer una idea de lo travieso y guapo que está. Le hemos comprado otros zapatos, estos sí son muy bonitos, queremos retratarlo con un traje que se le está haciendo, pero no deja que se lo provemos a si es que veremos a ver como sale.

Sin mas besos y abrazos de toda la familia y recibe uno fuerte de tu hermano”

Encarnación

30 – 8 – 38

III año Triunfal Arriba España

Carta del 6 – IX – 1938 (p. 1)
Carta del 6 – IX – 1938 (pp. 2 y 3)
Carta del 6 – IX – 1938 (final)

La segunda es del 6 de octubre y se la escribe a Pepa. Al ser más larga, transcribo aquí solo los párrafos alusivos a su hijo:

Querida hermana: El mayor bienestar posible te deseamos todos al recibo de esta carta nosotros seguimos con el deseo de verte pronto que creo no ha de tardar mucho.

Di si necesitas algo y si tienes bastante con el dinero que se te manda o si necesitas mas dirlo sin reparo de ninguna clase puesto que son tus hermanos los que te lo mandan. (…).

Del niño cuantas cosas hay que decir a cerca de él, sería interminable si pudiese contar todas sus cosas. Voy a narrarte una de sus muchas ocurrencias.

Un día encontrandose abajo con el gañan ve un palo muy largo y le dice que como aquel palo era su tita Encarna de larga; al oírlo se echó a reír y entonces le dice no te rías, no te rías, que tu tambien eres muy largo.

Dice que tiene mucha gana de verte y de que le traigas el barco. Es muy travieso, en fin creo no tardaras en verlo ya tiene un metro de alto y de gordo está que no se puede tirar de él, come como yo nunca he visto comer de todo y mucho.

(…); no te preocupes por él no le falta nada y tiene todos los gustos que quiere: todo el día está comiendo chocolate y de toda la fruta que coge. si lo vieras cogiendo uvas en el parral que hay orilla del jardín que tiene Alfonso* todo el dia esta en él.

Sin mas besos y abrazos de toda la familia y recibe uno fuerte de tu hermana que pronto te verá”

Encarnación

6 – 10 – 38

Cierro la carta con un Viva a España y otro al Caudillo

Carta del 7 – IX – 1938 (anverso)
Carta del 7 – IX – 1938 (reverso)

La última es del día siguiente y otra vez se dirige a su hermano político:

Querido hermano: Por las cartas que a Teresa escribes se estas bien nosotros inmejorables y muy contentos por el resultado de Pepa.

Hoy hemos tenido carta suya en la que nos dice que ha firmado su libertad así es que creo pronto estará con nosotros.

El niño como te dice Teresa está muy gordo y guapo junto todo con mayoría de travieso.

Todo el día se le ve cogiendo uvas que no se contenta con pocas sino con los ramos mas grandes que ve. Come mucho pero tengo que ir a la era y correrlo todo con el plato detras de él.

Sin mas besos y abrazos de toda la familia y recibe uno fuerte de tu hijo y hermana”

Encarnación

7 – 10 – 38

Viva España

Efectivamente, Pepa, encarcelada el 12 de junio por creerla partícipe en un complot marxista de espionaje y atentado en Granada, pudo salir de la prisión en esos días de octubre y volver a encontrarse con su hijo —que solo tenía cuatro años de edad—, al quedar absuelta de toda culpa. Pero su marido había sido detenido el 26 de marzo y condenado por un consejo de guerra a seis años y un día de prisión militar mayor. Se le consideraba culpable de un delito de excitación a la rebelión militar, al haber realizado propaganda marxista antes del “Glorioso Movimiento”, haber pertenecido a la organización de “Los trabajadores de la Enseñanza” y figurar su nombre en una lista de personas de confianza del Frente Popular. Solo pudo recobrar su libertad (condicional) el 2 de agosto de 1940, cuando el niño había cumplido los seis años.

Todos murieron ya ancianos, pero marcados duramente por la tremenda experiencia. El hijo falleció el 23 de noviembre de hace siete años. Jamás quiso hablar del tema. Y era mi padre.

*Teresa era hermana del cuñado encarcelado y Alfonso hermano de Pepa y Encarnación.

 

 

Ver artículos anteriores de

Daniel Morales Escobar,

Profesor de Historia en el IES Padre Manjón

y autor del libro  ‘Un maestro en la República’ (Ed. Almizate)

 

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