Sánchez Trigueros y Antonio Carvajal con la Asociación ‘Juan Gutiérrez Padial’ de Lanjarón

Voces reconocidas como la del catedrático emérito de Literatura de la UGR , Antonio Sánchez Trigueros o la del también profesor universitario y Premio Nacional de Poesía, 2012, Antonio Carvajal, se han manifestado públicamente en contra la medida tomada por el ayuntamiento de Lanjarón acerca de  la Asociación ‘Juan Gutiérrez Padial’. Igualmente, el presidente de la Academia de Buenas Letras mostró su apoyo a este colectivo en la ceremonia de ingreso como académico de honor del insigne Pedro Cerezo. Reproducimos a continuación los escritos publicados en IDEAL por Sánchez Trigueros y Antonio Carvajal:

Una lágrima por don Juan Gutiérrez Padial
ANTONIO SÁNCHEZ TRIGUEROS

En marzo de 2011 la Academia de Buenas Letras de Granada dedicó una de sus sesiones públicas a abrir la conmemoración del centenario del nacimiento del poeta granadino Juan Gutiérrez Padial (Lanjarón, 1911 / Granada, 1994); fue un acto solemne en el que, arropados por un público numeroso y muy atento, un grupo de académicos glosaron tanto su singular personalidad de gran profundidad humana, como los indudables, reconocidos y originales valores de su obra poética, cuyos versos, en las voces de Rosaura Álvarez, Antonio Enrique, Fernando de Villena y Antonio Carvajal, sonaron con fuerza en el ámbito académico del Paraninfo de la Universidad.

Muchas han sido las ocasiones en que nuestra Academia ha sido invitada a participar en homenajes a don Juan Gutiérrez Padial, una de ellas con motivo de la entrega de manuscritos a la Casa de los Tiros, iniciativa propiciada por la Asociación que, fundada en junio del año 2010, lleva el nombre del poeta. En este sentido quiero señalar que nuestro continuo y público reconocimiento siempre se vio potenciado por los actos y propuestas de dicha Asociación ‘Juan Gutiérrez Padial’, que, con domicilio en Lanjarón, justamente facilitado en su día por el Ayuntamiento (creo que era una antigua fragua), ha conseguido, con la ayuda de la familia del poeta, fundar un pequeño museo y archivo que alberga y custodia materiales valiosos y de mucho interés para mantener vivo el recuerdo del gran poeta de la tierra.

Pero hay algo más que tengo que resaltar y es la dedicación de esa Asociación (más allá de su brillante servicio a la memoria del poeta) a la promoción de la Cultura con mayúsculas tanto en su ámbito más directo como en el amplio espacio que le ofrece el entorno alpujarreño. Yo siempre he defendido que este tipo de asociaciones, así como las fundaciones, no deben dedicarse en exclusividad al culto de su patrocinado, sino que deben abrirse a iniciativas concordes pero más amplias, y en este sentido estoy seguro de que nuestro querido don Juan aprobaría con entusiasmo esa acción abierta de su asociación.

Ahora me llegan noticias de que el Ayuntamiento de Lanjarón quiere revocar aquel acuerdo memorable y desalojar a la asociación del domicilio que sirve de base a sus actividades y lugar de custodia del legado del poeta, y esto me resulta francamente incomprensible. No puedo entender que aquella Corporación ejemplar, con la que tuve mucha relación en vida de don Juan, que puso en marcha con su nombre uno de los premios de poesía en poco tiempo muy prestigiado, de cuyo sello presumen un buen número de poetas de España y América; una Corporación que siempre le rindió respeto y se sintió orgulloso de su poeta, que a su vez sentía a Lanjarón muy en sus adentros, como demostró con aquel precioso volumen ‘Lanjarón, historia y tradición’, un libro de memorias, historia y sobre todo de poesía, de mucha poesía…

Ante esta nueva situación y conflicto absurdo creado, yo espero que impere el sentido común y el respeto al gran poeta y todo ello en beneficio de la imagen cultural de esa bella localidad de Lanjarón, siempre puerta de amplios horizontes no sólo geográficos. Que todo quede solo en una lágrima.

ANTONIO SÁNCHEZ TRIGUEROS

Presidente de Honor de la Academia de Buenas Letras de Granada

(IDEAL, 05/06/2022, pág. 26)

 

Contra el ultraje a don Juan Gutiérrez Padial

ANTONIO CARVAJAL

 Querido amigo, sobresaltado por el artículo ‘Una lágrima por don Juan Gutiérrez Padial’, de mi admirado maestro don Antonio Sánchez Trigueros, publicado en este IDEAL que con tanto tino diriges, me he dado prisa en difundirlo entre mis corresponsales, cuyo clamor contra la posible alcaldada es unánime. Quizá debiera darme por satisfecho con el hervidero de sangre afín que el artículo ha provocado y con la copla con que respondí: «Lanjarón rima con ron, / alcalde rima con balde / y el corrector automático / por balde pone don nadie» y le añadí «balde viene del árabe (balyd = vano, aburrido, sin valor)», nota necesaria por si acaso alguien piensa que el alcalde ejerce gratis y por amor. No. Cobra y aspira a la reelección.

Lo malo es que esta alcaldada no es única. Como dije a la señora alcaldesa que me entregó el honroso título de hijo adoptivo de su ciudad en que resido y voto, mucho lo agradezco, pero vaya con algunos hermanos que me ha endilgado. Pues eso, honrado como hijo predilecto de la provincia, cuántos hermanastros procuran que me abochorne cuando se me llama granadino. Para que se entienda mejor, adapto palabras de Aldous Huxley que me remitió un amigo: «Esta dictadura perfecta tiene la apariencia de una democracia, pero es una prisión sin muros en la que los presos ni siquiera soñamos con escapar. Es un sistema de esclavitud en el que, con el consumo y el entretenimiento, los esclavos amamos nuestra servidumbre». Añadamos la pereza mental y el miedo a perder lo segurico. Así nos va, mal lo tenemos con alcaldes que permiten destruir restos arqueológicos, borran el nombre de Muñoz Seca y versos de Miguel Hernández, ultrajan a sus mejores conciudadanos vivos o difuntos, venden licencias a quien los tienta y salen por peteneras cuando se les reclama un poco de respeto y que obren de modo que no ultrajen a sus conciudadanos. Como hijo predilecto de la provincia tengo que cumplir con mi obligación, romper el silencio ante tanta ignominia y decir ¡ NO ! Con todas las fuerzas del corazón y de la razón que me asisten.

Recibe mi afectuoso saludo.

ANTONIO CARVAJAL

(IDEAL, 08/06/2022, pág. 21)

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