Qué agradable, divertido y sencillo fue el homenaje que, hace unos días, le hicimos los amigos de la Peña-Piña a nuestro querido Antonio Alaminos, con motivo de su retiro como docente del granadino colegio Mulhacén.
Para mí fue una jornada estupenda, cargada de emoción, espiritualidad y espontaneidad. La iglesia de la Magdalena, una de las joyas casi desconocidas de Granada, fue el lugar ideal para el primer y principal acto, la celebración de una Misa de acción de gracias. Exteriormente no se parece en nada a la Madeleine de París, exenta y bordeada de columnas, pero en su interior, sí que hay semejanzas. Su arte y su belleza. La de nuestro entrañable barrio de la Magdalena tiene un gran retablo, está llena de colorido y es acogedora. Leído y explicado el evangelio, por el párroco Eduardo García, deán de la Catedral, con afectuosas palabras para Antonio, su familia y todos los presentes, salimos con las ‘pilas espirituales cargadas’ y las ‘hambres naturales sobradas’.
Así que, llegados al comedor de las Comendadoras de Santiago, las alegrías y los ánimos no cesaron, copados de bromas y risas. La alegría y el buen humor son símbolos de inteligencia y prolongan la vida. Y hacen mucha falta en estos tiempos. Las monjas también así lo entienden, porque parecen vivir en una continua y permanente sonrisa. Sentados en las mesas, con vino y aceitunas, como detonantes, tuvimos el placer de escuchar el breve relato con el que Antonio nos narró su despedida, en el último día del colegio; y otras vivencias. A algunos y algunas, se les saltaron las lágrimas, al oír sus sentidas palabras. Pero la que más pletórica estaba era Esperanza (Chancha) Tenorio, su mujer. Las despedidas, no son siempre tristes; en ocasiones, como esta, son de gozo, sin que faltaran los recuerdos emotivos y la nostalgia.
Finalmente debo reconocer que nuestra estancia se nos hizo muy corta y la presencia de los participantes -más de treinta personas- fue muy grata y satisfactoria; hacía también tiempo que la Peña-Piña no nos reuníamos, la pandemia hace de las suyas. Lo pasamos muy bien. Enhorabuena a Antonio, a su familia, compañeros y amigos.
ANTONIO LUIS GARCÍA RUIZ
(Nota: Este texto fue publicado en la Sección de Cartas al Director del diario IDEAL, en la edición correspondiente al viernes 11 de noviembre de 2022)