Gregorio Martín García: «…Y desperté y te habías ido (*)»
Cómo anhelo oír tu voz
con su eco adormecido,
charlar horas y horas
arrullado, soñar contigo.
Cómo me gustaría hablarte,
cómo me gustaría verte,
cómo me gustaría abrazarte
y mirándote, averiguar cuanto te quise.
Dormir junto a tu cuerpo amado
rodeándote mis brazos
percibiendo tu calor y olor.
Y al unísono respirando
Cómo me gustaría ahora,
a mi despertar verte en silencio,
cómo soñabas dormida
con tu cuerpo junto al mío.
Y tu rostro acariciar
tras despertarte muy despacio
esperando ver tus ojos
tras tus párpados aflorar.
Un café con humeante olor
rubrique nuestra pasión,
desayunemos muy juntos
queriéndonos con amor
Precursor de un nuevo día
y acabados de amar
volver a dormirte en mis brazos
tras tu cuerpo abrazar.
¿Por qué te fuiste tan pronto?
¿Por qué te marchaste ya?
y desapareciendo de mi vida
aquí quedé yo, en manos de la soledad.
(*) Nota del autor: Hacer poesía es algo para lo que se necesita mucho talento y conocimiento literario. Yo, ni tengo ese conocimiento, ni ese talento, ni lo pretendo. Solo me atrevo a hacer algo parecido a la PROSA POÉTICA, de rima absolutamente libre o “verso libre” que tiene una cierta musicalidad literaria. Con rimas que no riman ni métrica alguna.
Ver más artículos de
Inspector jubilado de la Policía Local de Granada y
Autor del libro ‘El amanecer con humo’
Cuando se espresan sentimientos de lo mas profundo de nuestro ser y con él corazón como único testigo, la métrica y la rima quedan en un segundo término excelente tus versos.
Paco, desde que escribes aquí, se te nota el progreso. Ya tienes eso, pon los sentimientos que tienes y verás que guapas te salen la prosa o poesía que aquí pongas. Intenta escribir algo que lo vas a conseguir y si pones corazón y sentimientos, es seguro que serán bellos estén medidos o no. Donde se ponga el corazón que quiten el metro. Un saludo y un abrazo