Antonio Lara Ramos: «Administración educativa y burocracia ¿ayuda o entorpece a la gestión de los centros docentes?»

El Ateneo de Granada, tras haber abordado el debate sobre las reformas educativas, la innovación en la escuela, la docencia universitaria o la formación del profesorado, prosigue con su actividad en el ciclo ‘La Educación a debate’, dentro de la sección Educación y Sociedad.

La gestión de los centros docentes se ha digitalizado en gran medida, al docente se le solicita competencia digital, se han eliminado muchos trámites en papel, pero la carga burocrática se percibe que no ha disminuido, más bien ha aumentado. Este es el sentir mayoritario de los cargos directivos y de los docentes.

La profesora francesa Béatrice Hibou publicó hace un par de años su obra La burocratización del mundo en la era neoliberal (Dado Ediciones, 2020), en ella sostiene la tesis de que “nuestras sociedades modernas son víctimas de la creciente invasión de la burocracia en la vida profesional y cotidiana.” La autora analiza las dinámicas políticas que subyacen a este proceso, donde “la burocracia neoliberal no debe entenderse como un aparato jerárquico exclusivo del Estado, sino como un conjunto de normas, reglas, procedimientos y formalidades (procedentes del mundo corporativo) que abarcan al conjunto de la sociedad.”

Alfredo Aranda, vicepresidente de PIDE, sindicato del Profesorado Extremeño, escribía el artículo titulado: “La burocracia aplasta a los docentes” (eldiario.es) donde aseguraba que “la deriva burocrática en la que ha caído la educación, como si de una trampa se tratase, se ha convertido en un problema que amenaza con ser irresoluble”. De lo que se deduce que se necesita un “cambio de modelo que garantice que los docentes se dediquen a la docencia como función principal, y que las tareas administrativas las realicen personal contratado a tal efecto”.

Estas citas, sin ánimo de agotar el tema, son dos botones de muestra para entender que la magnitud del problema es lo suficientemente importante para reflexionar sobre el mismo, y que los centros educativos y quienes trabajan en ellos deben soportar un cúmulo de tareas que se añaden a las que ya son propias de la labor docente. Es común escuchar que los docentes pasan bastantes horas delante del ordenador rellenando formularios, cuestionarios, registros variados, informes, en muchas ocasiones de escaso valor y trascendencia para la tarea educativa.

En el plano de la gestión de los centros, la carga burocrática obliga a los equipos directivos a realizar un sinfín de trámites demandados por la Administración educativa, hasta el punto de hacer de la gestión una tarea enormemente gravosa.

Si a eso unimos el cúmulo de reclamaciones, motivadas por la atención ciudadana y la transparencia a que se someten las administraciones públicas, entenderemos que la burocracia se ha multiplicado hasta cotas insospechadas. No es que se deba prescindir de estos principios democráticos, pero en ocasiones hay ciudadanos que hacen un uso, cuando no un abuso, del derecho a la transparencia o a las reclamaciones inundando a las administraciones (llámense también centros educativos) de un sinnúmero de solicitudes o quejas, que luego hay que indagar y contestar.

La labor docente se burocratiza restando tiempo para las tareas que tienen que ver con la atención educativa del alumnado. La Administración educativa ha incrementado la petición de documentos al profesorado como hasta ahora no se había visto, muchos a través de los portales administrativos, como Séneca en Andalucía, que suponen una burocratización al fin y al cabo.

La implementación de la LOMLOE ha provocado también un incremento de trámites administrativos en la planificación de la actividad curricular, con modelos de desarrollo curricular de enorme complejidad y de una amalgama de elementos curriculares interconectados en las llamadas ‘situaciones de aprendizaje’, que habría que considerar excesivos a la hora de planificar la acción docente.

Antes hemos comentados que a las direcciones de los centros se les somete a una gran petición trámites administrativos, tareas a las que han de dedicar mucho más tiempo que al liderazgo pedagógico, que es parte sustancial del quehacer de conlleva la función directiva.

Sobre estas y otras cuestiones se debatirá en una mesa redonda, organizada por el Ateneo de Granada, dentro del ciclo ‘La Educación a debate’. Una reflexión sobre la educación y burocracia, que aún no se ha resuelto en nuestro sistema educativo, a pesar de tantas promesas lanzadas por rebajar la burocratización en la gestión de los centros docentes.

Para conducir esta mesa redonda, se establecen los siguientes bloques temáticos y algunas cuestiones que guiarán el debate de los mismos.

1. Administración educativa y burocracia.

  • ¿Las exigencias de la Administración educativa a los centros educativos se considera burocratizada en exceso o ajustada a lo normal?
  1. ¿Se tiene la percepción de que ha aumentado la burocracia, en cuanto a trámites administrativos, a pesar de haber entrado en la era digital?

2. Profesorado, tareas educativas y burocracia.

  • ¿Qué opina el profesorado sobre la carga burocrática que debe realizar anexa a su práctica docente?
  • ¿La burocratización ayuda o facilita la realización de las tareas educativas en cuanto a evaluación, atención a la diversidad o registro de actividad del alumnado?

3. Equipos directivos, gestión de los centros educativos y burocracia.

  • ¿Ha aumentado la carga burocrática en la gestión de los centros educativos, referida a los procesos educativos y de gestión económica?
  • La atención a las familias y las reclamaciones, que en muchos casos éstas presentan, ¿cómo inciden desde el punto de vista de la gestión de los centros?
  • ¿Ayuda o entorpece a la gestión, en general, de los centros docentes la Administración educativa?

La mesa redonda que propone el Ateneo de Granada estará formada por Miguel González Dengra, presidente de ADIAN y director del IES Mariana Pineda; y Dimas, presidente de ASADIPRE y director del CEIP Federico García Lorca. El debate será moderado por José Manuel Martínez Alcalde, antiguo profesor y director en varios centros docentes.

La actividad se celebrará el próximo martes 18 de abril de 2023, a las 19:30 horas, en la sede del Ateneo de Granada, C/ Martín Bohórquez, 30, 18005-Granada.

Antonio Lara Ramos

Vicepresidente del Ateneo de Granada

e Inspector de Educación

 

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