Fue hace poco cuando probé a debatir por primera vez. Jamás había hecho nada que tuviera que ver con el debate más allá que conversaciones en familia o con amigos sobre noticias del mundo. Cuando se me presentó la idea, no lo dudé mucho, quería probarlo, me parecía que podía ser muy interesante, así que me apunté con unos compañeros a una competición hecha por la UGR para institutos.
Al principio estaba muy nervioso, sabía muy poco sobre la preparación de un debate. En mi caso, debía hacer de segundo refutador. Tras mucho trabajo, llegó el momento de nuestro primer debate, jueces al lado, oponentes delante. Una experiencia chulísima. Al terminar la competición solo quería que siguieran los debates.

Así pues, nos llegó la noticia de un debate en Málaga organizado por el European Youth Parlament Spain. Era otra clase de debate completamente distinto, y sin embargo, también muy entretenido y, al igual que el otro, una fuente de aprendizaje. Usaron distintas dinámicas por comités para preparar el debate en grupos.
Este se dividía en tres días: el primero lo dedicamos a «Teambuilding» para conocernos entre nosotros y generar equipo. Al día siguiente, hicimos el «Committee Work» en el que cada grupo trabajábamos en un problema de la unión europea que nos había tocado resolver, dividiéndolo, analizándolo, y buscando posibles soluciones. Y, por último, en el tercer día, hicimos la «General Assembly», en la cuál debatiríamos entre todos los comités las soluciones propuestas por cada grupo, y aceptábamos o rechazábamos su implementación. Ha sido una experiencia inolvidable.

Sinceramente, recomiendo a todo el mundo probar el debate aunque sea una vez, ejercitas la capacidad de análisis, fomentas el pensamiento crítico, y de camino, comoces gente y te diviertes.
Espero que sigan creciendo iniciativas así, y este arte se expanda por todos los sitios del mundo.
Carlos Pablo M.P.
Presentación Fesd ( Granada)
4º ESO

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