Los acontecimientos históricos decisivos, aunque ya hayan sucedido, no dejan de tener su importancia. Este aserto es aplicable a lo ocurrido en Portugal la madrugada del 25 abril de 1974 con la incruenta “Revolución de los Claveles”, el hecho político-social más importante de la historia contemporánea de nuestra nación vecina. En este movimiento las fuerzas armadas tuvieron un papel decisivo; de ahí que también se la ha llamado la “Revolución de los Capitanes”. Explicar cómo se produjo es el objetivo de mi artículo. El 25 de abril se cumplieron cincuenta y un años.
La dictadura se instauró en este país el 26 de mayo de 1926 mediante un golpe de Estado que implantó el “Estado Novo”. Este régimen fue liquidado por la revolución del 25 de abril dando paso a otro democrático con la aprobación de la Constitución el 2 de abril de 1976. El acontecimiento se referenció en cuatro personas: Otelo Saraiva de Carvalho, Fernando J. Salgueiro Maia, José Afonso (“Zeca” Afonso) dos Santos y Celeste Martins Caeiro.
Otelo Saraiva de Carvalho fue uno de los fundadores del Movimiento de las Fuerzas Armadas (MFA) que organizó el levantamiento. El capitán Salgueiro reunió sus tropas en la Escuela de Práctica de Caballería de Santarém para informarles del golpe y les dijo: “Hay varios modos de organizar un Estado: el socialista, el comunista, el capitalista y el nuestro al que propongo ponerle fin. Para ello hay que ir a Lisboa; los que me quieran acompañar que formen en la puerta”. Todos lo acompañaron. “Zeca” Afonso era un compositor y profesor de Francés e Historia en la Escuela Comercial e Industrial de Alcobaça, creador de la canción “Grândola Vila Morena”, la señal pactada por el MFA para iniciar la revolución. En aquella madrugada, por la emisora católica “Radio Renascença”, estando en antena el programa “Límite”, sonó así: “Grândola, Vila Morena, Terra da fraternidade, O povo é quem mais ordena, Dentro de ti, ó cidade”. Previamente, la canción “E depois do adeus” de Paulo Carvalho sonó en “Radio Emissores Associados” a las 22.55h. del día anterior indicando que todo iba según lo previsto: Josep Sánchez Cervelló, “La Revolución de los Claveles en Portugal” (1997).
Los portugueses se echaron a la calle y los claveles tomaron protagonismo cuando los soldados los colocaban en las bocachas de sus fusiles. La protagonista de este gesto fue Celeste Martins Caeiro camarera del restaurante “Franjinhas”. Los dueños iban a celebrar una fiesta por el primer aniversario de su apertura, pero no lo hicieron por los disturbios de las calles. Ella regresó a su casa y a la altura de la Plaza del Rossio se encontró con los tanques de los sublevados. Un soldado le pidió un cigarrillo y le dijo que no fumaba. Entonces le ofreció un clavel rojo que éste colocó en la bocacha de su fusil y el resto los repartió entre sus compañeros que hicieron lo mismo. Al poco tiempo de iniciarse la contienda, el Gobierno fascista de Marcelo Caetano se derrumbó y el MFA convocó al general Antonio de Spínola para dirigir la Junta Revolucionaria. El 26 de abril los militares asumieron el control del país y se hicieron cargo del Gobierno. Los expresidentes de la República y del Consejo de Ministros, junto con los exministros de Defensa e Interior, fueron deportados a Madeira y en mayo partieron hacia el exilio brasileño.
El profesor Sánchez Cervelló describe en su obra anteriormente citada el Programa del Movimiento de las Fuerzas Armadas cuyas medidas más destacadas fueron las siguientes:
- Ejercicio del poder político por una Junta de Salvación Nacional;
- Destitución inmediata del presidente de la República, del Gobierno y de los gobernadores civiles;
- Disolución de la Asamblea Nacional;
- Extinción de la Legión Portuguesa;
- Abolición de todas las organizaciones políticas de la juventud;
- Amnistía de todos los presos políticos;
- Abolición de la censura;
- Reorganización y saneamiento de las Fuerzas Armadas;
- Una nueva política económica al servicio del pueblo portugués;
- Política exterior basada en los principios de independencia e igualdad entre los Estados.
El 27 de junio de 1976 Portugal vivió sus primeras elecciones presidenciales libres que ganó el general Ramalho Eanes. Diez años después, la Presidencia de la República pasó a manos del socialista Mario Soares, el primer civil en sesenta años.
¿Y qué fue de sus protagonistas? Otelo Saraiva de Carvalho falleció el 21 de julio de 2021 a los ochenta y cuatro años de edad. “Zeca” Afonso se trasladó a Mozambique para trabajar como profesor en un instituto. En 1983 le concedieron la Orden de la Libertad que rehusó, e igualmente su mujer la desestimó en 1994 cuando se le otorgó a título póstumo: murió en Setúbal el 23 de febrero de 1987 a los 57 años. Fernando J. Salgueiro falleció el 4 de abril de 1992 en Santarém, siendo condecorado con las Órdenes de la Libertad, de la Espada y del Infante D. Enrique. Celeste vivió durante su vejez de una pensión muy baja y falleció el 15 de noviembre de 2024 en Leiria (Portugal) a los 91 años en el olvido. Jamás recibió un homenaje oficial.
La importancia de este alzamiento radicó en que supuso el principio del fin del “Estado Novo”, que mediante un golpe de Estado pervivió desde 1926 al mando de Antonio de Oliveira de Salazar. Como consecuencia, el dictador Marcelo Caetano gobernó durante cuarenta y ocho años la dictadura más longeva de Europa. Portugal es ahora una República democrática y uno de los 27 países de la Unión Europea desde el 1 de enero de 1986. Su presidente es Marcelo Rebelo de Sousa y su primer ministro Luis Montenegro. Los hechos narrados en este artículo los estudian hoy los jóvenes portugueses en sus libros de Historia.
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