“La capacidad de entender y producir el lenguaje oral condiciona el futuro personal, social y escolar de todos nuestros alumnos.”
Marc Monfort y Adoración Juárez Sánchez:”El niño que habla”
Si hay un libro que he usado una y otra vez a lo largo de mis años como maestra ha sido “El niño que habla” . Todos sabemos que el desarrollo adecuado del lenguaje escrito se asienta en el lenguaje oral y que ambos caminan estrechamente unidos.
Antes de adentrarnos en la lectura en voz alta creo que hemos de aclarar algunos conceptos como que fluidez lectora y velocidad lectora no son lo mismo. Leer rápido no significa que se tenga una fluidez lectora adecuada.
Cuando hablamos de velocidad lectora nos referimos al número de palabra leídas por minuto. Tanto una lectura demasiado lenta como una lectura excesivamente rápida pueden dificultad la comprensión de un texto. La velocidad lectora es un aspecto necesario pero no el único para poseer una buena fluidez lectora. En la lectura demasiado lenta se acaba perdiendo el hilo y en la que es demasiado rápida tampoco se puede procesar la información adecuadamente. Para una adecuada velocidad lectora tienen que estar en consonancia la rapidez de los movimientos oculares y velocidad de procesamiento de la información, por parte del cerebro para poder comprender lo leído.
Cuando hablamos de fluidez lectora nos referimos a la habilidad de leer con la velocidad, precisión y expresión apropiadas. El lector que lee con fluidez entiende lo que está leyendo. Sin embargo, asociar fluidez con velocidad lectora es una idea poco acertada. La velocidad lectora es solo un indicador de la fluidez lectora.
En una fluidez lectora óptima intervienen varias variables como: el automatismo, el reconocimiento de palabras, la lectura prosódica (uso de los rasgos prosódicos del lenguaje mientras leemos, como pausas, acento, entonación, y una segmentación apropiada)y la comprensión del texto. Y una buena fluidez lectora es imprescindible para desarrollar la lectura expresiva.
La lectura expresiva requiere una correcta articulación, entonación, control de la respiración e incluso control postural, así como, conocimientos previos del texto y del significado de las palabras. La lectura expresiva es el resultado final de una lectura eficaz.
Para mejorar la fluidez lectora podemos recurrir a varias estrategias, y aquí es donde entra en juego la lectura en voz alta. Este tipo de lectura, en mi opinión, ofrece muchos aspectos positivos que van mas allá de lo que puede ser una simple estrategia y que puede abarcar muchos aspectos del desarrollo lector y también del desarrollo personal. Durante la lectura en voz alta se ponen en funcionamiento varios receptores y emisores. El lector es a la vez emisor y receptor. También se convierte en un agente activo entre el que escribe y el que escucha, llegando a tener un importante papel de encuentro a nivel social.
Pero abordemos primero sus bondades didácticas y pedagógicas. Durante su realización se corrigen y mejoran la pronunciación y la dicción. Se toma conciencia del ritmo lector. Si en el aula la practicamos por turnos, se fomentan la atención y la escucha activa. Todo esto contribuye a una mejor comprensión del texto. También, contribuye a mejorar la memoria. Este aspecto fortalecedor de la memoria convierte la lectura en voz alta en un valioso recurso como técnica de estudio tanto si se practica en clase, en grupo, como si se practica individualmente, en casa. Un recurso que puede ser muy divertido y teatral que fomenta la participación del alumnado y la seguridad en si mismos. Cuando practicamos esta lectura, en el aula, sorprende como todo el alumnado participa de buen grado y de forma muy natural . Se desarrolla una actitud positiva y motivadora hacia la lectura.
-Lectura modelada. Para que nuestro alumnado lea con fluidez, necesita conocer como es una lectura fluida y se hace necesario tener no uno sino varios modelos adecuados. En el aula podemos ofrecer como modelos la lectura modelada del propio docente y a la de los compañeros y compañeras de clase. Estos serán los modelos mas frecuentes pero también podemos buscar otros como familiares de alumnos, alumnado de otros cursos superiores, modelos en los diferentes medios de comunicación. El alumno tratará de transferir el modelo de fluidez a su propia práctica lectora. Esta estrategia resulta muy efectiva porque entran en juego la repetición y la metacognición del aprendizaje. El alumnado imita al modelo lector y a la vez va analizando su propio proceso de aprendizaje. En el aula podemos poner en práctica diferentes estrategias de lectura en voz alta:
-Lectura repetida. Se puede mejorar la fluidez lectora cuando se repite la lectura de un texto, varias veces, con la finalidad de mejorar la expresión y comprensión del texto. Esta estrategia puede llegar a ser poco motivadora, para el alumnado, si las repeticiones de la lectura se hacen aburridas podemos introducir variaciones como cambiar de voces. Esta estrategia puede conseguir un toque muy divertido. Por ejemplo: leemos con voz de pito, voz ronca, ahuecando la voz, con voz de pato, bostezando, con acento francés etc. Se lo pasan en grande con esta estrategia. Mejor dicho:¡Lo pasamos en grande!
-Lectura coral. Leer en grupo hace que la fluidez de los alumnos con más dificultad mejore cuando tratan de acompasarse con el ritmo lector del grupo. Esta estrategia presenta la particularidad de la diversión y genera una sensación de pertenencia al grupo que la hace muy agradable. A veces se pueden incluir ritmos musicales que le confieren una motivación añadida.
– Lectura dialogada. La lectura de diálogos y obras de teatro en clase, contribuyen a la mejora de la fluidez lectora y a conseguir una lectura expresiva.
– Recitales. Recitar poemas contribuye a mejorar la fluidez y la expresividad. Para la mejora de la fluidez podemos usar recursos como: hacer programas de radio escolar, video, cantar, tertulias, títeres…Hacer un programa de radio o video en el que puedan oírse les ayudará a ser conscientes de su fluidez y a sentirse protagonistas de su propio aprendizaje.
Todas estas estrategias nos conducirán al logro de una lectura eficaz, entendiendo que la lectura eficaz es aquella que consigue la máxima comprensión en el mínimo tiempo posible. El desarrollo de lalectura eficazes clave para desarrollar capacidades y competencias lectoras para ser más productivo en el proceso lector. La lectura eficaz es una herramienta fundamental para un buen rendimiento escolar. Que nuestros alumnos sean lectores eficaces facilita la comprensión y asimilación de nuevos conocimientos. La lectura eficaz requiere una serie de componentes como: una adecuada conciencia fonológica, una correcta decodificación, conocimiento del significado del vocabulario, fluidez lectora y la comprensión del texto.
Y finalmente, desembocamos en la importante función socializadora que cumple la lectura en voz alta como es leer en familia o en un grupo de amigos,por propio placer. Así convertimos el proceso de aprendizaje en un aprendizaje cooperativo que nos ayuda en la mejora de la comprensión lectora. El aprendizaje cooperativo dota al lector de variados y múltiples puntos de vista que enriquecen su comprensión del texto. En este punto es importante hacer referencia a la inteligencia compartida, la capacidad que emerge de las interacciones. Se establecen lazos de colaboración, comunicación y afecto que generan en el grupo una seguridad y animosidad que pueden mejorar el aprendizaje y la convivencia. Se crea una participación mas activa por parte del alumnado. Algo que además se traslada a otros ámbitos de la vida social y familiar.
Y si sacamos la música, el teatro y otras manifestaciones culturales a la calle ¿Por qué no sacar la lectura en voz alta a la calle? ¿Por qué no sacar los libros de las Bibliotecas? Cuantos más espacios estén impregnados de un ambiente lector más probabilidades tenemos de incorporar la lectura a la vida cotidiana. Debemos buscar la cooperación de todos los organismos, instituciones y personas que se nos ocurran para crear espacios lectores fuera de las aulas y de las bibliotecas, integrados en los diferentes espacios de la calle.
“Nunca se termina de aprender a leer. Tal vez como nunca se termine de aprender a vivir.” Jorge Luis Borges
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