El pasado viernes 6 de junio, en ALUMA celebramos nuestra tradicional comida de convivencia de final de curso, y lo hicimos a lo grande, en un entorno que parecía sacado de un sueño: los Jardines de Mamunia, en Alhendín. En un día radiante, con el sol acariciando las flores y una brisa que invitaba a la alegría, nos reunimos 150 personas —entre socios, socias y profesorado— con el mejor de los ánimos: compartir, disfrutar y celebrar juntos un año más de aprendizajes y amistades.
Nada más llegar, la copa de bienvenida marcó el inicio de esta jornada festiva. Con aperitivos en mano y sonrisas por doquier, las conversaciones fluían y los móviles no paraban de disparar para inmortalizar tantos momentos bonitos. Todo era alegría, reencuentros, bromas y abrazos en un entorno que se sentía casi mágico.
Después del picoteo, nos dirigimos a la gran sala donde nos esperaba la comida. El fresquito del aire acondicionado fue un alivio bien recibido, y nos encontramos con un detalle simpático: las mesas, bautizadas con nombres de dioses griegos, nos recordaban que la tradición también se vive en los pequeños gestos.
Llegado el momento del postre, alzamos las copas en un brindis cargado de emoción: por el curso que dejamos atrás y por el deseo sincero de seguir estrechando lazos y compartiendo vivencias en el próximo.
El ambiente se animó aún más con el esperado sorteo de regalos, gracias a la generosa colaboración de empresas amigas como B Travel, Joyería Loalba, Imprime y Art Baraca. Hubo viajes, relojes, libros, pañuelos de seda, cerámica… ¡y muchas caras felices!
Y como no podía faltar, la música tomó el relevo y la pista se llenó de vida. Con el grupo MOMENTOS animando la fiesta, la tarde se convirtió en un auténtico festival de baile y alegría. Los mayores, demostraron la juventud acumulada, compartiendo pasos de baile hasta que el cuerpo dijo basta. Para quienes preferían algo más tranquilo, la charla amena y las copas bien servidas ofrecieron el rincón perfecto para seguir disfrutando.
Fue, sin duda, un broche de oro para cerrar el curso con alegría, compañerismo y el deseo compartido de que este sea solo uno de muchos encuentros que nos quedan por vivir.
Ahora sí, ¡a disfrutar del verano! Nos vemos en septiembre con las pilas cargadas y la ilusión de seguir creciendo juntos.
José Rodríguez Sánchez
presidente de ALUMA
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