Antonio Gutiérrez Rodríguez es un joyero-gemólogo nacido en Granada en 1983, experto en diamantes y un apasionado de los Renault Siete/7. Lo curioso es que profesión y afición la ha heredado de su abuelo al que no llegó a conocer ya que continua con la joyería, la más antigua de Granada, que abriese su abuelo en el número 4 de la calle Recogidas, y el coche que comprara en 1975, y que luego mantuviera su padre. Un vehículo con una singular historia pues con él se ha criado Antonio, con él conoció a su novia, le llevó al altar y realizaron el viaje de novios de 8.000 kilómetros por Europa. Además, ha sido el coche que trasladó a su mujer Babette al hospital a dar a luz y con el que la recogió junto a su hija Valle, para ir al domicilio familiar.
También la ceremonia de su boda se convirtió en una pequeña reunión de forofos del Renault Siete/7. Hasta ocho coches de este modelo se dieron cita en la Iglesia del Convento de Agustinos Recoletos de Monachil, para desde allí dar un paseo por Granada. Luego vendría el viaje de novios que les llevaría desde Granada a distintos rincones de Europa repartidos por Italia, Austria, Alemania, Holanda, Bélgica y Francia. «El Renault Siete AR, Siete con letra, es un vehículo que compró mi abuelo el 27 de julio de 1975 para tener un coche familiar. Mi abuelo ya había tenido un Seat 600 y un 850 y buscaba otro con mejores prestaciones y compraron este por lo que yo lo he conocido desde niño y no te puedo explicar lo que me vuelve loco de este coche pero en el Club de Renault Siete decimos que es algo que se nace. o sea que uno nace ‘Sietero’. Quizás sea la forma coqueta que tiene, pues es como un sedan pequeño, como decía la publicidad, de línea armoniosa y muy espacioso, con un maletero muy grande y con un motor suficiente para responder en todas las circunstancias», resume Antonio al interrogarle por su interés por esta marca y modelo. Babette reconoce que ha sido «el coche que ha marcado nuestra relación» e incluso el motivo de su primera discusión. También que recibió el R7 ‘Verde’ como regalo de su marido cuando se sacó al carnet.
Pasión que Antonio ha trasladado a su esposa y que seguramente va a heredar su hija pues cuando llegó el ‘Blanco’ a sus manos tenía 100.000 realizados y ahora tiene 105.000 más y el ‘Verde’, GTL, que compró en 2008 con 72.000 km., ahora tiene casi el doble. De su viaje de novios guardan muchos y gratos recuerdos como los relacionados con la matricular granadina por lo que le saludaban todos los camiones con matrícula española, especialmente si eran de Almería o Granada. También porque hubo mucha gente que les quiso comprar el R7 pues este modelo solo se fabricó en España.«En Alemania mientras hablábamos con unos familiares de mi mujer nos vieron y se pararon porque querían comprarlo», indica antes de comenzar a darnos detalles de la historia de este coche del que explica que deriva del Renault 5 diseñado por Michel Boué, un francés que falleció de cáncer a la edad de 34 años, por lo que solo pudo asistir a la presentación del coche, sin poder ni imaginar el éxito que tendría y que dejó algunos modelos del R7, aunque el diseño final se llevaría a cabo en FASA Renault en colaboración con los ingenieros franceses. En cuanto al detalle del volante que contrasta con la baquelita negra y el blanco de la madera nos indica que fue realizado por su padre y un amigo carpintero.
Un coche de consumo contenido, fiable y muy seguro «Es un Renault 5 en el cual se alarga la distancia entre los ejes y utiliza el mismo motor aunque el R5 llevaba un 950 y este un 1037, 50 CV. Se hizo así para evitar la barrera de los ocho caballos fiscales para que no tuviera que pagar impuesto de lujo», aclara Antonio. Después explica que la siguiente versión pasó de Siete con letra a 7 con número por un problema que tuvo con la Régie Renault. La verdad es que se vendió muy bien, y según le han dicho sus amigos mecánicos podía durar hasta los 380.000 km «que para un motor de gasolina de la época está bastante bien». Modelo que ya incluía detalles típicos de un coche superior en gama: llevaba reposa cabezas, luneta térmica, pintura metalizada,… En cuanto al consumo indica que es«bastante contenido, pues yo tengo una medida y es que desde Granada al pueblo de Guadarrama me lo hace con el depósito entero, al que le caben 38 litros, a una media en autovía de 110-120 km, es decir no es un coche especialmente gastoso, muy fiable y seguro». Pasión por este modelo que le ha llevado a integrarse en el Club R7, cuyo embrión lo puso su amigo Alejandro, con el nombre de ACA Siete, Asociación Cultural de Amigos del Renault Siete, y que luego otro buen amigo suyo, Fran, creó el foro Renault Siete y 7 Club, de ámbito nacional que empezó a funcionar en 2003, con su razón fiscal para poder celebrar concentraciones y sin cuota que al tratarse «de un club familiar de clase media y de mismo modelo hace que no haya diferencias ni pugnas por tener el mejor coche». Club que celebró el 40 aniversario de este modelo en 2014 en el puerto de Alicante al haberse presentado aquí en 1974. «Para mi el orgullo es que es un Renault español, sin parangón, del que se vendieron 160.000 unidades», apostilla Próxima entrega: Antonio Sevilla y su Rolls Royce de 1936 |
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