Diversos motivos hacen que el apellido Titos sea especial; o, al menos, peculiar. Entre ellos, el ser poco común, pues en España sólo hay actualmente en torno a 2.200 personas que lo llevan. Si a eso añadimos el hecho de que no esté recogido en ninguno de los repertorios de apellidos que existen, se comprenderá que quienes nos apellidamos Titos –especialmente– afrontemos, por una parte, las consecuencias de su particularidad, y, por otra, el vacío que produce el desconocimiento del propio origen.
Yo tomé conciencia de que soy “TITOS” en el colegio donde estudié, interno, el bachillerato, en Santa Fe; tanto el profesorado como mis compañeros me llamaban “Titos”, como si ese fuera mi nombre. Hoy, cincuenta y tantos años después, sigo siendo TITOS, ahora para mis alumnos, y, por supuesto, también lo sigo siendo para aquellos compañeros y profesores del colegio y para todos aquellos con los que en las diversas etapas de estudiante y profesional me he relacionado.
Y he de decir, cuanto antes, que, lejos de pesarme tal denominación, me enorgullece; sin duda, porque desde el principio la vi claramente singularizadora. Por fortuna, no me ha ocurrido a mí, como a algunos Titos, que les espetan el apellido como si fuera un apodo más o menos gracioso. Así, contento con mi apellido, sólo me faltaba conocer su origen, su trayectoria histórica y la geografía actual. Una gran empresa, teniendo en cuenta que no había ni la más remota noticia al respecto. ¡Con el interés que yo he tenido siempre por estas cuestiones. Por tanto, si no había las más mínimas referencias creíbles y sí, en cambio, mucho interés de que las hubiera, se hacía imprescindible llevar a cabo la investigación correspondiente para dar carta de naturaleza al apellido Titos. Era, me consta, un proyecto –una ilusión– en la mente de muchos Titos, pero sin contacto entre nosotros.
En esas circunstancias, aprovechando las posibilidades que actualmente proporcionan las redes sociales de Internet (y teniendo en cuenta, también, sus defectos), decidí abrir una página en Facebook con la intención de recabar información directa sobre este apellido; así, el 27 de agosto de 2015, creé el grupo “Apellido Titos”. La intención, todo hay que decirlo, no era muy científica en principio, pero sí podía abrir el canal que llevara a serla. El texto del primer mensaje, enviado de forma privada e individual a un buen número de personas encontradas en la red apellidadas Titos, decía entre otras cosas: “[…] Este grupo nace, básicamente, con la intención de acoger a cuantas personas tengan alguna relación con el apellido TITOS, para establecer una relación fructífera que nos lleve a conclusiones válidas sobre el origen y la implantación geográfica de este apellido. […] Serán bienvenidas todas las personas que deseen aportar algún dato al respecto o que quieran informarse sobre el estado de la investigación. Lógicamente, cuantos más seamos más posibilidades habrá de llegar a resultados fructíferos. Espero que sepamos crear una buena cadena de contactos, capaz de llegar hasta el último rincón en donde viva una persona apellidada TITOS”.
La información que se fue obteniendo en ese grupo de Facebook era del tipo “yo vivo en tal sitio y mis padres eran de tal otro”; y, en algunos casos, hacía referencia también a los abuelos. Poco más. Así, en los primeros meses de funcionamiento del grupo, sólo se pudo constatar que, por una parte, los Titos tenían una relación muy estrecha con la comarca granadina de los Montes Orientales y lugares limítrofes del sur de Jaén; y por otra, que, con la diáspora emigratoria de la segunda mitad del siglo XX, muchos Titos se habían establecido en la España industrial, de Cataluña y Levante, principalmente. Lo cual venía a corroborar las conclusiones a las que yo mismo había llegado en los estudios monográficos realizados sobre distintos lugares de la zona (véanse los libros Moreda, Testimonio de Pedro Martínez, Laborcillas, Píñar, Montejícar). Nada, de momento, que pudiera llevar, siquiera, a una hipótesis sobre los orígenes del apellido.
Pasado medio año (3/2/2016), llegó la aportación de Puri Titos, quien de forma personal había documentado la trayectoria de su familia Titos, desde el siglo XVI, precisamente en los Montes Orientales y sur de Jaén. Pasado algún tiempo sin resultados que reseñar, se incorporó al grupo de Facebook Antonio Titos Olmo (13/5/2016), y lo hizo con todo el entusiasmo, la preparación y el tiempo libre que el proyecto necesitaba para que la investigación se pusiera realmente en marcha; con una eficacia, además, poco corriente. A partir de ahí, la investigación avanzó de forma casi vertiginosa, con una auténtica avalancha de información.
Se puede decir que en dos meses, a partir del momento en que la investigación tuvo una línea clara y solvente de trabajo, se llegó al origen del apellido TITOS. El resto de la tarea consistió en reunir aportaciones que, por una parte, avalaran definitivamente la hipótesis, y, por otra, en trazar una trayectoria histórica básica del apellido, hasta la actualidad.
El resultado fue un documento titulado “El Apellido Titos”, de 72 páginas, dividido en dos partes más dos apéndices: en la primera parte, se hace una síntesis básica de los Celtíberos, que están en el origen remoto del apellido; en la segunda, se recogen las conclusiones de la investigación realizada sobre el origen del apellido Titos, su trayectoria histórica y su geografía actual. En los apéndices, aparecen algunos textos interesantes sobre los pueblos celtíberos (los titos, principalmente) y una relación comentada de poblaciones celtíberas. Se completa el documento con una serie de ilustraciones y fotografías de Titos antiguos y actuales.
La alegría por los resultados conseguidos nos animó a plantear un encuentro de Titos –¡tan de moda ahora–, que tuvo, desde el mismo momento en que se hizo la convocatoria, una acogida extraordinaria. Y celebramos nuestro encuentro. El día 30 de abril de 2017 (fecha histórica ya para los Titos), en Píñar, en los Montes Orientales, que es tierra de Titos por antonomasia. La reunión, que fue francamente numerosa y emotiva, adquirió carácter de evento noticiable para los medios de comunicación; de hecho, el periódico Ideal le dedicó casi una página, con un excelente reportaje –fotos en color incluidas— del periodista Antonio Arenas.
Personalmente, el hecho de haber descubierto el origen de mi apellido y de haber podido compartir esa alegría con un montón de Titos que estaban en las mismas circunstancias, fue (y es) plenamente satisfactorio. Ya sólo faltaba ir físicamente al lugar de origen…
El lugar que dio origen al apellido Titos fue una aldea de fundación celtíbera denominada “Titos”, situada en la actual provincia de Cuenca. Esa aldea, que sigue siendo muy pequeña, hoy se llama La Frontera. Por tanto…, había que ir a La Frontera.
Y fui a La Frontera, con mi mujer. El día 4 de junio. Sobre la experiencia íntima que tuve al entrar a ese modesto pueblo, al recorrer las calles, al mirar el paisaje, al hablar con las gentes…, podría escribir un libro; pero quizá sea suficiente decir que me encontré a mí mismo como el Titos que he sido toda mi vida: una persona que, humildemente, intenta colaborar en su entorno más próximo. Yo soy Titos.
JUAN RODRÍGUEZ TITOS
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