Como afirma Cervantes «El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho» o al menos es lo que se desprende del libro ‘De Montefrío a Tocón. Las aventuras del Tatillo’, escrito por Francisco Tirado (Montefrío, 1952), pues a lo largo de 400 páginas, no solo rememora su infancia feliz, pese a las penurias de la época en el anejo de Íllora, su posterior emigración a las Islas Baleares, donde entre otros muchos oficios trabajó en la cocina de varios restaurantes, su ingreso en la marina mercante lo que le permitió recorrer medio mundo, su estancia en varias de las islas del archipiélago canario o su etapa en Honduras, hasta que una vez jubilado ha vuelto al escenario de su niñez donde ha escrito este libro, híbrido entre el libro de memorias y un ensayo pues gran parte del mismo lo dedica a reflexionar sobre los acontecimientos actuales a partir de las informaciones de los medios de comunicación. Lo presenta el jueves, 16 de noviembre, en el salón del plenos del Ayuntamiento de Huétor Tájar, donde le acompañará la concejal de Educación, Mª Dolores López. (20 h)
El apodo en diminutivo le viene por un jugador de fútbol, pues un vecino le comparaban con él y no iba muy descaminados pues a mediados de los 70 llegó a jugar de extremo izquierda en un equipo de Gran Canaria. Su hermana le sigue llamando así, aunque su hermano menor lo ha cambiado por Tatejo. En la portada del libro publicado por la Editorial Fuente Clara de Rute (Córdoba) aparece en una caricatura con su gorro de cocinero que le hizo un cliente en uno de los hoteles donde trabajó como jefe de cocina. Los primeros capítulos son los más autobiográficos y sorprende por su capacidad para evocar tiempos pasados y de realizar descripciones. También por el hecho de mantener vivos localismos y expresiones típicas de la comarca granadina donde transcurrió su dura infancia en los años 50 acrecentada por su su delicado estado de salud. «Fueron períodos muy complicados, sin embargo los recuerdos de mi infancia son agradables pues tuve la posibilidad de crecer en libertad plena en un cortijo, rodeado de animales como caballos, burros, mulos,…» nos cuenta para destacar su profundo amor por la naturaleza que siempre le ha acompañado como buen admirador de Félix Rodríguez de la Fuente.
Otras de las muchas singularidades de su libro es que en el primer capítulo recoge un texto de su padre que encontraron varios años después de su muerte en el que narra los inicios de la guerra civil. «He transcrito esas memorias, parte en verso, parte en relato, porque narran unos episodios tristes de la historia de España, que creo que merece la pena conocer», indica este autor que apenas pudo asistir a la escuela hasta conseguir el graduado escolar ya que muy joven tomó la decisión de emigrar para buscar un futuro mejor. Cosa que consiguió pues tras él irían sus padres y hermanos. Aclara que «me fui porque estaba convencido que el mundo que vivía no me podía ofrecer mucho más, no veía futuro, por eso me fui de casa que no escaparme con 15 años».
También cuenta su mili, su incorporación a la marina mercante, pues «desde muy pequeño he sido inquieto no he sido conformista, quizás eso me impulsó a conocer mundo. En Canarias viví en varias islas y en varios momentos, llegué por primera vez en el año 1975 a las las Palmas de Gran Canaria, luego viví en Lanzarote y Fuerteventura y desde el 2010 hasta 2017 en Canarias, pues mi esposa le gustaba y tuve la suerte de trabajar en los mejores hoteles». Ahora la jubilación le ha permitido completar sus memorias en las que ha empleado 13 años, «no a tiempo completo» y plasmar en el papel sus opiniones sobre los principales temas de actualidad. La realidad no se puede ignorar y es necesario conocer para corregir. Por eso, me gusta estar al día de las cosas que pasan y crítico algunos acontecimientos que no debían ocurrir», añade ante de concluir que «la intención de este libro es dar a conocer la vida de una persona que tuvo la suerte de criarse en el campo en libertad».
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