Rafael Bailón: «Sí a la tolerancia»

Dedicaré el presente artículo a todas aquellas personas que disfrutan viviendo en el desorden y la pelea. Fanáticos al defender una postura determinada, no aceptan a quienes no piensan de la misma forma que ellos. Narcisistas y egocéntricos, son magníficos inventores o creadores de realidades paralelas (bien distintas a la sociedad en la que nos encontramos).

Amantes de la rutina, celosos incontrolables, cabezones, malas personas o seres superficiales, son incapaces de hacer autocrítica. Prejuzgan sin conocer límites, considerándose personas superiores al resto por diversos motivos. Así, simples en lo que a estructuras cognitivas o conocimientos se refiere, no aceptan nada que ponga en cuestión su encefalograma “PLANO”. Destaquemos al individuo salido de civilizaciones “remotas”, ese que condena al que no piensa de la misma forma o no es “HETERO” (ser gay o lesbiana es un grave atentado a sus principios).

Queridos amigos, los estereotipos están a la orden del día en la rutina de “SERES CUADRICULADOS” o demasiado rígidos para concesiones absurdas (según sus lamentables criterios). Intransigencia y discriminación dominan también sus patrones de conducta (muy alejada del resto de los mortales).

“Respetar es sinónimo de ser buena persona, de tener moral, ética, principios o valores a tener en cuenta. ”

Respetar es sinónimo de ser buena persona, de tener moral, ética, principios o valores a tener en cuenta.  Lástima es ver a personas antidemocráticas, auténticos dictadores, xenófobos, sexistas o personas autoritarias que disfrutan con el “ordeno y mando”. Sin entrar en afinidades políticas (recuerdo que poco o ningún valor concedo al político, independientemente del bando o partido político al que pertenezca), el mundo ha caído en desgracia, debiendo asumir el ciudadano su parte de responsabilidad. Somos nosotros quienes elegimos a multimillonarios deseosos de gobernar países cuando se aburren (como si dirigir grandes potencias fuese tarea sencilla similar a un juego de mesa o a un papelito de figurante en un film navideño). Pero, olvidamos que esos hombres con escaso o nulo cerebro tienen la posibilidad de apretar un botón y sembrar el caos en el planeta.

Tampoco nos acordamos de tratos degradantes dispensados a las mujeres o de discriminaciones a países fronterizos o etnias diversas.  No me dejo a ultras o hooligans metidos a políticos (verdaderos lobos sedientos de sangre) o autores de citas célebres que catalogan de enfermo al que no es hetero o personas non gratas a quienes cruzan las fronteras en busca de un futuro mejor.

Señores, loable es todo aquel que escucha a quien no piensa o actúa de la misma forma. Porque la tolerancia debe ser la piedra angular sobre la que construyamos un NUEVO MUNDO, pongamos nuestro granito de arena.

 

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Rafael Bailón Ruiz
Profesor de ESO

 

 

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