Llevar a tu hijo con dos años por primera vez al cole es algo que cuesta y supone para el niño el primer gran cambio en su vida, con la obligación de hacerse mayor quizás prematuramente.
En cualquier caso creo que ha sido una experiencia positiva. Tras unos primeros días algo difíciles la adaptación llega, el niño se emplieza a socializar y a adquirir habitos. Es una etapa maravillosa en la que los avances se pueden ver casi día a día.