«Duele tanto la soledad/ de saber que se ha ido/ sin dejar carta alguna / sin explicar un motivo», así canta Esteban Valdivieso su tema ‘Ausencia’ que se dirían premonitorios. Días antes de su fallecimiento nos encontramos en la calle. Durante escasos minutos charlamos de su nuevo disco y de su familia. Quedamos para volvernos a ver y hablar de sus numerosos proyectos. Nada hacía presagiar el rápido y triste desenlace. Por eso cuando me topé con la noticia en la edición digital de este periódico no me lo podía creer.
El acto celebrado en el IES Aynadamar comenzó a fraguarse en mayo pasado. Su director, José Luis Ruiz, ya estaba trabajando en este homenaje en el que ha involucrado a los que fueran compañeros de escenario y a los directores de los centros en los que igualmente impartió docencia. «Quería transmitirles a Lupe, su mujer, y a Emilia, su hermana –ambas en la sala– y a todos los presentes cómo era una persona muy querida tanto por sus compañeros de trabajo como por sus alumnos».
Y allí estuvieron y actuaron Enrique Moratalla, Vicente Quesada, Nande Ferrer, Juan Pinilla y la coral del IES Padre Manjón. Y mucho público entre el que se encontraba la consejera de Eduación, Teresa Jiménez y la delegada, Ana Gámez, el director de ‘Poesía 70’, Juan de Loxa, jefes de servicio, directores de centros, así como antiguos compañeros y alumnos del autor de ‘Aynadamar’, ‘Mar adentro’, ‘Fumar en Berlín’ y ‘Estabas tú en el humo’. «Este inicio de curso es algo especial. Hemos querido compaginarlo con un homenaje a un buen profesor y a una buena persona», indicó el director del centro anfitrión antes de dar paso a la conferencia inaugural que estuvo a cargo de Gregorio Jiménez, director general de Puleva. Una de las intervenciones más emotivas fue la de Juan Pinilla quién realizó un breve recorrido biográfico por la vida y obra del que fuera su profesor y con el que el pasado 31 de enero tenía previsto actuar en este mismo salón de actos. Contó que en la víspera le dedicó su último trabajo, ‘Poetas de todas las Al-Ándalus’, quizás la última dedicatoria del músico, que quiso compartir con los asistentes. «A mi querido Juan Pinilla por haber hecho que merezca la pena ser docente y ser artista».
Subió al escenario José Carlos Jiménez compañero del departamento de Música del IES Soto de Rojas para recitar el poema ‘Compañero del alma’ dedicado a Esteban por el catedrático de Lengua y Literatura, Pedro Cabrera. Tras la brillante actuación de la coral del IES Padre Manjón se procedió al descubrimiento del monolito patrocinado entre los cuatro institutos y que servirá para perpetuar el recuerdo de Esteban Valdivieso en los perfumados amaneceres de su Granada.
Amigo de sus alumnos
Además de los homenajes dedicados al profesor y cantautor han sido numerosos los alumnos que han dejado escritos sus comentarios. En ellos se destaca el buen humor del que siempre hacía gala y el profundo amor por su trabajo del que fuera uno de los referentes del Manifiesto Canción del Sur: “Fui alumna suya en el CAP, hace casi 10 años, se portó de manera excelente, con un carácter motivador y me demostró ser una persona generosa. (Estrella Nicolás). “Se ha ido el mejor profesor que he conocido jamás. El siempre estaba ahí apoyando y defendiendo a sus alumnos, siempre contagiándonos esa alegría suya, cantándonos sus magnificas canciones (Andrea).
«Nunca le olvidaré, ahora más que nunca aprendo a escuchar con el corazón, y no con el oído gracias a él”(Sin nombre). «Gran persona y profesor. Nunca te irás de este mundo, pues nos has dejado una huella a todos quienes te conocíamos. Fue una suerte conocer a alguien así». Ana (Soto de Rojas) “Hola profe, hace 15 años que me enseñaste la magia de la música y desde ese momento no puedo vivir sin ella”. Inma (Aynadamar).
Su compañero Nande Ferrer, qué participó en este emotivo homenaje, escribió un bellísimo texto titulado “A Esteban Valdivieso, ido ya entre cipreses” en el que narra algunas de las múltiples vivencias que compartieron en sus largos años de amistad.
Esteban nos dejó el 14 de febrero de 2008 pero su música sigue viva: AUSENCIA