Precisamente esta problemática fue la que animó a un grupo de 72 familias granadinas con hijos e hijas con dislexia para que el 9 de febrero pasado decidieran asociarse «para compartir nuestras preocupaciones y nuestra lucha en pro de nuestros hijos y para que la dislexia, deje de ser una necesidad educativa oculta». La junta directiva de esta nueva asociación denominada ‘Dislexia Granada’ está constituida por Loli Gómez, profesora de Artes Aplicadas que fue elegida presidenta, Isidro García, secretario y profesor instituto y Salvador Cantal, tesorero y maestro de Pedagogía Terapéutica. Todos tienen en común ser padres con hijos disléxicos.
Recuerda Cantal que en esa primera reunión constitutiva, cada uno de los presentes expuso las dificultades de sus hijos en el ámbito escolar, el malestar que sentían, tanto los hijos como los padres y madres por el poco reconocimiento que tenían a pesar de su esfuerzo continuado, la especial dedicación de las familias en su progreso diario, y la importancia de que las instituciones educativas y los centros escolares reconozcan la existencia de niños con dislexia, «porque la dislexia existe, es algo real y nuestros hijos son la evidencia de ello».
Hereditaria
Según indican los hijos e hijas de los asociados tienen edades y niveles educativos muy diversos, pero la problemática es común. «Entre Infantil y 2º de Primaria detectamos dificultades en la lectura y escritura. Muchos docentes dicen que nuestros hijos son lentos o flojos, nosotros vemos trabajar a nuestros hijos y reconocemos su dificultad, los llevamos a un especialista y descubrimos que lo que les pasa es que son disléxicos. Visitas a especialistas, diagnósticos, y explicaciones a los tutores es el camino que todos recorremos», indica este maestro que reconoce ser también disléxico y padre de hijo con esta dificultad.
Por tanto es la experiencia personal y laboral la que le lleva a afirmar cómo casi todos los disléxicos pasan la primaria con dificultades más o menos grandes, pero es en Secundaria donde «se estrellan» repitiendo cursos, por la falta de comprensión del problema y las pocas adaptaciones curriculares que se les realiza. Con esfuerzo y sufrimiento muchos pasan la Secundaria y se encuentra con mayores dificultades en el Bachiller y en el acceso a la Universidad pues, son muy pocas las que reconoce la dislexia, y realizan una Selectividad adaptada. No obstante, aclara que son muchos los disléxicos que han realizado carreras universitarias, han aprobado oposiciones en las diversas administraciones, son magníficos profesionales en muy diversos campos u oficios.
Como ejemplo de personajes ilustres cita a Leonardo Da Vinci, Santa Teresa, Edison, Walt Disney o Bill Gates, entre otros.
Así mismo, reconocen que «la dislexia es hereditaria, así descubrimos que en nuestras familias ha habido disléxicos, hay disléxicos y sabemos que tendremos nietos disléxicos» lo que les lleva plantearse el porqué no reconocer la dislexia en la etapa escolar, comprender sus peculiaridades, y apoyar a estos niños para evitarle un tormento, frustraciones y baja autoestima. Por todo ello han iniciado contactos con la Universidad y la Delegación de Educación de Granada. «En las dos nos sentimos tratados con cariño y comprensión y fruto de esto, han sido las 1º Jornadas que organizamos en la Facultad de Psicología el pasado 7 de junio y el curso que el CEP de Granada esta organizando para el próximo mes de enero», añaden.
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