José Manuel participó en los XIII Juegos Paralímpicos de Pekín, obteniendo medalla de plata en tenis de mesa individual. Eran sus cuartos juegos, ya que anteriormente había participado en Atlanta 96, Sydney 2000 y Atenas 2004. En Sydney obtuvo la medalla de plata individual y bronce por equipo.
Desde los trece años entrena tres horas al día y todos los fines semana tiene competición, uno fuera y otro en casa. «Es una edad tardía, normalmente se empieza a los 6 ó 7 años, así que llevo un retraso que he tenido que recuperar con mucho trabajo», detalla el maestro.
«De pequeño jugaba a todos los deportes, baloncesto, fútbol…» Pero le dijeron que se apuntara a la escuela municipal de tenis de mesa y poco a poco fue abandonando los otros deportes, ya que vieron que tenía cualidades y que destacaba en este último.
Afirma que el deporte es su profesión, que «en torno a él gira todo, que incluso gracias a él conocí a mi mujer que ejercía de traductora en un torneo internacional en la República Checa».
Sacrificio
El deporte le ha aportado «espíritu de superación, de sacrificio, la posibilidad de conocer muchos países y culturas diferentes». Sostiene que aunque haya algo de genético, que haga tener más facilidades, hay que trabajarlo. Afirma que «hay deportistas que entrenando bastante y con menos facilidades que otros, consiguen adelantar a los mejores dotados pero que le dedican menos tiempo. Con el trabajo y la constancia se puede conseguir todo», reflexiona José Manuel.
El lado amargo es el tener que renunciar a estar muchas horas con su familia y fuera de casa.
Sus alumnos están orgulloso de su profesor. Como se incorporó tarde a las clases ya que estaba en las Olimpiadas, sus alumnos habían recortado fotos de periódicos y habían decorado la clase con ellas. Él intenta transmitirles que hay que ser perseverante, constante y la importancia del esfuerzo.
«Quiero conseguir poner el tenis de mesa como actividad extraescolar, hay muchos alumnos motivados y animados a practicar este deporte».
En octubre pasado, el Ayuntamiento de Guadix le rindió un sentido y emotivo homenaje, y se aceptó por unanimidad la propuesta de que el pabellón cubierto lleve su nombre. Cada uno de los portavoces de los grupos municipales tuvieron una palabras de agradecimiento para el deportista. Destacaron, sobretodo, el ejemplo que Ruíz Reyes ofrece a los más jóvenes.