El viaje a Granada lo organizó una agencia de la capital, que se encargó de buscarles alojamiento (en familias), facilitarles clases por las mañanas y prepararles todas las actividades y visitas que llevaron a cabo. Fue esta misma agencia la que se puso en contacto con nosotras para que estos alumnos vieron cómo funcionaba un centro de enseñanza español.
Las edades de los alumnos estaban comprendidas entre los 15 y los 17 años y cursaban Première y Seconde en un centro privado de la isla. Hicieron el viaje en avión, vía París y Málaga (24 horas de ida y otras tantas de vuelta). No es la primera vez que vienen a España, hace dos cursos estuvieron en Ávila y visitaron el centro del país. El venir a Granada en esta ocasión es porque querían conocer el sur. Han visitado Córdoba, Sevilla, Málaga y la Alpujarra. Algunas de las cosas que más les han llamado la atención son: los horarios (evidentemente), las costumbres, las comidas (que les han gustado), el ambiente de la calle, los paisajes tan diferentes que hay en la provincia. La ciudad les ha gustado mucho y se han ido encantados.
Convivencia
La jornada de convivencia se desarrolló de la siguiente manera: En primer lugar, el Jefe de Estudios les dio unas palabras de bienvenida en español y en francés, explicando brevemente cómo es el Instituto Soto de Rojas (centro de reciente construcción, número de alumnos y de profesores, enseñanzas que se imparten, etc.). A continuación, Dª Claudina Prieto Yerro, Jefa del Departamento de Francés, también se dirigió al grupo de alumnos ‘mauricianos’ , presentó al resto de profesores que íbamos a participar en el acto y a una alumna de 3º de ESO, Beatriz Aguilera, que interpretó a la guitarra unas piezas de música española.
Tras esta primera parte, se les hizo entrega de un punto de lectura para que tuvieran un recuerdo de la estancia en nuestra ciudad. En el punto de lectura se podían ver 2 imágenes simbólicas de nuestras ciudades: el Patio de los Leones de la Alhambra y la montaña de Port Louis de isla Mauricio. en la parte superior del punto de lectura aparecía un soneto de Pedro Soto de Rojas, para que supieran el porqué del nombre del instituto. Debajo de las imágenes se puso la fecha del encuentro, así como unas palabras de bienvenida en español.