– ¿Qué valoración hace de su paso por Granada?
–Muy positivo y francamente interesante. Todo lo que suponga acercarme a la realidad siempre me resulta de gran valor. Creo que es lo mejor que le puede pasar a un autor. En mi viaje a Granada he disfrutado de encuentros con gran audiencia y he tenido un contacto cercano que me ha puesto un poco al día de lo que interesa a mis lectores y a los jóvenes en general. Por ejemplo, las preguntas relacionadas con el dinero han crecido mucho. Es evidente que la realidad les interesa. Han sido varios días repletos de actividades enriquecedoras. Cuando te enfrentas con lectores que tienen interés por el libro que han leído o por su autor, la cosa se enriquece mucho ya que las preguntas son más interesantes.
–Las expectativas por la presentación del tercer volumen de ‘El Ejército Negro’ eran muchas ¿se están cumpliendo?
–La Feria del Libro de Granada me ha servido para pulsar el interés de los lectores por ‘El Reino de la Luz’, que lleva poco tiempo en las tiendas y ha tenido la oportunidad de firmar los primeros ejemplares. El lanzamiento está siendo muy bueno y ya sabemos que muchos lectores de los dos primeros libros se han lanzado a por el tercero. A estas alturas, hace apenas un mes que el libro ha salido, ya he firmado muchos ejemplares. Creemos que las expectativas se cumplirán. Todo va sobre ruedas. Además, teniendo en cuenta que el tercer libro se puede leer sin haber leído los dos anteriores, facilita el acceso a nuevos lectores.
–¿Qué acogida ha tenido la publicación del primer capítulo de ‘El reino de la luz’, en Internet?
–Buena, ha habido muchas descargas. Esta moda de poner al alcance de los lectores los primeros capítulos es francamente interesante. Son las ventajas de las nuevas tecnologías, que permiten un acceso más rápido, más cercano y más enriquecedor. Este sistema permite despertar la curiosidad de los lectores y les da la posibilidad de poder elegir lo que quieren leer sin tener que comprar el libro. ‘El Reino de la Luz’ ha funcionado muy bien en ese sentido.
–¿Qué tienen en común la publicidad y la literatura?
–En ambos casos se trata de contar historias. Hacer un anuncio es igual que crear una historia aunque, naturalmente, las finalidades cambian. En publicidad se trata de hacer vender mientras que en la literatura se pretende emocionar, divertir y enseñar. De todas formas, para mí, la publicidad es agua pasada. Ahora estoy entregado completamente a la escritura y sólo me interesan las emociones positivas que aporten cosas a los lectores. Contar historias emocionantes, sin pensar en las ventas es algo apasionante de lo que estoy disfrutando mucho.
–¿Dónde cree que está el secreto de ‘Maxi, el aventurero’ para que haya alcanzado los cien mil ejemplares vendidos?
–En su ternura. Maxi es un niño de ocho años que tiene una gran conciencia de la amistad y del respeto hacia la gente que le rodea; sus padres, sus amigos… De hecho, sus aventuras se basan precisamente en conocer nuevos amigos y amigas. Integra a todos sus conocidos en la Banda de los Tiburones, que él mismo preside. Creo que los lectores han apreciado estos valores y eso ha ayudado a su éxito comercial. Por eso, dentro de unos meses, en octubre, la editorial va a lanzar una colección de cómic con este personaje. Saldrán cuatro libros a la vez. Va a ser una gran aventura para mí.
–¿Es ‘Maxi’ el libro infantil que le ha dado más satisfacciones?
–Indudablemente, por ser el primero, me ha dado grandes satisfacciones. Maxi es mi personaje más entrañable, quizá por ser el más ingenuo. No obstante, me resulta muy difícil determinar cuál de ellos me ha dado más alegrías. Con los libros pasa lo mismo que con los hijos, es imposible saber cuál es el mejor. La trilogía de El Ejército Negro también me ha dado mucho.
–Usted que entre otros muchos premios ha sido finalista del Premio Lazarillo y ganador del VIII Premio Cervantes Chico de Literatura Infantil, ¿Qué opina de los premios literarios?
–Son interesantes y necesarios. Animan a mucha gente a escribir. Además, creo que, en muchas ocasiones, han servido para dar a conocer obras de gran calidad que, sin la publicidad añadida que aportan los premios, no habrían tenido el eco que se merecen. Cada día nacen nuevos premios y los interesados en la escritura se animan más a escribir. Son una gran puerta a la posibilidad de publicar.
–¿Podría dar algunas sugerencias para que los escolares se aficionen por la lectura y la escritura?
–Leer y escribir son dos grandes privilegios que esta sociedad nos ofrece. Renunciar a la lectura es renunciar a una de las mejores cosas de la vida. Así que, cada uno puede hacer lo que quiera pero, perderse este gran placer, es una de las peores cosas que se pueden hacer. Para escribir hay que leer mucho. Para leer hay que querer convertirse en una persona interesante, así que… Si lees, puedes llegar a escribir; y si escribes, tu vida puede cambiar. Desde aquí les animo a escribir, al margen de que se publiquen o no.
–¿En qué está trabajando ahora?
–Estoy trabajando en varios proyectos a la vez. Aunque no sé cuál de ellos se terminará antes ya que doy a todos ellos la misma atención. Ya veremos quién es el ganador. Tengo un nuevo proyecto que, de momento, denomino ‘proyecto M’, que es una novela que transcurre en la Edad Media. Por decirlo de alguna manera, es un canto a la vida. Tiene reminiscencias de El Ejército Negro y cuenta la historia de un joven príncipe que lo pierde todo. También estoy escribiendo un nuevo libro de Maxi. Estoy a punto de acabarlo.
“Es muy importante integrar bien el texto y la imagen”
El autor de “El niño que quería ser Tintín” o “El libro de Hanna” también ha desarrollado una importante labor como ilustrador. Faceta que surge “de la necesidad de dar una vida visual a mis historias”. Concretamente ha firmado las ilustraciones de los cinco libros de Maxi y “El amigo de Hércules”. Los primeros a color mientras que el segundo es en blanco y negro. “Las de Maxi son más simples e infantiles pero las ilustraciones de Hércules son más adultas y complejas. Creo que es muy importante adaptarse a la edad de los lectores y hacer un trabajo artístico que puedan descifrar con facilidad. No hay que olvidar que las ilustraciones son un complemento de la parte literaria y no puede competir con ella. Así que hay que conseguir que el lector, cuando ve las ilustraciones, tenga la sensación de “estar leyendo la historia”. De ahí la importancia de integrar bien el texto y la imagen”, puntualiza al tiempo que lamenta que “lamentablemente, no lo puedo hacer más”.
Ahora intenta trabajar en equipo con los ilustradores de sus obras a los que facilita todas las pistas posibles para que puedan hacer un trabajo más completo, incluso, a veces les facilita bocetos con sugerencias de la escena a ilustrar. Del autor de las ilustraciones de su trilogía, Marcelo Pérez, destaca “su elegancia y también a perfección del dibujo en cuanto a proporciones humanas y el sentido de la perspectiva. Y, desde luego, no hay que olvidar su capacidad creativa. Marcelo es un ilustrador muy experto. Puede dibujar todo lo que es capaz de imaginar. Ha sido un placer tenerle como ilustrador de El ejército Negro y el resultado no ha podido ser mejor. He tenido suerte”. Hasta tal punto de que sus dibujos originales y un centenar de bocetos es muy posible que se puedan ver en una exposición. “Pocos ilustradores se esfuerzan tanto en el trabajo previo. Bocetos, escenificación, estudio de personajes, ropa, armas… En fin, un trabajo profesional digno de ser admirado”, concluye.
Para saber más sobre este autor y su obra LOS L IBROS DE SANTIAGO