Se han observado, según apunta la Delegación de Educación mejora de los rendimientos y resultados escolares del alumnado que asiste a estos programas. A esas mejoras se suma la de la convivencia en los grupos y en la relación familia escuela, ya que se produce un acercamiento entre ambas.
Así, recuerdan que la mejora de los rendimientos escolares, evitar el abandono prematuro del sistema educativo y democratizar el éxito es una de las principales preocupaciones de la Consejería de Educación de cara a este curso escolar. «La consecución del mayor éxito escolar posible es una prioridad, al igual que el desarrollo de programas específicos para superar las barreras informativas y económicas que impidan a muchos jóvenes ampliar sus oportunidades en la vida, porque de ese logro depende el pleno ejercicio de su libertad individual y, en último caso, la plena realización personal», matizan.
Desde la Administración anotan que este curso se ha iniciado en el contexto de la crisis económica que «vivimos a nivel mundial y que pone de manifiesto, la apuesta del Gobierno Andaluz por la educación, situándola en el centro de las políticas sociales y económicas de Andalucía». A esto agregan que en estos momentos, muchos chicos y chicas comprenden mejor que su futuro está muy ligado al nivel de formación que tengan. Por ello, es preciso, que «esta difícil coyuntura sirva para fortalecer e impulsar la cualificación de nuestra población joven, haciendo de la educación valor de progreso y de modernización».
El objetivo de la Consejería de Educación es mejorar la calidad desde la equidad, armonizando intereses y necesidades para que cada persona encuentre en el sistema educativo una respuesta a sus necesidades formativas, y a lo largo de toda la vida; así como para que la calidad de unos no sea a costa de los avances de otros.
La equidad, complemento indispensable de la calidad y excelencia del sistema educativo, se incorpora transversalmente al mismo como principio fundamental de una escuela inclusiva y de una educación de carácter compensatorio de las desigualdades, que, contemplando las circunstancias individuales, sociales y culturales de cada persona, favorece el ejercicio efectivo de la igualdad de oportunidades.