Los destinatarios son alumnado de Secundaria y Bachillerato seleccionados de entre los institutos de la red andaluza ‘Escuela: Espacio de Paz’ (de primero a cuarto de la ESO y Bachillerato) así como de centros cuyo profesorado se ha formado previamente, o se forma a la vez, en mediación escolar. Adquieren el compromiso de trabajar de forma explicita la mejora de la convivencia en los centros.
En este lustro se han realizado 21 cursos de mediación para la convivencia. En los mismos han participado más de 700 jóvenes de toda la provincia. Han recibido esta formación jóvenes de diversos institutos como los de Armilla, Baza, Granada, Guadix, Montefrío, Huétor Vega, Íllora, Iznalloz, La Zubia, Loja, Monachil, Motril, Órgiva, Pinos Puente, Pitres, Santa Fe, Ugíjar o Zújar.
En conjunto, en la provincia, 91 centros tienen servicios de mediación. Estos centros han realizado 363 mediaciones.
La formación se realiza en horario extraescolar y a lo largo de varias semanas, siendo en total 30 horas teórico presenciales y cinco prácticas. Cada una de las acciones formativas consta de sesiones donde chicos y chicas han abordado temas como: la violencia: sus formas y sus consecuencias; formas de abordar el conflicto; la mediación en la gestión de conflictos; habilidades sociales y de comunicación para la gestión de conflictos en los centros educativos y estrategias de intervención como mediadores para la convivencia. Cada una de las propuestas formativas lleva cinco horas prácticas donde los jóvenes de cada uno de los centros, y en coordinación con un docente, han desarrollado actividades relacionadas con la temática de la formación.
La metodología de trabajo a la hora de desarrollar las sesiones parte de los preconceptos que los jóvenes tienen sobre la temática y a partir de ahí se han ido incorporando las aportaciones del profesorado que ha intervenido con el grupo. La creación del conocimiento es colectiva y chicos y chicas son protagonistas absolutos de su propia formación.
El profesorado juega un papel muy importante como dinamizador de la medicación. Favorece, en todo momento, la participación activa de todos los integrantes del grupo y mediante técnicas de simulación han vivido situaciones cotidianas que se dan en los centros. Desde la vivencia personal y la resolución grupal de dichas situaciones han ido integrando las competencias personales que después incorporarán a la dinámica de los centros. Se ha pensado conjuntamente, han encontrado los momentos para pararse a pensar. «Esta sociedad nos obliga a ir deprisa y no nos facilita espacios ni momentos de encuentro. Estas actividades facilitan los espacios para la reflexión y para la creación colectiva».
Esta es una apuesta formativa que tiene como uno de sus ejes estratégicos hacer a los y las jóvenes protagonistas y parte activa de la toma de decisiones. «Piezas claves de una sociedad en continua evolución y pilares sólidos de transformación social». Por parte de Educación, ha sido importante la coordinación con los centros del profesorado a través de sus asesorías de referencia, así como con los orientadores y orientadoras de los institutos implicados. Igualmente hay que destacar la colaboración de los coordinadores y coordinadoras de los Proyectos Escuela Espacio de Paz de los centros escolares participantes. En muchos casos, la formación del alumnado de estos centros se ha complementado con una formación al profesorado en temáticas de mediación escolar.
Partiendo de la base de la mediación como educación para una cultura de paz y no violencia. En el marco teórico se defiende que la práctica de la mediación supone un aprendizaje y un adiestramiento en la resolución pacífica de conflictos tanto para el mediador o mediadora como para las partes implicadas porque la mediación «nos interpela, nos estimula a buscar soluciones, invita a la participación, al diálogo, es un ejercicio de empatía (se conoce y comprende al otro), de respeto, de confianza, de responsabilidad, incluso de cooperación». Desde el punto de vista personal, la experiencia del mediador puede llegar a ser fascinante, se revaloriza a sí mismo, aumenta su autoconocimiento y autoestima (protagonismo, atribución de poder…). Desde el punto de vista de las partes, salen beneficiadas en tanto se sientan escuchadas, respetadas, invitadas a reflexionar, etcétera.
La mediación es un proceso facilitador de la comunicación por el cual un tercero neutral ayuda a las partes a resolver sus conflictos. De distintas maneras, es una práctica antigua en la mayoría de las culturas. La mediación entre pares es interesante porque nadie comprende mejor los conflictos escolares que los propios compañeros y compañeras (de igual a igual), sin tener que hacer grandes esfuerzos y hablan del mismo modo.
Por otra parte, destacar que el próximo dos de febrero en el Centro de Profesorado de Granada (Avenida Santa Juliana, 7) se celebrará el Primer Encuentro de Mediadores de la Provincia de Granada. Esta actividad se inserta en la línea de colaboración que mantienen las Delegaciones de la Junta de Andalucía, de Educación y de Igualdad y Bienestar Social, a través del Instituto Andaluz de la Juventud. El objetivo de este Encuentro es potenciar el intercambio de experiencias, así como incidir en la percepción de la mediación como una práctica cotidiana y cada vez más generalizada en los centros escolares.