El maestro de Inglés y pintor agradecía con humor a todos los participantes su trabajo comenzando por los progenitores y limpiadoras que han tenido que hacerse cargo «de los estragos de la batalla pictórica de estos cuatro años». También a la Consejería de Educación por haber aprobado este proyecto y al ayuntamiento de la localidad por el apoyo prestado. Igualmente a los docentes del centro y a Javier «el artesano-artista de Forja Andaluza por haber convertido en realidad nuestra fantasía en forma de árbol».
Además, de las producciones artísticas, -algunas de las cuales tuvieron la oportunidad de mostrar en septiembre de 2008 en el Centro Guerrero de Granada dentro del programa ‘Los colegios exponen’-, destacó que lo más importante que deja este proyecto es lo aprendido, pues ha demostrado a las claras que «en cualquier sitio se puede hacer una obra digna con poco dinero» y que «la capacidad de crear arte está en todos los lugares y en todas las personas». A ello añadía el disfrute generado con esta práctica artística que los alumnos recordarán durante años y justificaba la bienvenida en cinco idiomas dado el carácter multidimensional del proyecto. «En cada puerta -añadió- hay mensajes escritos en español, inglés, francés, italiano y alemán. Quería que estuvieran en contacto con la sonoridad de otras lenguas».
Tras resaltar su atracción por «la transparencia», en el sentido de dejar ver la obra y no interferir, cedió la palabra al grupo de alumnos que le acompañaban en representación de los varios centenares que han intervenido, no sin antes aclarar que estas obras son «fruto de un diálogo entre nuestras propuestas y su acción». Tras la intervención de los alumnos el maestro-artista dio por concluido el acto resaltando simbólicamente que se cierra una puerta, pero se abren otras a la imaginación, a la sensibilidad, a la capacidad de transformar la realidad, al arte en suma. Por eso, les dijo a los jóvenes artistas «el futuro es vuestro, y, además, en colores. No dejéis que os lo pinten de gris». Después vendría la inauguración en el patio del árbol de las sillas o «chairs tree». Quiénes deseen conocer más detalles de esta experiencia pueden hacerlo en el blog: opendoorsanisidro.blogspot.com
Enriquecedora y divertida experiencia
Así, Antonio Jiménez (6º B), explicaba como los viernes su curso ha trabajado en la denominada “Puerta perdida” y en la pintura de sillas para el árbol que hacen las veces de las hojas con lo que han aprendido “muchas cosas”. Su compañero de 6º B, José Antonio, destacaba los “ratos divertidos” y la satisfacción de haber colaborado en este proyecto “en el que don Miguel lo ha dado todo por enseñarnos a diseñar y pintar nuestras puertas”. Puertas en las que, además de pintar han incorporado otros muchos materiales. “Para mí todo el tiempo que he colaborado en este proyecto ha sido estupendo”, concluía.
Otro alumno, Mario Amador Carrillo, afirmaba públicamente que la actividad le había resultado “increíble y el año más feliz de mi vida”. Igualmente una alumna, Araceli (6º B), señalaba que “la experiencia de crear puertas fue excelente. Deseábamos que llegaran los viernes para bajar a pintar”, en tanto que Inmaculada, (5º), indicó que había participado en la escultura del árbol y en la puerta “que tenía un gran agujero y ratones de ordenadores que representaban que querían ir a comer queso. ¡Fue muy divertido!”
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