Cerca de 400 personas asistieron a este acto cultural en el que, por fin se materializaba un sueño que arrancaba cuatro años atrás con el firme propósito de que no pasara desapercibido el 50 aniversario del accidente aéreo que dio lugar “al movimiento vecinal y solidario más importante que se recuerda en la historia de Jérez y de toda la comarca del Marquesado”.
Trabajo científico
Múltiples testimonios orales de los que vivieron el rescate en primera persona, documentos del archivo municipal y de instituciones militares, así como de la prensa local, se han convertido, merced a la dedicación y esfuerzo de estos dos jerezanos, en una completa publicación que ha sido editada por el ayuntamiento de Jérez con el patrocinio de la Asociación para el Desarrollo Rural de la Comarca de Guadix. “El libro –nos aclaran los autores- está totalmente asociado a las jornadas de homenaje a la solidaridad. Considerábamos que, si todos los hechos no quedaban recogidos en un compendio amplio y lo más científico y real posible, habrían tomado carta de naturaleza muchos bulos y se hubiera terminado tergiversando lo que realmente aconteció”. Por ello, insisten, que han intentado hacer un trabajo lo más científico posible para cualquier lector se haga una idea aproximada de lo de lo ocurrido básicamente en aquellos tres días y algunos acontecimientos que le siguieron como la visita del entonces embajador de EE.UU, John Davis Logde, que visitara la localidad acompañado de su esposa e hija, a mediados de junio de 1960.
Hecho singular
En efecto, este libro prologado por el montañero lanteriano Antonio Gámez recoge con gran lujo de detalles este singular acontecimiento que ha quedado ligado para siempre a la historia del Marquesado en el siglo XX como ejemplo de expresión solidaria de un pueblo en una difícil época y, desde el punto de vista de la historia de la aviación pues “no se conoce ningún hecho similar que contenga estas condiciones: que un avión caiga a 2.500 m. de altitud, en lo alto de una sierra, en una estrecha franja de terreno y que no muera nadie”. Para su ilustración se han seleccionado 30 fotografías de una gran calidad, en su mayoría realizadas por un fotógrafo americano y que le fueron remitidas al padre de Carlos Jaldo, el entonces practicante, Francisco Jaldo, quién, así mismo, partició en las labores de salvamento y primeros auxilios..
Fuentes orales
En cuanto a su contenido nos indican que “el 70 por ciento del trabajo parte de fuentes orales de los rescatadores y protagonistas que están vivos”, a los que han entrevistado uno por uno para posteriormente comparar sus testimonios. “Hemos empleado una metodología que se puede definir como de investigación cualitativa, desechando los elementos distorsionadores, comparando los datos y adoptando el camino más racional”, precisan al tiempo que añaden que también han supuesto fuente importante de información las noticias publicadas en la prensa, “especialmente de los diarios IDEAL y Patria que hicieron un seguimiento de los hechos muy profuso e intenso, algún documento básico aportado por los americanos en el que se explica la causa científica de la caída del avión y del archivo municipal cuya carpeta denominada El Avión aporta numeroso datos de los trabajos de la comisión creada para invertir todo el dinero que la donación de los restos del avión conllevó”. Así, cuenta con un especial interés el capítulo 11 dedicado a “Los protagonistas” en el que se recogen los testimonios de Benito Burgos “el de la Cabrera”, Antonio Lorente “el Deo”, Manuel Ortega “Remolino”, Ramón Ladrón de Guevara “el Herraor”, Ángel Gómez, “el Médico”, Francisco Jaldo “el Practicante”, José Uroz, “Chato Marín” y el grupo de lanterianos. Los dos capítulos siguientes se dedican a exponer las características del DC-4 y el informe técnico del accidente concluyendo que “la principal causa fue un plan de vuelo inadecuado. La causa señalada fue el poco cuidado y la autocomplacencia de ambos pilotos”.
Hasta en los dictados escolares
En la presentación los autores expusieron que “la investigación no está concluida”. De hecho la trascendencia de los actos ha posibilitado el conocimiento de más personas que participaron en el salvamento que podrían aportar nuevos materiales. Por ello, se plantean una nueva edición ampliada completada con otras fuentes como el Hospital Militar donde llevaron los heridos y un archivo existente en Estados Unidos que alberga los documentos de la embajada de EEUU en Madrid en 1960. Igualmente en la exposición paralela a esta presentación se incluyeron algunos documentos que podría incluirse como el texto de un dictado del entonces maestro y director del colegio D. Manuel Gómez Serrano, participante en la primera expedición de rescate, que a los pocos días les hizo a sus alumnos y que fue aportado por Eloy, y el que se puede leer el te
xto basado en el accidente aéreo e ilustrado por él mismo en su etapa de escolar.
El interés por esta publicación, de la que se ha realizado una tirada de 2000 ejemplares para su distribución gratuita entre los asistentes al acto, instituciones, bibliotecas y colegios, fue “extradordinario”. Prueba de ello es que tras su presentación los dos autores y James Frank Zaio y Francis John Rup, los dos americanos supervivientes que asistieron a los actos, se dieron un baño de multitudes y dedicaron más de dos horas a firmar y hacer dedicatorias.
NOTA:
Más fotos e información de los eventos celebrados durante la semana de la solidaridad en el BLOG DEL CAMPING LA LOMILLA, a cuyos propietarios agradecemos sinceramente la imagen de los autores con su libro.