Su labor docente iniciada en 1975 le ha llevado por el Polígono de Cartuja en los proyectos de compensatoria de los años 80, un año de “prófuga” en Barcelona y cinco años en el extranjero concretamente en Ginebra (Suiza). A su regreso estuvo en Almuñécar, después once años en el Colegio de Educación Especial Jean Piaget de Armilla y actualmente es profesora de Educación Especial en el Instituto Mariana Pineda.
Comenzó difundiendo y defendiendo arduamente la pedagogía Freinet, de hecho se considera «freinetiana hasta la punta de los dedos» y siempre le ha interesado el tema de los cuentos en especial tras su paso por una biblioteca intercultural en Ginebra pues fue cuando se dio cuenta de la potencialidad tan enorme de los cuentos desde el punto de vista intercultural, participativo y terapéutico. Reconoce que desde pequeña le gustaban mucho los cuentos y ya era una cuentacuentos, pues siempre estaba deseosa de que se los contaran y luego, desde su adolescencia, todos le recuerdan como una contadora de cuentos.
Segundo libro de cuentos
“Cuentos que caben en un bolsillo” es su segundo en la temática referida a cuentos y cómo contarlos. Con “Materiales y objetos tradicionales para contar cuentos” (Ed. Ariel, 2005) traducido al italiano en 2008 e igualmente agotado abría una basa para contar cuentos con cuerdas, con las manos, con papel,… Además cuenta con otro libro de poesía titulado «Entre edades» realizado en colaboración con su hermana Pilar que es la autora de las fotografías y otro, «Sinfonía para un cepillo roto» con el que intentaba meterme en la cabeza de sus niños y niñas que tuvo de alumnos del colegio Jean Piaget.
En el último también colabora su hija Clara a quien está dedicado la publicación pues se la puede ver diseñando sombreros de papel de periódico.”Lo de Clara ha sido muy divertido. Ella era niña muy poco comilona y si se alimentó de algo fue de cuentos. Siempre ha estado rodeada de fantasía y de hecho, con tan solo ocho años, participó conmigo concretamente en Almería contando cuentos ante un público de 500 personasl. Cuando terminó se volvió y dijo yo también seré cuentacuentos. Siempre ha estado conmigo y ahora que tiene 24 años y realiza otras actividades dice que no olvidará nunca esta experiencia pues cuando hay niños a su alrededor sabe que tiene una parte de fantasía que sabe transmitir”.
Como formadora de otros docentes ha desarrollado actividades en numerosos países en los que ha podido comprobar que el interés por los cuentos “está con la persona, nace con nosotros, vive con nosotros, es mundial y no tiene fronteras”. De hecho Teresa aprovechaba los congresos internacionales de profesores de la pedagogía Freinet para comprobar que al cantar una cantinela existía en otros países por lo que sólo “nos dedicábamos a traducir pues tienen incluso los mismos gestos”.
Entiende que las nuevas tecnologías no están reñidas con los cuentacuentos y que tienen un papel importantísimo por lo que hay que enseñar a dominarlas y saber sacar la información, pero el que sean ellos, los niños, los protagonistas pues “se les nota en la cara, incluso los que tienen dificultades de lenguaje se crecen, y te piden otros cuentos. Por eso, seguir contando cuentos es algo que hay que favorecer siempre”. De hecho también está convencida de son una magnífica puerta de entrada a la lectura, pues “para contar cuentos hay que leer. Muchos de los cuentos que sabemos es porque algún un día los escribió o se mantienen porque alguien los escribe ahora. Una de las técnicas los personajes,…”
“Aunque crea que no tiene tiempo para contar cuentos. Yo digo lo que aprendí de mi madre que tenía ocho hijos y he practicado con mi hija y es que siempre hay un momento para ir de la mano, para hacer más soportable una espera, un dolor de un zapato, contando un cuento, fomentando la fantasía y ese lazo de unión que supone estar dos personas soñando juntas”. |
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Contar cuentos
Hablando de cuentos e italianos era inevitable traer a colación al autor de “Gramática de la fantasía”, es decir a Gianni Rodari, del que indica que el libro de este se dirige más a la creación de historias, por lo que en algunos casos se han aprovechado para crear nuevas historias pues, algunas de las incluidas en la publicación son producto de los talleres de cuentacuentos que han realizado.
En el terreno de los agradecimientos se muestra muy orgullosa de la portada “tan bonita y sugerente” realizada por Pepa Mora a la que considera una persona entrañable con la que ya hizo también “Sinfonía para un cepillo roto” del que sólo se realizaron 200 ejemplares.
En cuanto al acto de la presentación aclara que le gustaría hacer una formal con la autora de la introducción la profesora de la Universidad de Granada, Elena Gómez-Villalba, pero en esta ocasión que coincide con las fiestas del Zaidín pretende que, al igual que el libro, sea un acto muy lúdico y dirigido a todos los públicos. “Será un acto atípico, pues la presentadora tiene 12 años y es mi sobrina Lucía Flores que también ha sido alimentada con cuentos y luego participarán mis compañeras «cuenteras» que han estado conmigo durante muchos años y han formado grupos de trabajo del Centro del Profesorado y de la CGT con las que he aprendido muchísimo, nos hemos reído y tomado chocolates muy ricos en torno a los cuentos”.
Para terminar este agradable encuentro en el que hemos conocido a una persona fascinante y fascinada por los cuentos, insiste en que, basada en su experiencia en escuelas infantiles, se retome la importancia de contar cuentos en casa. “Aunque crea que no tiene tiempo para contar cuentos y yo digo lo que aprendí de mi madre que tenía ocho hijos y he practicado con mi hija es que siempre hay un momento para ir de la mano, para hacer más soportable una espera, un dolor de un zapato, contando un cuento, fomentando la fantasía y ese lazo de unión que supone estar dos personas soñando juntas”.
El libro editado por MCEP se puede conseguir a través de la página web del MCEP, así como en las Librería Imagina y Librería Escuela Popular de Granada.
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«Se ha dicho de la narración de cuentos que es el puente entre la Literatura y el niño. Debe tratarse, pues, de una actividad placentera a través de una voz cadenciosa, rítmica, con una cuidadosa entonación, expresión de un narrador que quiere conseguir no sólo la atención, sino la comprensión y el disfrute de su auditorio. Para ello Teresa Flores nos demuestra en el presente libro la importancia de la narración de cuentos con apoyo, no sólo para captar la atención de los oyentes sino como material para el aprendizaje de una segunda lengua y, sobre todo, como motivación y divertimento de los niños diferentes».Este párrafo esta tomado de la introducción que Elena Gómez-Villalba Ballesteros (Universidad de Granada) hace al libro «Cuentos que caben en un bolsillo» que consta de diez capítulos:1. Cuentos con manos y dedos2. Cuentos con papel3. Cuentos con cuerdas4. Cuentos con la baraja española5. Otros materiales6. Cuentos con objetos7. Cuando los cuentos se salen de los cuentos8. Cuentos para jugar9. Cuentos y poemas que no pueden faltar10. A manera de colorín colorado… |
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FICHA: | Título: Cuentos que caben en un bolsillo Autora: Teresa Flores Martínez Editorial: MCEP ISBN: 978-84-615-0735-1 Páginas: 204 Encuadernación: Rústica Precio: 15 Euros |