«Este brutal recorte, añadido al que ya hemos sufrido estos últimos años, supondrá un retroceso histórico. Las aulas volverán a masificarse. En Educación Infantil y Primaria se podrán agrupar hasta 30 alumnos por aula, en Secundaria hasta 36 y en Bachillerato hasta 42 ampliables hasta 46. Estas condiciones perjudicarán especialmente a la Educación Infantil, al primer ciclo de la ESO a la Formación Profesional y la escuela rural, además de a los centros que escolaricen a alumnos con necesidades educativas especiales.
No se cubrirán las ausencias del profesorado durante las dos primeras semanas de baja laboral, lo que generará muchos problemas organizativos y de convivencia en los centros al quedar los grupos, ya de por sí sobrecargados, sin un profesor que pueda atenderlos adecuadamente. Y constituirá un castigo para el alumnado de segundo de bachillerato en puertas de las pruebas de selectividad. El abandono de determinados programas de apoyo a la Educación Infantil y de nuevas tecnologías y la no implantación de los ciclos de Formación Profesional actualizados representa un gran paso atrás en la calidad del sistema educativo.
También consideramos extremadamente grave también el deterioro de las condiciones laborales del profesorado. A los recortes retributivos de más del 6% aplicados desde junio de 2010, ahora se suman medidas como el incremento del horario lectivo, la desaparición de las reducciones del horario lectivo para el profesorado mayor de 55 años, sustanciales recortes salariales en caso de baja por enfermedad, la congelación de las ofertas de empleo público, la desaparición de las condiciones de la jubilación anticipada, la transformación de nombramientos a tiempo completo a tiempo parcial, el cese del personal interino a 30 de junio para no pagarles las vacaciones, etc. Todo ello se materializará en una reducción de la plantilla docente de proporciones incalculables, que repercutirá gravemente en la calidad y equidad de la enseñanza.
Por otra parte, en la universidad el recorte asciende a un 62,5%. Los contratos de ciencia se han reducido en 43%, el capítulo de I+D+i, en un 25,52%, un 11,6% las becas y ayudas al estudio y en un 41,4% los programas Erasmus.
Por ello reivindicamos más que nunca una universidad pública para todos y todas, rechazamos el incremento de las tasas ni a la universidad de élite y el modelo asistencial de becas ni a la reducción de estas. Por lo que respecta al personal de servicios educativos y complementarios (PSEC), los recortes en el Ministerio de Educación y en los Presupuestos Generales del Estado suponen la prohibición de contratar personal laboral interino; el incremento de la jornada laboral a 37.5 horas, la supresión de programas (0-3 años), menos inversión, la reducción de plantillas, la suspensión de ofertas de empleo público, la congelación salarial y el empeoramiento de condiciones laborales.
Como consecuencia de estas políticas, durante muchos años no se incorporarán al sistema educativo nuevos docentes. Las promociones de jóvenes recién titulados en nuestras universidades o que estén a punto de titularse en los próximos años en estudios conducentes a la enseñanza están siendo condenados al desempleo más absoluto. La situación puede ser dramática para la educación pública».