– ¿En qué momento comienza a interesarse por la lectura de la prensa escrita?
– En el colegio de los Salesianos de Sevilla teníamos prensa y sobre todo me atraían las portadas por las impresionantes fotos que me llamaban la atención. Tengo el recuerdo de cuando mi padre estaba aprendiendo a leer que yo le llevaba recortes de periódicos. En ese momento él devoraba todo lo que se pudiera leer.
– ¿Y usted cuando se hace lector habitual de periódicos?
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A su llegada a Barcelona, con 20 años, leía las noticias de relaciones laborales y sanitarias, ahora lee todo lo que tenga que ver con educación |
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– Cuando llegué a Barcelona, a la edad de 20 años, fue cuando comencé a interesarme más por los periódicos y especialmente por las noticias de relaciones laborales y, sobre todo, las de tema sanitario. Ahora leo todo lo que tenga que ver con la educación. Cuando la actividad diaria no me deja leerlo, a veces lo compro por la tarde y lo leo en casa.
– ¿Es lector de un periódico o le gusta contrastar las informaciones?
– Soy fiel al IDEAL y al País. Estos son los periódicos que normalmente compro, pero cada día contrasto más porque considero que el acierto está en la pluralidad y diversidad.
– En su estancia en el extranjero ¿ha visto la costumbre de que en los bares y restaurantes cuenten con uno o varios periódicos para la clientela?
– No lo he observado, lo que no quiere decir que no exista. En el extranjero es más habitual llevar su propio periódico. En Barcelona sí era habitual que en algunos sitios contaran con varios periódicos.
– Tras leer y contemplar la portada ¿a qué sección sueles dirigirse?
– Suelo leer mucho el editorial. En este periódico soy seguidor de la sección de Melchor Sáiz-Pardo por su manera particular de comunicar e informar. Últimamente, la sección de Economía, también sigo la página de Opinión y busco la firma de las personas que escriben pues hay algunas que lo hacen con mucho rigor y agrada leer. Igualmente veo la publicidad desde que me acostumbré en Barcelona a leer el «Avui» que me sirvió para aprender catalán fijándome en los anuncios de trabajo. También porque durante un tiempo trabajé en el departamento de márketing lo que me obligaba a ver los anuncios.
– ¿Qué le quitaría y que le añadiría a la prensa escrita granadina?
– Quizás el hecho de que estén tan cargados de noticias de Granada, pero entiendo que es lo lógico puesto que son periódicos de esta provincia.
– ¿Es lector habitual de la prensa digital?
– Estoy empezando, pero no mucho. Pienso que hay que adaptarse a los cambios pero no creo que lo digital acabe con la prensa y con los libros en papel siempre que se sepa evolucionar.
– ¿Cómo ve el tratamiento que la prensa granadina concede al tema de la salud y de la educación?
– Ha habido épocas en las que se ha buscado la noticia sensacionalista y es cierto que hay temas que hay que sacarlos, pero se cometen errores por no contrastar opiniones. Creo que deberíamos desarrollar una labor conjunta para recuperar valores que estamos perdiendo. El todo vale no puede ser.
– ¿Considera merecido el calificativo de «cuarto poder» que se otorga a la prensa?
– Sí. El hecho de publicar una cosa u otra en un determinado periódico era considerado tan importante como lo que se decía en un consejo de ministros. Un periódico sirve para posicionar corrientes ideológicas.
– ¿Es de los docentes que ha trabajado con recortes de prensa en el aula?
– Sí, lo he hecho muchas veces. Siempre he aprovechado una noticia o una imagen si estaban relacionados con los temas que trabajábamos en clase.
– ¿Hasta qué punto considera relevante la lectura?
– La sociedad tiene que hacer un esfuerzo para volver a leer, quizás diga esto porque me considero una persona que no ha leído todo lo que me hubiese gustado. Por eso, cuando no hace mucho vi en un parque a una madre y a un niño leyendo, no pude evitar pararme para felicitarle y decirle que es lo que tendríamos que hacer todos, pues la lectura desarrolla la mente y te da capacidad de análisis.
– ¿Recuerda alguna noticia que le haya impactado al encontrarla en un periódico?
– En 1978 tuve la oportunidad de ver el accidente del camping de Alfaques, en Tarragona, donde estuve como enfermero y luego vi fotos de las situaciones reales que había contemplado yo.
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