Cuando las cartas al director se convierten en merecido homenaje a los centros y al profesorado


Luis Castellón

Reconocimiento al trabajo de los maestros

Estimado director de IDEAL:

Últimamente mi memoria reclama que comparta una conversación de la que fui testigo directo bien metidos los años 70. Marco: un importante pueblo de Granada; la E.G.B. se comenzaba a implantar; se acababa de ‘subir’ el sueldo a los funcionarios de enseñanza, que en realidad era adecuar mínimamente la perniciosa pérdida de poder adquisitivo; partida de ajedrez en el casino entre un Maestro Nacional (entonces prof. de EGB) y yo. No olvidemos que en esos años el respeto a la figura y persona del profesor era envidiable respecto al actual.

Nos interrumpe un propietario de fincas estableciendo con mi contrincante el siguiente diálogo, mezcla de lo cazurro ante chispa y algo de pedagogía: -Propietario: Frasco, no veas como os vais a poner los maestros con lo que ganáis ahora y lo poco que trabajáis .

-Profesor: Oye, ¿tu eres capaz de estar con tu hijo una hora al día encerrado en una habitación los dos?».

-Propiet.: Eso no lo aguanta nadie .
-Prof.: ¿y si además en lugar de uno son treinta y tantos niños?.

-Propiet.: ¿Estás loco?
-Prof.: ¿Y si encima ninguno es tuyo? Pues eso es lo que hago yo durante meses para que tu andes por ahí y luego me vengáis en mis ratos libres, con que vuestro niño no es el malo, son los demás.

-Propiet.: Co… como te pones . Se apartó el propietario agrícola del tablero y nos cruzamos el maestro y yo un guiño cómplice.

Lo que produce alarma y tristeza es que criterio parecido venga ahora azuzado por quien fuera ministra de Educación durante tres años.

LUIS CASTELLÓN. CATEDRÁTICO DE CIENCIAS NATURALES EN EL INSTITUTO PADRE SUÁREZ DE GRANADA (05/09/2011)

TRIBUNA














Un maestro ejemplar.

He conocido y vivido hace años la emoción de todo un pueblo ante un excelente maestro, enamorado de su vocación y entregado a ella con una dedicación ejemplar. Al marcharse de aquella escuela, en la que no había estado más de dos años, el pueblo entero salió a despedirle con una emoción casi incontenida y en los que las lágrimas afloraban a los ojos de aquella buena gente. Al cabo de los años el viejo maestro pasó por aquel pueblo sin previo aviso y cuando se dio a conocer a algunos, recibió el emocionado recuerdo de aquellos que, después de treinta años, seguían siendo sus alumnos.

Asistí a la muerte de este ejemplar maestro y la concentración de personas de distintas edades y condiciones en su funeral, fue un espectáculo que causaba profunda emoción. Lo más admirable fue oír, de la gran mayoría de los presentes estas palabras cuando daban el pésame a sus hijos: «He sido alumno de su padre». Aquellos hombres, la mayoría de clases humildes y medias, seguían experimentando la acción educativa del maestro ejemplar.

Sí los maestros y pedagogos estuvieran más atentos a introducir elementos espirituales en el alma de sus educandos, esos niños vivirían con el recuerdo de esos hombres y mujeres durante toda su vida, porque esos valores del espíritu serán los elementos que seguirán presentes en ellos mientras vivan.

El trabajo educativo que no aviva la conciencia y el amor, no pervive en la vida porque falta la luz.

De no ser así es mejor abandonar el trabajo y cambiar de profesión. Muchas veces el pedagogo se siente nervioso y tenso, y pasa el tiempo preguntándose por qué estos niños son así y no cambian, al contrario, son más incontrolables. Pero, con toda crudeza, hay que preguntarse: ¿ese educador es digno de ser imitado por sus educandos? Si predomina la mediocridad, lo arbitrario y lo vulgar, ¿cómo se pretende educar a los niños? No es ese el camino de la educación. Sin amor, sin vocación no hay posibilidad de transformación, de educación y de mejora.

He sentido siempre un profundo respeto y admiración por los maestros y educadores. Sé que ha sido una profesión muy marginada, a pesar de las buenas palabras oficiales, y se han admirado socialmente mucho más otras profesiones de más alto nivel intelectual y rendimiento económico. Mientras que los maestros y educadores no tengan un mayor reconocimiento social, es difícil que la educación mejore sustancialmente. Ha de llegar el momento en el que la psicología y la pedagogía sean valoradas prioritariamente sobre otras disciplinas, porque cada día urge dar más importancia a los problemas del ser humano, a sus aspectos psicológicos y educativos. Porque una cosa es sentir la necesidad del cambio y otra, muy distinta, aportar las soluciones adecuadas; si no, miremos lo que ocurre en nuestro mundo sociológico.

Todos hablan de cambio; es fácil hablar de cambio, pero cuando no se está verdaderamente preparado para lograrlo, se hace el ridículo y cunde la desilusión. Para asumir la carga del educador no es suficiente estudiar cuatro o cinco años en la Universidad. Es necesario dedicarse a vivir esta vocación toda la vida. Pero sobre todo, es necesario poseer los elementos pedagógicos y educativos en el espíritu y en el corazón. Solo desde esta convicción, desde este clima cálido, vivo y contagioso, es posible prestar la ayuda y comunicar lo que se desea transmitir.

Por otra parte, no se puede actuar eficazmente sobre las actitudes de los demás alardeando de conocimientos. Estos constituyen un elemento importante y poderoso en la educación. Es posible hacer comprender muchas cosas a la gente con buenos argumentos, pero no es suficiente. Las razones teóricas y las nociones librescas no modificarán las actitudes porque son incapaces de superar el desorden interno de la persona. Solo la fuerza derivada de la convicción hecha de solicitud y de entrega es capaz de modificar la vida y abrir a la esperanza.

URBANO ALONSO DEL CAMPO, 22/12/2011

 

Agradecimiento al IES Manuel de Falla de Maracena

Estimado Director de IDEAL:

Hace días cesé como trabajador en el IES Manuel de Falla de Maracena, y hoy brotan los recuerdos y emociones de siete años de grata experiencia. He sido testigo del buen hacer de D. Luis Enrique Martín o D. Rafael Gallego y sus equipos directivos, y de la entrega y dedicación de la plantilla de profesores, algunos ya jubilados como D. Antonio Sánchez, D. José Marcos Rodríguez o Dª Marina Hernández.

Echo de menos los suculentos desayunos de Juan E. Moliz, y el calor o el habitáculo compartido con Rosario Donaire, Yolanda López, Pepi Martín, Pepi de la Fuente, Nicolás Fajardo, Ana Valverde, Antonio Rubio y Encarni Rodríguez, entrañables amigos todos, como lo son los miembros del Consejo Escolar, o Grigor Arteyán, Eduardo Rodríguez, Jerónimo y Pilar, Nuria y Javier y los empleados de Correos.

Gracias al alcalde D. Noel López por su resolución y atenciones con el IES. Tampoco olvido a María Ávila, que nos dejó hace un año, ni, por supuesto, al alumnado con el que he ejercido mi particular ‘magisterio’ y que ha despertado en mí la emoción con sus afectuosas cartas de despedida.

Deseo hacer llegar mi reconocimiento y gratitud a toda la comunidad educativa, que ha contribuido a crear el ambiente laboral necesario para que aflore lo mejor de cada uno. Me voy enriquecido por una experiencia única, irrepetible. Un abrazo inmenso para todos.

JUANJO MARTÍNEZ GRANADA (31/01/2012 )

Agradecimiento al centro Sagrada Familia de Granada

Sr. Director de IDEAL:

 Quiero expresar el profundo agradecimiento y reconocimiento al equipo directivo, profesorado y personal de servicios del Colegio Sagrada Familia de Granada, no solo por su labor educativa y formativa, sino por su implicación, más allá de lo profesional en formar a nivel personal a nuestras hijas para el futuro.

El día 27 de Abril se celebra en el colegio el día de Graduación de los alumnos de 2º de Bachiller, nuestra hija Andrea es una de las alumnas que ha conseguido lograr este objetivo. Este logro ha llegado a ser una realidad gracias a su valía y esfuerzo personal, fomentado y alentado, no sólo por nosotros como padres, sino por sus tutoras, profesores y la directora del centro. De ahí, mi más sincero agradecimiento por la labor llevada a cabo y el cariño desinteresado que han demostrado hacia ella. Gracias y felicidades.

LOLA RIVERA GRANADA (25/04/2012 )

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El IES Severo Ochoa, mucho más que un instituto

Sr. Director de IDEAL:

Quisiera expresar mi reconocimiento y gratitud al centro público IES Severo Ochoa de Granada porque es «de bien nacidos, el ser agradecidos».

Es significativo que después de venir de la concertada, mi hija haya tenido que hacer el bachiller en un centro público. Aún sigo pensando que el derecho a elegir el tipo de educación corresponde a los padres, pero esto no quiere decir que la concertada sea la mejor, pues tiene sus lagunas.

Quiero expresarme sin rencor, pero sí con cierto dolor, al constatar que es verdad lo que se dice «que los centros concertados solo quieren a los mejores» o, por lo menos, en mi caso se ha cumplido.

Quiero también reconocer públicamente la gran acogida que nos dispensaron por parte de la dirección a nuestra llegada al centro, ya que recibí una atención personalizada, a la cual no estaba acostumbrada, por parte de su actual directora, Pilar Gutiérrez.

A lo largo del curso todo transcurrió mejor de lo que esperaba; la atención a mi hija, así como a a nosotros sus padres, fue estupenda, ya que a la niña se la motivó desde el primer día y se le animó en todo momento. Las tutorías con los padres fueron todas las necesarias, sin cortapisas ni de horarios ni de días.

En lo que respecta al claustro de profesores quiero manifestar que no observé en ningún momento ningún tipo de recelo y se trabajó desde el principio en beneficio de la alumna.

Por último, quiero mostrar mi agradecimiento públicamente a la tutora de primero de bachillerato, Carmen Soto, al tutor de segundo, Manuel Padilla, y hacerlo también extensivo a todo el claustro de profesores. Que no se nos olvide que los principales responsables de la educación de los hijos somos los padres, que lo hacemos conjuntamente con los docentes.

ISABEL MELLADO PEÑAFIEL. PELIGROS (08/06/2012)


Contamos contigo, maestra

Sr. Director de IDEAL:

Le ruego publique esta carta dirigida a una profesora en nombre de sus alumnos.

A ti, Pilar. Cada uno de los cristales tallados que brillan en tus manos son una representación de cada uno de nosotros, a los cuales has moldeado, educado, animado y mimado a lo largo de estos dos últimos años.

Que cada vez que derrames tinta sobre el papel, te recuerde el cariño que te tenemos y el agradecimiento que mereces por ser una gran docente, una gran persona y que tu vocación persista, pues tu labor es admirable.

Con un nudo en la garganta, de alegría y de tristeza en este día, te decimos que esto no es un adiós, pues contamos contigo, maestra. Y te brindaremos cada cinta de nuestras capas estudiantiles cuando, año a año, curso tras curso, superemos nuestros retos, venzamos nuestros miedos y consigamos llegar a nuestras metas como nos has enseñado, siendo buenos estudiantes y, sobre todo, buenas personas.

Recordaremos con cariño todas las risas que nos has arrancado entre lección y lección; porque todo tu trabajo lo has hecho con maestría, sacando de cada uno de nosotros nuestra mejor sonrisa, animándonos a disfrutar de las letras, de los números y demás asignaturas. Disfrutando del estudio, no viéndolo gris y negro, sino como un abanico de colores y oportunidades para poder emprender el vuelo.

A ti Pilar. Cada vez que el destello de estos cristales brille en tus manos recuérdanos como nosotros lo haremos, aunque disfrutemos de otras aulas, otros pupitres y otros maestros.

Nos llevamos tu huella en lo más profundo: educación, dedicación y el ánimo de satisfacerte llevando a cabo nuestros estudios y nuestros sueños. Porque, por mucho que nos distanciemos, nos llevamos un pellizco de tu saber, el que nos has brindado con amor, humor y buen hacer. ¡¡¡Te queremos ‘seño’ Pilar!!! Que la salud, la fuerza y la alegría de nuestros mejores sueños te acompañen.

Felicitar también al colegio por la gran labor educativa, cercana, humana y profesional que ha realizado con nosotros.

YOLANDA VICO EN NOMBRE DE LOS ALUMNOS DE 6º C, PROMOCIÓN 2012, DEL CEIP ISABEL LA CATÓLICA DE LA ZUBIA (21/06/2012)

Pensando en ti

Sr. Director de IDEAL:

Se ha ido inesperadamente y a todos los que la queríamos nos ha dejado con el corazón roto. Me está costando asumir, querida Adela, que ya no volveré a verte de acá para allá con tu gran manojo de llaves por el instituto. Me está costando aceptar que no volverás a contagiarme con tu carácter alegre y optimista entrando en la cafetería a desayunar y moviéndote al son de la música que allí suena. Me duele saber que no volveré a verte regando tus rosas, con un taladro en la mano y mil cosas más. Porque a ti, ‘so puñetera’, nada se te resistía. No volveré a verte curando la rodilla de cualquier alumno por un golpe o una caída. Me gustaba verte hacerlo, ¿sabes? Porque tú, aparte del desinfectante y demás, añadías otros ingredientes más curativos aún, como son el cariño y la ternura. Sentimientos que no suelen exigir en los trabajos porque estos salen exclusivamente del corazón, como a ti.

Todas las personas que trabajamos en el instituto Juan XXIII, tu segundo hogar, incluidos alumnos, AMPA y todos en general, te llevaremos siempre en el corazón. Te recordaremos con esa alegría y esa gracia que te caracterizaba. Ya viste cómo en la iglesia, cuándo te despedíamos y tus hijas te dedicaron unas palabras referentes a tu manera de ser, se oyeron algunas risas. Fíjate, hasta en esos momentos vivimos tu sentido del humor.

Y hablando de tu familia, quiero pedirte algo: échales una mano, ayúdales a que sus vidas sean más llevaderas sin tu presencia. Lo necesitan. Lo harás, ¿verdad? Y yo quisiera despedirme ofreciéndote el párrafo de una canción de Pasión Vega titulada ‘Olvidarte’. También la música estuvo presente en otra de tus despedidas. Creo que es un modo perfecto para expresar los sentimientos.

Ya no podré verte físicamente pero, oyendo esta canción, cierro los ojos y pienso en ti y te veo. Te veo por todo el instituto dando siempre lo mejor de ti.

Mira lo que dice la canción; seguro que la recuerdas: «Olvidarte será fácil, ya lo sé. / Tengo apenas que taparme los oídos a los cantos de las aves y al murmullo penetrante de los ríos. / Olvidarte será fácil, ya lo sé. / Tengo apenas que matar un sentimiento y cambiar mi corazón por uno de papel».

Adela, si esto llegase a ocurrir algún día, quizás entonces podremos olvidarte.

DORI SABANIEL CAMPAÑA. GRANADA. (06/07/2012)

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Gran labor docente

Sr. Director de IDEAL:

Quisiera expresar mi reconocimiento público más sincero a los profesores del IES Vega de Atarfe, donde hay un equipo de profesores que desarrollan una gran función social que, además de dar una buena formación académica, también inculcan valores como el respeto, la tolerancia o la solidaridad. Gracias por su esfuerzo, valía, entrega y responsabilidad hacia estos niños, en su formación y educación, ya que ellos son el futuro de nuestra sociedad.

FRANCISCA POYATOS DÍAZ. ATARFE (06/07/2012)

 

 

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