Con anterioridad ha publicado un delicado relato histórico titulado «La fórmula» (Ed. Miguel Sánchez, 2009) en el que dos hermanas judías conversas de Barcelona, a finales del siglo XIV, se cartean desde la Alhambra y Avignon. Profesora de Lengua y Literatura nacida en Castril (1956) ha ejercido en Cataluña, en la costa granadina y este año lo hará en el IES Padre Suárez. Así mismo, ha publicado “Acentuación. Dictados” (Ed. Carena)
– ¿Cuándo surge en usted el deseo de escribir?
– Muy tempranamente, a los ocho o nueve años, cuando empecé a leer apasionadamente novelones por entregas como “Genoveva de Bravante” o “Juan León el rey de la serranía” y me percaté de lo espantosamente aburrido que era el mundo real. Mi familia luchó siempre por desterrar estas complacencias literarias de mis costumbres, pero fue inútil: solo consiguieron que me haya ido leyendo casi todo lo que se puede leer en dos o tres lenguas. Luego dediqué muchos años a tener la casa en orden para que mi marido escribiera, hasta que decidí dejar todo desordenado y me puse a escribir yo “La Fórmula”, durante nueve años.
– Su último libro es una novela corta publicada en Internet, concretamente en Amazon, ¿Por qué?
– Porque es muy cómodo y rentable económicamente. Acabas tu obra, la cuelgas en Amazon y a las tres horas ya están descargándosela en cualquier rincón del mundo: está en un “estante” por donde pueden pasar quinientos millones de hispanohablantes y no tienes que esperar a que corten un pobre árbol para hacer el papel, a que a algún editor le dé por publicarte, a que se ponga en marcha todo el mecanismo de la fabricación de un libro…No hemos salido de los 100 más vendidos en género humorístico desde que “Los apuntes de Mirella maldiciente” salió hace dos meses, por delante de autores publicitados en los medios de comunicación nacionales: el libro electrónico es el futuro del que escribe bien pero no tiene padrinos.
– Ha comentado que la novela surgió de una necesidad intelectual ¿Es así?
-Una necesidad intelectual y también ética, tras treinta años enseñando lengua y literatura, tras constatar cómo los sucesivos sistemas educativos han sido cada vez más inútiles y demagógicos, el profesorado más inculto y pusilánime. Ya necesitaba un ajuste de cuentas conmigo misma y con ese mundo de la docencia, donde se fragua el futuro de un país (así estamos). Esta situación solo podía analizarse –es mi punto de vista- desde una perspectiva cómica.
– Entonces ¿Cuánto de realidad y cuánto de ficción va a encontrar el lector?
-Todo es ficción. La realidad de la enseñanza secundaria es infinitamente más risible.
Invectiva
– ¿Cuánto tiene esta obra de invectiva?
– La mitad es invectiva contra los que tienen algún poder y lo utilizan en provecho propio (alcaldes costeros, directores de instituto costeros, “carguitos” costeros de todo tipo), y la otra elogio de los seres humanos idealistas, solos y desesperados como perros, que tienen que coger un ciego tras otro y abusar del sexo maquinal para encontrar un poco de sosiego.
– ¿Que obras o autores, además de Menipo, escritor satírico de la antigua Grecia, le han servido como fuentes de inspiración?
-Pues las fuentes conscientes han sido las “Coplas del Provincial” y de “Mingo Revulgo”, así como –en el gusto por el lenguaje vulgar- “El Jarama” y “El guardián entre el centeno”. Pero mi gran fuente de inspiración ha sido la joven Ana Sánchez, una de las personas más inteligentes, trabajadoras y sinceras que he conocido nunca.
– ¿Dónde se podría localizar Murex, ese pueblo ficticio granadino donde la protagonista nace y al que vuelve para trabajar en el mismo centro donde se formó?
– Murex es cualquier localidad de la costa mediterránea, donde la corrupción económica se ha normalizado en la conciencia del pueblo hasta constituir un lugar donde el ser humano se siente cómodo; hasta ese punto se ha degradado su condición. Lo temible es que Murex podemos ser usted o yo.
– ¿A quiénes puede interesarle más?
– A todo aquel que tenga ganas de reírse por no llorar.
– ¿Tal vez al profesorado de cualquier edad?
– A estos con más razón. No es aconsejable para inspectores, cargos directivos, políticos y, en general, gentes que viven de la enseñanza, pero sin hacer uso de ella, por si entraran en crisis y les diera por coger la tiza: esto sería ya demasiado.
Ficha
Título: Los apuntes de Mirella maldiciente
Autoras: Ángeles García-Fresneda y Ana Sánchez
Descargar: http://www.amazon.es
Pág: 130
Precio: 1,34 euros