Quienes se animen a leer la segunda novela de Pablo Casanova (Granada, 1977) se verán gratamente sorprendidos por su amena prosa y al reconocer los rincones granadinos en los que se desarrolla la intrigante historia compuesta en torno a un misterioso accidente y el retrato que Mariano Fortuny realizó a la gitana Carmen Bastián. Espacios y personajes, también basados en amistades cercanas al autor, que harán las delicias de los amantes de este género y que demuestran bien a las claras como la Granada actual puede ser un magnífico plató cinematográfico, no siempre aprovechado. La novela se presenta con booktráiler incluido, el viernes, 1 de febrero, en el instituto Padre Suárez de Granada, en un acto previsto a las 20 horas, en el que el autor estará acompañado por el también escritor y poeta, José Carlos Rosales.
– ¿Cómo se inicia en esto de escribir?
– Es algo que me atraía desde pequeño. Quizás en mis años, tanto del instituto como de la Facultad, nunca encontraba el tiempo suficiente o el material adecuado para sentarme a escribir algo. Un día de verano cuando acabé de leer el libro de Antonio Muñoz Molina, «El invierno en Lisboa», decidí que yo también quería escribir ese tipo de historias y transmitir esas sensaciones al público.
– Precisamente comienzas el libro con una cita de este autor…
– Sí, es un fragmento de su última novela «La noche de los tiempos». A mi me fascina su forma de narrar, de contar y las relaciones que crea entre los personajes. De alguna manera es el modelo que intento alcanzar, soy como el aprendiz que trata de lograr hacer lo que ya ha hecho el maestro.
– ¿También hay influencia en tu primera novela, «Cruce de caminos»?
– Bueno, no hay tanto de Muñoz Molina en «Cruce de Caminos», sí hay algo más de él en «El enigma de Carmen Bastián», pero siempre teniendo en cuenta de que trato de desarrollar mi propio estilo y formar mi propia personalidad dentro del mundo de la novela y de la escritura.
– ¿Cómo se gestan tus dos novelas, son simultáneas?
– La historia del enigma de Carmen Bastián surge mucho antes de «Cruce de caminos». Tenía claro tres cosas: una, que quería escribir un libro ambientado en la Granada contemporáena; otra, que los personajes estuviesen basados en mis amigos más íntimos, y la tercera era, que, el amor que le tengo a la historia del Arte quedara reflejada. Se trataba de encontrar esa pieza clave, ese vínculo que uniera esos tres elementos. Tardé tiempo en encontrarlo por lo que el proyecto quedó aparcado y entre medias surgió «Cruce de caminos». La buena aceptación que tuvo fue la que me llevó a aventurarme definitivamente en este nuevo proyecto.
– Proyecto que te ha servido para evadirte entre las tediosa preparación de las oposiciones…
– Sí. Lo cierto es que a mi escribir me relaja. Aunque preparaba las oposiciones estaba trabajando como interino en Sevilla y Almería, y aunque tenía poco tiempo para escribir, lo que yo deseaba cada día era que llegara la noche y cuando estaba todo en silencio, sentarme delante del portátil y escribir. Ello suponía para mi un ejercicio de relajación, de encontrarme a mi mismo, de poder desarrollar mi parte más creativa.
– ¿Adelantamos un poco el asunto de esta novela?
– El enigma de Carmen Bastián trata de un personaje que es un profesor de Universidad, Daniel Velázquez, que tiene que acudir a Granada por el fallecimiento de una amiga suya, Elena Figueroa, en un accidente de tráfico. Estando en Granada decide quedarse para recuperar el contacto con sus amigos. En esos días recibe un sobre con algo que le hace sospechar que el accidente no es tan casual como parece. Además descubre un cuadro de Mariano Fortuny i Marsal y poco a poco se da cuenta de que hay una relación entre la muerte de su amiga Elena y el retrato de Carmen Bastián…
– … Todo en un escenarios netamente granadinos, fácilmente reconocibles y en un tiempo también muy concreto, septiembre de 2007 ¿Cierto?
– Realmente la historia transcurre en 2009 aunque el protagonista está recordando lo que le ocurre en tres semanas de septiembre de 2007. Es una historia muy actual, en la que se hace una vista atrás hasta el año de 1871 en el que Fortuny crea el retrato de Carmen Bastián.
– ¿Qué tiene Daniel Velázquez de Pablo Casanova y viceversa?
– La verdad es que tiene mucho. Realmente el personaje lo creé pensando en mi. La historia está redactada en su mayor parte en primera persona y él es profesor de Universidad, yo lo soy de instituto, pero ambos somos profesores de Historia, gran amante del arte y, sobre todo, un gran admirador de su Granada, de los bellos sitios de esta ciudad como puede ser la iglesia de Santo Domingo, la plaza de la Trinidad, la plaza de Gracia, la Catedral, Bibarrambla, el Jardín Botánico, plaza de la Universidad con la fachada de la iglesia de los santos Justo y Pastor… Hay tantos y tantos sitios bellos en Granada que aunque Daniel viva en Cádiz no puede dejar de admirar todos estos rincones. Yo he estado cuatro años en Almería, otro año viviendo en Barcelona y sé lo que es regresar a Granada y quedarte maravillado con todos estos sitios.
– Entonces, ¿qué hace que el protagonista tenga que cambiar Granada por Cádiz?
– Es una mala relación amorosa con el personaje de Sara como consecuencia de lo cual decide poner tierra de por medio y lleva a cabo ese traslado.
– ¿Considera necesaria la literatura de ficción para evadirse de los muchos problemas que tenemos actualmente?
– Bueno, siempre he dicho que cuando me pongo a escribir he querido hacer el libro que a mí me gustaría leer. Es cierto que por mi trabajo estoy seis horas al día, cinco días a la semana hablando de historias, de guerras, de personajes importantes, y cuando me siento, necesito aparcar tanta historia y escribir algo que aún siendo un poco irreal que tenga su base histórica. Es cierto que la época tan dura en la que nos está tocando vivir necesita un poco de imaginación que en definitiva le sirva a uno para evadirse de tantos y tantos problemas que tenemos día a día.
– ¿Qué dicen sus alumnos cuando conocen su faceta de escritor?
«Animo mucho a mis alumnos para que lean todo tipo de literatura porque van a encontrar cosas que nunca van a encontrar en Facebook, ni en Twitter, ni en el WhatsApp». |
– La primero se sorprenden, incluso al principio se rien, pero luego se muestran muy interesados. Este año alumnos de Bachillerato me han pedido que, por favor, les invite a la presentación lo que será un orgullo para mí que estén allí. Desde luego yo les animo mucho a que lean todo tipo de literatura porque van a encontrar cosas que nunca van a encontrar en Facebook, ni en Twitter, ni en el WhatsApp.
– ¿Daría juego su libro para clubes de lectura bien de centros educativos o de bibliotecas?
– Creo que sí, no sé si es políticamente correcto decirlo puesto que es una historia cercana en una ciudad real con personajes con los que fácilmente nos podemos identificar, sobre todo, la gente de Granada.
– ¿En qué barrio granadino nació?
– Nací y siempre me he considerado del Realejo, aunque actualmente vivo en el Barrio Fígares. Todos mis hermanos, mis primos y yo estamos bautizados en la iglesia de Santo Domingo, allí se casaron mis padres y mis tíos, estamos adscritos a la Cofradía de La Cañilla que sale el Martes Santo. Me considero un realejeño puro y duro.
– ¿Tiene nombre y apellidos quienes te aficionaron por la lectura?
– No hay nadie que me inculcara de manera exarcebada ese amor por la lectura. Recuerdo mucho haber leído obras de Julio Verne,libros que salen en «El enigma de Carmen Bastián». Luego he tenido que leer los libros que me han impuesto en el colegio y en el instituto, que aunque en aquella época no era la tarea más grata que se le podía mandar a un chaval de 11, 13 o 15 años, hoy en día me pongo a pensarlo y me doy cuenta de la suerte que tuve en que mis profesores se esforzaran tantísimo en que leyera puesto que me ha enriquecido mucho.
– Además de Muñoz Molina, ¿por qué otros autores siente predilección?
– Bueno, me gusta mucho Arturo Pérez Reverte, también me gusta mucho Antonio Gala, Andrés Trapiello o Javier Cercas. Siempre he preferido los autores nacionales. No sé explicar el porqué, pero cuando leo a estos escritores me identifico más con sus personajes, supongo que será por su forma de escibir o esté relacionado con el tema de las traducciones, pero me parece una literatura más amena, cómoda y rica
– Siendo escenarios tan granadinos, ¿puede ser interesante para lectores de otros lares?
– Sí, y te voy a explicar el por qué. Toda aquella persona que haya estado alguna vez en Granada habrá pasado por muchos de los sitios que se mencionan en la novela lo que le servirá para recordar ese viaje que pudo realizar por motivos de vacaciones, trabajo o de novios, etc. pero la magnífica obra de Fortuny es una pintura que existe, está en el Museo de Cataluña, en Barcelona, lo que supone que la gente que lea el libro en esta ciudad tiene la inmensa fortuna, la inmensa suerte de poder acercarse al museo y ver in situ el cuadro. Mi objetivo en las próximas vacaciones es viajar a Barcelona para verlo personalmente, pues hasta sólo lo he podido ver en libros. Normalemente puede gustar no sólo a gente de Granada que serán los que más se identifican, sino que servirá a otros lectores para descubrir una ciudad maravillosa y a un personaje enigmático como es Carmen Bastián.
– ¿De qué manera le han influido otras novelas cuya historia transcurre en torno a un cuadro?
– Lógicamente me ha influido mucho. Recuerdo cuando leí «La tabla de Flandes» de Pérez Reverte que me imaginaba toda la trama y claves enigmáticas escondidas tras el cuadro. Por tanto, hay algo de todo esto. Mi formación en historia del arte influye muchísimo a la hora de querer plasmar esa emoción por el arte, la pintura, la arquitectura,… pero también es cierto que yo soy un grandísimo amante del cine, suelo ir al menos una vez en semana y ayer mismo estuve viendo «Lincoln». Por eso antes y durante el tiempo en que escribo me voy imaginando cómo se sucede la escena, los diálogos y rasgos físicos de los personajes, las ropas que llevan puestas, por eso, creo, que tanto «El enigma de Carmen Bastián» como «Cruce de caminos» son novelas fácilmente llevarse al cine y salir buenas películas. En la primera también incluyo un pequeño homenaje a películas que a mí me han marcado como «La ciudad perdida» con guión de Cabrera Infante que transcurre en la Cuba precastrista, «Habana» de Robert Reford, película maravillosa de los años 40 y 50 de los que también hablo en el libro, de todo hay un poquito en esta novela.
– Junto con los escenarios granadinos, hemos podido saber que los personajes también tienen mucho de reales…
– Prácticamente todos los personajes principales están basados en mis amigos más íntimos: el personaje de Herrera, el personal de Manuel, de Sara,… Todos ellos y cada uno existen y las cosas que se cuentan, con pequeñas licencias literarias, son reales, son gente con la que me relaciono y a los que he querido rendir un pequeño homenaje. Por ejemplo, Herrera al que se conoce sólo por el apellido es mi amigo Benítez.
– ¿En quién te has inspirado para la protagonista, Elena Figueroa, hija de un prestigioso abogado?
– En la mujer de mi amigo Alberto que se llama Rocío que cuando supo que fallecía en las tres primeras páginas pilló un cabreo tremendo pero entendió que así lo requería la historia.
– ¿Hay otros que aún no saben que están reflejados en esta obra?
– Sí, y espero que les guste en la forma en que lo he plasmado en estas páginas y quiero que sepan que lo he hecho con todo el cariño y humildad del mundo, pues en realidad es un homenaje a las personas con las que me relaciono. Quiero que sea una sorpresa y que cuando lo lean se alegren de la forma que los he plasmado en esta historia pues nunca se imaginaban que formarían parte de un libro y que he sido el artífice de que la gente pueda conocerlos.
– ¿Qué podría añadir para que la gente se sienta motivada por su lectura?
– Bueno, lo que yo quiero es invitar a todo el mundo que pueda venir el día de la presentación pues podrán ver el book tráiler magnífico que han hecho desde la editorial pues va a engancharles. Por otro lado, me gustaría añadir que aunque es una obra de ficción tiene una base histórica puesto que el cuadro existe, Carmen Bastián existió en la vida real, Mariano Fortuny estuvo viviendo en Granada, todos estos elementos se unen para de alguna manera para crear un rompecabezas difícil de resolver pero creo enganchará al lector desde la primera página. Tanto Mariana Lozano como maquetadora como Agata Lech Sobczak como diseñadora de la portada han hecho un trabajo magnífico. Gracias a su trabajo y al book tráiler la obra ha ganado muchísimo.
– Además de las responsables de la editorial ¿quién te acompañará en este acto?
– Estará José Carlos Rosales a quien aprovecho para darle las gracias que desde el momento que le pedí, por favor, que si quería participar en esta presentación y acompañarme en este sueño y viaje, sin dudarlo se ofreció y ha sido una persona encantadora desde el primer momento. Solamente por escuchar a una persona de su trayectoria de su valor valdrá la pena ir a la presentación.
– ¿Qué vendrá después del enigma de Carmen Bastián?
– Ya estoy fraguando una tercera novela que se desarrollará a caballo entre Madrid y Almería, en la España de la transición, años 78-80. Será también una novela de intriga, pues es el género en el que me encuentro más cómodo pero no puedo no puedo adelantar mucho más pues son pequeños bocetos lo que estoy empezando a realizar.
– Este es Pablo Casanova ahora embarcado en la ilusionante tarea de presentar su segunda obra y al que agradecemos nos haya atendido para esta entrevista.
– A vosotros, muchas gracias.
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Ver book tráiler:
Título: El enigma de Carmen Bastián
Autor: Pablo Casanova Editorial: Ediciones Dauro Precio: 16 euros Páginas: 206 pág. Presentación: Viernes, 1 de febrero, en el Instituto Padre Suárez. (20 h) El autor será presentado por el poeta y escritor, José Carlos Rosales. |