Tras la excelente acogida que tuvo su libro “La magia de educar en casa. Razones de amor (2002)”, que ya ha alcanzado su cuarta edición y varias publicaciones relacionados con la orientación educativa este profesor de raíces jienenses ha decidido dedicar una publicación “a todas las mujeres que le han enriquecido”. Según explica su origen está “cuando comienza a leer sobre la función afectivo-sexual que le lleva a leer otros estudios sobre la mujer. Tras el estudio teórico pensé que debía completarlo con otro empírico que me llevan a recoger microrrelatos de mujeres de mi localidad, Ibros”.
Estructura
El libro consta de cuatro partes y un poético epílogo. La primera se trata de un estudio teórico sobre la mujer que comienza por la concepción mítica, las aportaciones de la filosofía, de las religiones, de la antropología y de la filosofía, “es decir es una puesta al día sobre el tema” al que dedica medio centenar de páginas. A continuación comienza una serie de 44 reseñas biográficas de ibreñas realizado con la colaboración de la Asociacion de Mujeres de esta localidad “por la que pasea toda la historia del siglo XX vista a través de la mujer”. El siguiente bloque lo configuran otros “cuarenta textos maravillosos que dan una imagen de la mujer que impregna humanidad por todos los poros”, en este caso con la colaboración del colegio e instituto ya que se pidió a los alumnos que observaran a sus madres, abuelas o hermanas y que después hicieran una redacción y dibujos de las que el profesorado eligió dos por aula. Por tanto, mujeres en muchos casos anónimas y en otro que han alcanzado cierta relevancia social comparten páginas tales como Maximina Garrido a la que Rus llama “Flor de Triana y amante de las tradiciones” para terminar con Ana Gámez, ‘la Constanza’, una mujer pobre, humilde, que se quedó sin familia y modelo de eso que denomina «cata de alma colectiva que simboliza y vehicula los sentimientos más profundos del pueblo».
Tres años de trabajo
Casi tres años ha dedicado a este trabajo que bien pudiera servir de modelo para llevar a cabo en otros ámbitos geográficos y que el ha completado con una relación de profesiones en las que las mujeres ocupan su puesto laboral como broche poético incluye un soneto con estrambote dedicado, como no podía ser de otra forma, “A ti mujer” y en que destaca “las cualidades de las que están adornadas o quiero que incorpore”. En cuanto al título indica que le vino cuando iba por la calle pensando en palabras como mosaico, galería, ramillete, y de pronto le vino arco iris que le pareció el más adecuado, pues “desfilan 40 mujeres que conforman un arco iris que simboliza armonía, y esperanza” Como ilustraciones incluye fotografías de las protagonistas, en la mayoría de su etapa juvenil.
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