Reconoce heredado de sus padres su vena artística de los que ha heredado su interés por la cultura aunque se decanta por la poesía. Tras haber participado en varias antologías, concretamente en la llamada ‘De raíz’: creaciones de mujeres del mundo (2002) coordinada por Gloria Serrano en la editorial Horas y Horas, también en libros didácticos coordinados por Cruz Roja sobre la emigración, igualmente en revistas relacionadas con el tema de género y con la emigración y el libro ’50 mujeres desnudas’ (2013) de la editorial Amargord, ha dado el paso de publicar en Granada este poemario cuya portada preside una “valiente imagen” del ilustrador argentino Santiago Caruso, pues “habla bastante bien del espíritu del libro”
Así mismo agradece a su prologuista Ángel Olgoso su generosidad por las palabras en las que califica esta obra como “joyita de fascinante, de espumoso y, sin embargo, preciso erotismo”. La publicación de un centenar de páginas se divide en siete partes que representa una relación del erotismo con diversos mundos, desde unos poemas marinos como es ‘La espuma del deseo’ a ‘El dulce cautiverio de Granada’ inspirados en las calles del Albayzín, a ‘Claridad de la noche’, poemas más presentes en el mundo de la noche madrileña, a otros como ‘Sobre un lecho de libros abiertos con poemas metaliterarios y el mundo de los escritores y ‘A boca descubierta’ que corresponden a la parte final y ‘Sucede que me canso de ser casta’ en la que parafrasea un verso de Pablo Neruda y que su autora considera la parte más desenfadada del libro al mezclar la poesía con el humor y la ironía.
Impresiones
Marina Tapia se muestra muy agradecida con sus maestros como Enrique Gracia que respeta la forma de escribir y estilo de sus alumnos o Ana Martín Puig o Ana Mañeru, entre otras. Así mismo recuerda que cuando empezó a interesarse por este tema lo hizo leyendo lo escrito sobre erotismo por parte de otras mujeres escritoras como Ana Roseti que fue su profesora en un taller en El Escorial, en 2005. En su opinión “la poesía no es un arte espontáneo sino que requiere de un trabajo detrás de investigación, de estar atenta al mundo y a la realidad que nos rodea”.
En el año y medio que lleva en Granada Marina se ha integrado en varios colectivos como son el Institutum Pataphysicum Granatensis y en Memoria de los libros’ que ahora preside a petición de Silvia Gallego y Ricardo Guadalupe pues le llamó la idea de memorizar libros y compartirlos con la gente. En cuanto al impulso de confesar al papel este tipo de poemas señala que “he querido bucear en el erotismo y el compromiso con la palabra ha sido más fuerte que mi pudor”. Para ello investigó sobre el tema que de alguna manera había perfilado ya en su libro anterior al componer cosas sueltas.
La autora Marina Tapia, nacida en Valparaíso (Chile) y residente en Granada; compagina su actividad literaria con las artes plásticas y con su trabajo como titiritera. En literatura cuenta en su haber con el premio “Arte Joven La Latina” de la Comunidad de Madrid (2008), el “Voces Nuevas” (2007) de la editorial Torremozas, Primer premio en “Barbate Lee 2011”, entre otros. Ha publicado sus versos en la obra conjunta De Raíz: creaciones de mujeres del mundo (Horas y Horas, 2002), Voces Nuevas XX Selección (Torremozas, 2007), en la antología Poesía en Sidecar (Huerga y Fierro 2010, 2011, 2012) y el libro 50 Mujeres Desnudas (Amargord, 2013) y en las revistas “Duoda”, “Asparkía”, “Voces Literarias”, “Luces y Sombras”, “Blanco Móvil” y “Ventana Latina”. Es la coordinadora en Granada de “La Memoria de los Libros”, y Sátrapa del Institutum Pataphysicum Granatensis. Visitar blog de MARINA TAPIA PÉREZ
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“Debería ser el divino placer, como proclamó Horacio, el guía de la vida. Debería ser el sexo —y no la codicia— la fuerza generatriz del mundo. En su poesía al mismo tiempo germinativa y abisal, racionalista y salvaje, pagana y mística, Marina, como un ángel tutelar que nos contemplara esperanzado, sabe pulsar el dolor angustioso del deseo incumplido y el dolor indefinible del deseo satisfecho, la ternura y la depredación, la alegría y la nostalgia, los celos y las decepciones, el temblor a deshora y la soledad inesperada, el ímpetu y las súplicas. Todas las sensuales pulsiones de la especie se sustancian en este libro, en esta joyita de fascinante, de espumoso y sin embargo preciso erotismo, en estos sobresalientes poemas, encendidos, vulnerables, de una elegancia prístina y arrebatadora, capaces de disipar la vulgaridad y la pesadumbre como el sol disipa las sombras.” Ángel Olgoso
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