“Es una larga historia. Llegué a España antes del año 2.000, procedente de París donde trabajaba diseñando cuadernos, tarjetas, cajas,… Al final me agoté un poco”. Fue en esta época cuando su exsuegra, una mujer muy dinámica de origen escocés que venía de vacaciones a Andalucía le propuso acompañarla. Así llegó primero a Almuñécar y luego a Salobreña, desde donde continuó trabajando para algunos clientes parisinos y “como no puedo quedarme mucho rato sin hacer cosas” siguió diseñando lo que se puede ver tanto en su blog ‘My castle in spain’ (con más de 700 seguidores y casi 600 en Facebook) como en Etsy shop, principalmente delantales y bolsas de tela junto con la elaboración de exquisitos dulces y pasteles.
Precisamente ahora acaba de llegar de Holanda de impartir un curso de pastelería al que le invitó una amiga holandesa que vio las fotos de los que hacía en su taller de Dúrcal. Previamente junto con su chico que también le ayuda a hacer estos dulces estuvieron en París participando en un evento singular relacionado con la serie francesa Fantômas. Su primo pianista de profesión al que pidieron acompañara musicalmente en directo la proyección de los cinco episodios en la Cinemateca parisina solicitó que participaran en este evento poniendo una mesa de dulces que decoraron con el estilo belle époque. Allí pudieron degustarse los pastelitos elaborados en Dúrcal durante el mes de noviembre, al tiempo que su novio trabajaba de disc-jockey durante esa noche en la que también la sonó la música de la banda durqueña, Sonido Vegetal.
Tradiciones navideñas
Pese al lógico cansancio nos recibe en su casa para contarnos las tradiciones navideñas de Aix-en-Provence y las opiniones de las navidades vistas o vividas en otros lugares.
“Una costumbre muy provenzal se llama de los 13 postres, en referencia a Cristo y los 12 apóstoles, que puede ser una nuez, una almendra, una pasa, un albaricoque,… que se comen el 24 de diciembre, antes de la misa”, nos cuenta entre risas pues recuerda que la última vez lo hizo en casa para su novio. También explica que lo típico es celebrar la Nochebuena con la familia y la Nochevieja con los amigos, así como su preferencia por las cenas sencillas.
Puestos a buscar diferencias indica que en Andalucía no es un evento tan comercial como en otros países como Alemania u Holanda. “Aquí, en el pueblo la gente decora mucho más tarde por comparación a Londres que en los grandes almacenes ya hay cosas de Navidad en agosto. Aquí la Navidad es más alegre y menos comercial que en otros países. Espero que no ocurra como en otros países”, explica antes de añadir que “la lotería es una cosa muy española”. También comenta que en Munich son muy bonitos los mercados navideños donde recuerda igualmente el olor del vino caliente con canela y naranja. Cuando se refiere a EE.UU le viene la expresión “too much” pues “es demasiado que en algunas ciudades sea obligatorio poner la iluminación”, en cambio valora positivamente la costumbre española de hacer los belenes que suele visitar en Granada.
Al hablar de pasteles propios de Navidad recuerda los troncos de Navidad que le hacía su madre a base de bizcocho enrollado cubierto de chocolate y de cómo el 6 de enero se hace las gallettes des Rois que es como los franceses denominan al roscón de reyes con su figurita de cerámica y corona que conseguirá el que la encuentre en su trozo. Respecto a la decoración nos dice que sus amigas francesas que viven en le Valle de Lecrín suelen poner el árbol de Navidad. Ella los sustituye por las naranjas con clavo, pues desprenden un olor increíble que le gusta mucho. “También suelo poner piñas y decorar las ventanas con yedra” nos comenta para después hacernos partícipes de sus proyectos para 2014: impartir un curso de pastelería en un país muy lejano y celebrar un evento denominado “pastelerías efímeras” en el Rincón de la Alquería de los Lentos y las meriendas-cenas en los Jardines Müller, en Nigüelas, a partir de mayo.
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