Leandro García Casanova: «Dieguito ‘el Malo’»

‘El Dieguito’ –Juan Diego Redondo, nacido en Baza en 1959– pasó a contarme que su mujer se quitó la vida, mientras que su hija Lorena, de cinco años, murió electrocutada a causa de unos cables de alta tensión, que estaban sueltos en la calle. Mi hermano entró vivo en la cárcel, pero se lo devolvieron muerto a mi madre; y mi hijo Eric, ¡lo único que me queda en esta vida!, anda metido en la droga y se ha hecho un delincuente… Pero, ¿cómo has cometido la tontería de fugarte, ahora que estabas saliendo de permiso y te quedaba sólo un año de talego?, le dije, casi reprendiéndole. Pues, por lo que acabo de decirte: ¡antes muerto, que ver a mi hijo convertido en un presidiario! Si tú crees que, desde el chabolo, lo vas a poder ayudar… Estoy ya desengañado de todo, me confesó mientras me enseñaba los brazos, cosidos a cicatrices. Mira, me han dado más de cien puntos, porque es una forma de llamar la atención cuando la vida se me hace insoportable en la celda, aunque sólo fuera para estar unas horas en el hospital. Luego empezó a contarme sus hazañas: llevo un centenar de bancos atracados, pero todavía no he matado a nadie; a veces tuve que salir pitando del banco, para no arrearle un tiro a un panoli. ¡Yo no soy malo, tío!, me espetó con orgullo, ni tampoco me pincho. ¡A mí no me van esos rollos!

dieguito

A continuación, se desabrochó la camisa y me enseñó el torso lleno de costurones. Estos dos balazos me los dieron en compañía de ‘el Torete’, y estos otros, cuando estaba con Juan José Moreno Cuenca, ‘El Vaquilla’. Pero yo no quiero volver a las andadas… ¡Mira donde está ‘el Vaca’, criando malvas! Me he fugado ya treinta veces del talego, pero tengo que sentar la cabeza, joder. Voy a ver si me presento, y así quiero que termine mi próximo libro. Yo, le recordé, cometí el error de atracar un banco con una recortada; el caso es que me comí el marrón y me echaron la yeyé: seis años, seis meses y un día. Me comí la condena a pulso, pero desde entonces me dije, no más. ¡Cuando cumplí mi condena…! canturreó ‘el Dieguito’, mientras se reía como un condenado.

Dieguito, le advertí como a un amigo, tendrás que elegir entre ser ‘el Lute’ o ‘el Vaquilla’. ¿Por qué no te entregas de una puta vez? ¡Hazlo siquiera por tu hijo, Eric, pues tú eres lo único que le queda en la vida…! Oye, tronco, ¿no tendrás seis euros pa prestarme, pues estoy sin blanca? En esto que vimos a los maderos y tiramos follados por la calle de Las Tablas abajo, y luego cada uno nos desparramamos por un lado. ¡Eres un tío cojonudo, ‘paisa’!, fue lo último que me dijo. Pero, los otros días, me enteré del atraco con rehenes a un supermercado de Barcelona: ‘el Dieguito’ se había cansado de estar metido en la cueva y quería volver de nuevo al talego. Aquí al menos lo quieren y él sabe que es el jefe,

Es posible que tu destino lo lleves marcado en la frente, pero debes de liberarte de tus cadenas, porque el monstruo de la cárcel al final acabará devorándote. ¡No le tengas miedo a la calle, Dieguito!

DiegoPosdata: Este artículo lo escribí utilizando las declaraciones que Dieguito ‘el Malo’ hizo en una entrevista al ‘Diario de Burgos’, a mediados de 2005. ‘Ideal de Granada’ publicó esta entrevista unos meses después. Dieguito fue miembro de la Copel (Coordinadora de Presos en Lucha) y contó en su libro, ‘La fuga de los 45’, que tras la huida subyacía una reivindicación de derechos.

Cuarenta y cinco presos se escaparon de La Modelo, de Barcelona, a las cuatro de la tarde del 2 de junio de 1978, siendo la fuga más numerosa de las prisiones españolas. “Y el que no se piró es porque le dio canguelo”, dijo entonces un inspector del Cuerpo Nacional de Policía.

En 1995, el Gobierno de Felipe González indultó a 21 fuguistas. Hace un mes, me enteré que Dieguito falleció en diciembre de 2011..

 

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