Villén Lucena reconoce que la idea de esta novela le surgió leyendo otras obras. También que escribe desde siempre. “Empecé –explica- escribiendo relato corto y, cuando decidí dar el salto a la novela, me planteé hacer lo que habían hecho otros autores, pero sobre mi propia tierra”. De esta forma la idea fue tomando cuerpo, a lo largo de los cuatro años que ha durado el proceso de creación, aunque “no a tiempo completo”. Los dos primeros en la fase de documentación y los otros dos en su redacción. Proceso que califica de “lento, pero muy gratificante”.
En su opinión, esta novela tiene la singularidad de ceder el protagonismo a la frontera. “La historia se desarrolla en torno a la toma de la fortaleza fronteriza de Moclín. Aparece como sultán El Zagal, tío de Boabdil y líder granadino muy poco conocido hasta el momento pese a ser una figura de vital importancia para el Reino en los años previos a la conquista definitiva”.
Moclín
Por todo ello, los amantes de la novela de este período y aquellas personas que gustan de las narraciones desarrolladas en espacios cercanos tienen en “El Escudo de Granada”, nombre referido al castillo de Moclín por su inexpugnabilidad, de volver a disfrutar con las vicisitudes históricas de Boabdil y del Zagal, en sus luchas internas por el trono en tanto que los Reyes de Castilla y Aragón se van alzando con las fortalezas fronterizas hasta concluir con el cerco sobre Granada. Como principales fuentes de documentación Villén señala las crónicas castellanas sobre la Guerra de Granada y también estudios realizados por historiadores, especialmente agradece “la orientación de Alberto García Porras y Antonio Malpica, ambos doctores en Historia por la Universidad de Granada”.
La novela de 288 páginas ha sido recibida con comentarios positivos por parte de los primeros lectores que se han convertido para el autor “en un verdadero acicate para seguir trabajando”. En cuanto a la elección del taller de grabado de Emilio como espacio para su presentación responde que se trata “de un espacio mágico lleno de arte, un lugar idóneo para presentar una novela”. En el acto él hablará del proceso creativo de esta novela y habrá espacio para las preguntas y el debate, por lo que “puede ser una buena ocasión para charlar sobre literatura e historia”.
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