– Primero fueron ‘Los cuernos del difunto’, (1996), después ‘La boda de Camacho’, (2004) y ‘El Oratorio de las lágrimas’, (2008) ¿Por qué ahora, ‘La cueva de la azanca’ (2014)?
– En realidad son dos más, pues he escrito otras dos que se han publicado no en papel sino en digital y que prácticamente es como si no las hubiera publicado. Estas dos novelas forman un díptico sobre mi alter ego y la otra es mi adolescencia. Una se llama ‘La mano quemada’ que está basada en un poema de Antonio Machado que dice ‘Creí mi hogar apagado y revolví las cenizas. Me quemé la mano». Y esa mano quemada recuerda toda una infancia. La otra es ‘La verja del internado’ que recoge mi adolescencia en un colegio de frailes donde repartían unas ostias como casas y que es la continuación de la anterior que ahora busco una editorial para publicar en papel. Si se consideran estas dos sería la sexta, no la cuarta.
– ¿Cuándo comenzó a escribir ‘La cueva de la azanca’
– Hará como año y medio y la he interrumpido en varias ocasiones para escribir artículos, realizar traducciones como ‘Sebastián Roch’ de Mirbeau que va a publicar una editorial de Madrid. Desde el comienzo yo tenía la idea de un hombre joven que está en una cueva escondido y que el lector no sabe el motivo ni quien le persigue. Él va recordando su vida lo que dará lugar a que aparezcan unos personajes y una serie de incidentes que imagino le pueden interesar al lector de hoy porque con todos sus matices y carencias representa la España actual.
– No delimita exactamente el espacio donde se desarrolla aunque indica que es el Sur de España ¿podría ser algún rincón de la provincia granadina?
– El no precisar exactamente el lugar donde se desarrolla es una manera de universalización y también una manera de evitar que si he cometido algún error el lector no pueda echármelo en cara. Si digo que sucede en Granada y cito una plaza a la que han cambiado el nombre alguien podría decirme que es inexacto. En este caso vale para cualquier ciudad de tipo medio, aunque hay que decir que también aparece Madrid y otras regiones francesas como la Bretaña o la región parisina al ser evocadas por el protagonista.
– La novela está dedicada a sus nietos para que cuando sean adultos recuerden al abuelo ¿Es una especie de legado intelectual?
– Pues, si, en cierta manera. Yo espero que mis nietos un día se acuerden del abuelo y que sepan que han tenido un abuelo escritor. Es evidente que por la temática no es para niños, para ellos ya escribí por ejemplo, ‘El caballero sin miedo’ pero cuando pasen unos años también la podrán leer.
– En la nota al editor aclara que «ninguno de los personajes es portavoz del pensamiento del autor» el caso es que yo le veo, especialmente en la piel y en los hechos del abuelo paterno del protagonista…
-Es evidente que al escribir deja una impronta y mucho de sí en la novela, aunque en esta he procurado que ninguno de los personajes sea el reflejo del autor que piensa de una manera y los personajes tienen una autonomía aunque en algunos casos sea de una manera parecida. Esta novela presenta un mundo actual, con personajes como los que nos podemos encontrar en el autobús, en la calle o cualquier restaurante, que sufren y aman, que se sacrifican, que tienen sus rencillas,… es una novela que intenta ser un reflejo de la España actual.
– La combinación de géneros (novela galante, negra, epistolar, diario,…) es un ejercicio literario para atrapar al lector?
– En cierta manera sí. Opino que ningún género es detestable y si se escribe con calidad cualquier género vale. Prueba de ello es que hay autores como Eduardo Mendoza que ha hecho novelas muy buenas a partir de la novela negra. Yo toco varios géneros y procuro hacerlo con el máximo cuidado, incluido los momentos eróticos que también he incluido intentando no caer en la vulgaridad.
– En la introducción de elementos recientes (píldora del día después, viagra, preferentes,…) y el citar personas actuales de carne y hueso (Urdangarín, Rato, Julián Muñoz, Baltasar Garzón), ¿un intento de dar mayor verosimilitud?
– Eso es realismo puro. Cuando yo digo que el único juez que se ha atrevido a ponerle cara al franquismo se lo han cargado no estoy diciendo una realidad de la España actual. Hay otros personajes que los saco solamente por una cuestión de humor como es el caso del cantante francés Pierre Perret. Creo que el humor debe existir en toda novela. La mejor novela de España es el Quijote y tiene páginas de humor extraordinarias.
– Y hasta salen las preferentes…
– Así es, uno de los personajes es víctima de las preferentes. Pero también hay cosas buenas: el sentido de la vida, la relación idílica de un abuelo y su nieto
– ¿Le gustan ucho los animales? Lo digo por Vagabundo, el perro que encuentra el protagonista y que es otro de los personajes de este libro.
– El protagonista se lo encuentra abandonado pues lo habían arrojado a un contenedor cuando tenía dos o tres días y se convierte en su mejor amigo por lo que se convierte en un canto a los animales como también lo es a las plantas.
– La fecha de impresión del libro, el pasado 14 de abril, ¿es un guiño a su ideología política?
– La idea no fue mía sino de la editorial que incluyó esa fecha y me pareció bien que fuera en el 83 aniversario de la segunda república española.
– Como persona preocupada por la cultura ¿cómo ve la situación en Granada?
– Con bastante pesimismo, cuando veo que hace unos años se ha cerrado la Biblioteca de las Palomas, el Museo Arqueológio sigue cerrado y el Centro Artístico por el que pasó Lorca es una pena. Eso solo pasa aqui. Estoy seguro que en Francia en un centro donde hubiera dado Mallarmé o André Gide lo conservarían por encima de todo, pero aquí dicen que no hay dinero pero si lo hay para otras cosas superfluas. La única satisfacción que me queda es que yo no he votado al equipo actual que hay en el ayuntamiento pues en lo que respecta a la cultura, al arbolado y jardines porque peor no se podría estar haciendo.
– ¿En qué proyectos está trabajando el ‘escritor impasible’, como le denominaron sus amigos que le ofrecieron un homenaje?
– De impasible nada, digamos escritor que lleva la procesión por dentro. En cuanto a lo que estoy haciendo ahora, decir que después de la traducción de ‘Sebastián Roch’, estoy dando un repaso a un libro de relatos que se llama ‘Orillas del Sena’, un libro de 200 páginas en el que el autor o mi alter ego sale todos los días a pasear y ve un pueblo de las orillas del Sena donde se encuentra con pintores o escritores. Desearía publicar impresos los dos libros digitales.
AUDIO DE LA ENTREVISTA:
Título: La cueva de la azanca Autor: Francisco Javier Gil Craviotto Editoriales: Dauro Páginas: 380 Precio: 18 euros Presentación: Martes, 29 de abril, en la sede de la Asociación de la Prensa de Granada en un acto en el que estará acompañado por Fernando de Villena (19:30 horas) |