“Soy un enamorado del Cabo de Gata desde mi niñez; sus ancestros pertenecen a esa tierra y sus historias contadas “a la fresca” calaron hondo en mi persona. Pasados los años, ya casado, vuelvo a esas tierras todos los veranos. Hace dos años me decido a escribir sobre sus gentes, sus valores, oficios perdidos y costumbres”, de esta forma explica su autor la gestación de esta novela que se estructura en tres etapas definidas: una minera en el siglo XVI (El Castillo de la Ermita); otra, también minera, en el XIX y mitad del XX (El Castillo de la Mora) y una agrícola (XVIII a mediados del XX) titulada ‘La mina y la Ermita’. “Para la etapa agrícola tenía el “alma” en mi familia (abuelos, padre y tíos), pero para las etapas mineras sólo tenía datos, datos y datos… me faltaba alma”, aclara tras lo que añade que hizo una incursión en Internet buscando opiniones sobre la tierra y la suerte le sonrió al toparse con el Foro de Rodalquilar donde los hijos de mineros de la segunda etapa se la proporcionaron.
Así mismo, este pediatra metido a escritor indica en la introducción que “nunca pensé que un lugar tan aislado y pequeño como Rodalquilar pudiese atraparme de esta manera”. Igualmente que han sido muchas las anécdotas que se han producido a lo largo de los más de dos años, “contando muchas noches que he invertido en esta criatura”. Hasta este momento sólo había dado a la imprenta artículos científicos en el área de su especialidad y algún relato breve como “Mérida querida” que fue primer accésit en el Concurso I de relatos cortos del Colegio de Médicos de Valencia (2006) o una la novela corta “Gladiolus” (2007), que fue finalista en el concurso de Previsión Sanitaria Nacional. Más recientemente escribe y publica su primera obra en el género de novela histórica “Ferrum et lutum” (2011) junto a su compañero y amigo Ramón García Ramos. Así hasta llegar a su novela costumbrista y de trasfondo histórico, “El tesoro de Rodalquilar”, que hará sentir a los lectores que se sumerjan en su lectura un mundo de sentimientos y valores del ser humano a través del día a día de una saga familiar y a lo largo de distintas épocas de la Historia.
También poeta
Calificado por quienes le conocen mejor como “persona apacible, imaginativa y sensible; siempre en constante superación y aprendizaje que no deja escapar ni un momento, situación o experiencia para plasmarlo sobre el papel” este especialista
en Pediatría que ejerce su actividad en el Centro de Salud de Picassent (Valencia) al tiempo que ha sabido compaginar con su pasión literaria, que le lleva a escribir poesía desde joven pues le ayuda a expresar sus sentimientos y estado de ánimo; “alguna de las cuales está en boca de los personajes de la novela y la mayoría esperan en silencio su momento”. Tras una amplia nómina de agradecimientos del auto, su prologuista el geólogo Francisco Hernández, define Rodalquilar como “una caldera volcánica que no deja indiferente a nadie y que lleva cientos de años interactuando con sus habitantes”. Renglón seguido alaba la labor investigadora de Manuel Ortiz “abordando diferentes campos como la etnografía, la minería, la agricultura, la gastronomía, la alfarería, la pesca, la botánica, la carpintería, entre otros”. Y para llegar a cualquier clase de lector, incluido los urbanitas, se añaden al final cuatro páginas con un glosario de términos propios de la zona.
Título: El tesoro de Rodalquilar Autor: Manuel Ortiz Requena Páginas: 242 Precio: 17 euros Presentación: Sábado, 10 de mayo, en Edificio Zaida de la Fundación Caja Rural. El autor será presentado por Wenceslao-Carlos Lozano (19 h.) |